No parece fácil alcanzar la felicidad, a juzgar por lo que podemos ver con nuestros propios ojos y a cada momento de nuestra vida.
Lo que sigue es una formula mágica, se trata de cómo trabajar con las ilusiones de la vida. Toma buena nota porque de ello depende
tu próxima felicidad.
Al afrontar cualquier vivencia, hay una fórmula, un proceso, mediante el cual tú puedes avanzar hacia la Maestría. Sólo declara lo siguiente:
Al afrontar cualquier vivencia, hay una fórmula, un proceso, mediante el cual tú puedes avanzar hacia la Maestría. Sólo declara lo siguiente:
1. Nada en este mundo es real.
2. El significado de todo es el significado que yo le doy.
3. Yo soy quien yo digo que soy, y mi vivencia es la que yo digo que es.
El primer paso de este proceso es
el más difícil para muchas personas. Este paso proclama que todo lo que
miramos, todo lo que experimentamos, es irreal. Nada es en realidad lo que
nosotros suponemos. Esto no quiere decir que no esté. Lo que quiere decir es
que no es real. Es decir, que no es realmente lo que parece. No es lo que
nosotros suponemos que es.
Ser consciente de esta verdad
puede resultar muy sanador, sobre todo en momentos de grandes problemas o de
mucho estrés.
Si crees que lo que vives en
épocas difíciles es real, lo volverás real literalmente, en cuanto al efecto
que ejerce sobre tu vida. Por otra parte, si sabes que es irreal y que su
efecto no es más que una cosa que te estás inventando tú, pero que no tiene
cuerpo ni sustancia en absoluto, puedes hacer desaparecer ese efecto en un
momento y solo tomando consciencia.
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