Hace varios años, un vendedor de globos vendía su producto en las calles de Nueva York.
Cuando el
negocio bajaba, soltaba un globo, al flotar en el aire, se reunía una nueva
multitud de compradores y su negocio se fortalecía por unos minutos.
Alternaba
los colores, primero uno blanco, luego uno rojo y después uno amarillo. Al cabo
de un tiempo, un pequeño niño negro le jaló la manga del saco, miró al vendedor
a los ojos y le preguntó:
“Señor, si
suelta un globo negro, ¿subiría?
El
vendedor de globos miró al pequeño y con compasión, sabiduría y comprensión le
dijo:
“Hijo, lo
que los hace subir es lo que está adentro de ellos”
Ciertamente
el niño tuvo la fortuna de encontrar a una persona que veía no solo con sus
ojos. La persona que puede ver con el corazón, también puede alcanzar a tocar
el espíritu dentro de otro ser humano y revelar lo bueno que hay en su
interior.
El vendedor
de globos tenía razón:
LO QUE ESTÁ DENTRO DE TI, ES LO QUE TE HARÁ SUBIR.
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