Prender
inciensos es muy beneficioso para eliminar las energías estancadas y purificar
una estancia por completo.
Para
distintas tradiciones, el humo representa un puente entre este mundo y el del más
allá. Además, se utiliza también como ofrenda a los espíritus y seres de Luz. Y
como contrapunto, se ha descubierto recientemente que la quema de ciertas
hierbas, como por ejemplo la salvia, genera iones negativos en el aire, lo que
es beneficioso para el ser humano.
Es
importante que antes de humear o sahumar un espacio, se abra una puerta o una ventana
para que el ambiente no se torne toxico. También es importante colocar las
hierbas en un recipiente lo más natural posible, como podría ser por ejemplo
una concha, un cuenco de coco o calabaza, etc… También tendremos presente
utilizar una cerilla o fósforo de madera para prender nuestras hierbas.
Una
vez prendidas, soplaremos ligeramente sobre ellas para que el fuego se avive. Seguidamente
podemos, con el movimiento de las palmas de nuestras manos, dirigir el humo
hacia nuestro propio cuerpo por zonas para purificarlo también.
Una
vez hemos acabado este pequeño proceso, ya podemos situar el cuenco en el lugar
más adecuado y seguro, y permitir que el humo llene el espacio determinado. Si lo
deseas, también es posible tomar el cuenco y pasearse por otros espacios a modo
de purificación. Cuando demos por terminado el sahumerio, y ya solo queden las
cenizas, podemos devolverlas allí de donde vinieron. Puedes depositarlas en la
base de un árbol o simplemente devolverlas al bosque o a un parque. Para ello
solo tienes que soplarlas ligeramente y se esparcirán.
Sigue
una corta pero importante lista de hierbas para la purificación.
Cedro
Al igual que la salvia, el cedro dispersa la energía estancada o negativa y atrae buenas influencias. Su humo purifica y limpia al tiempo que despide un olor placentero. Se cree que reanima el espíritu y ayuda contra el cansancio y el hastío.
Copal
El
copal es una resina dulce y especiada que se utiliza durante rituales y
ceremonias como “alimento de los dioses”. Su humo, sin embargo, se usa como
protección, limpieza del cuerpo y adivinación.
Lavanda
El
humo de la lavanda es el más ligero de esta lista, pero por lo mismo es un gran
equilibrante. Despide un aroma delicioso que se utiliza para aligerar un
espacio y promover el sueño pacífico y profundo.
Palo santo
El humo de las astillas del árbol del palo santo, también llamado “madera sagrada”, se usa como un efectivo repelente de energías negativas y un es también un buen detonador de la vitalidad del cuerpo.
Salvia blanca
El humo de la salvia blanca es usado para dispersar no solamente vibraciones inapropiadas y espíritus malignos, sino también para “absorber” conflictos, ira o enfermedades de una persona. De hecho, esta es una de las hierbas que más cambian la composición del aire para generar iones negativos, cuyo efecto es reducir nuestra respuesta al estrés.
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