Los baños de hierbas para protección y restauración energética fueron muy populares en los tiempos donde la mágia predominaba.
Para tomar un baño efectivo puedes combinar dos o tres hierbas a la vez. Solo utiliza hierbas ecológicas,
no tratadas químicamente. Si las recoges tu mism@ del campo, procura no recogerlas a los lados del un camino o carretera. Tanto si las compras en una herboristería como si las
recoges del campo, lávalas bien antes de usarlas.
Experimenta con pequeñas cantidades. Si tienes la piel sensible, haz tus
infusiones con menos cantidad de hierba. Primero experimenta con una hierba por
vez, para descartar posibles problemas cutáneos de alergia.
Para los bebés y los niños, utilizar sólo hierbas delicadas como la manzanilla, la
rosa y la lavanda. Para ellos quizás sería mejor comenzar con una mezcla comercial,
proveniente de un herbolario fiable.
Las hierbas son muy fragantes especialmente en el mes de mayo y aromatizan
muchísimo el baño. Nuestros antepasados las quemaban para ahuyentar a los malos
espíritus, o para hacer que amigos y compañeros de trabajo fueran menos intolerantes.
La angélica, flor de manzana, flores de manzanilla, clavo, geranio,
jazmín, madreselva, lavanda, limón, flores de lima, apio de monte, la menta, el
mirto, naranja, pachuli, poleo, pétalos de rosa, romero, sándalo. Todas ellas
son maravillosas y con muchas virtudes.
Antes de tomar un baño de hierbas para la protección, quema una vela de
color azul, púrpura o rosa si es por la tarde, y de color blanco o rosado si es
por la mañana temprano. También puedes bañarte bajo la luz del sol de la mañana
o los rayos dorados del sol poniente.
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