Formando parte de las características propias de cada signo, está claro
que cada uno tiene una sensibilidad muy distinta para adaptarse al entorno y
responder ante el estrés. Por supuesto, no a todos les cansan las mismas cosas.
Espero que os agrade.
Aries: muy
responsable
Por ser entusiasta, emprendedor y audaz, gusta de los desafíos y las
ideas nuevas. Suele tomar más compromisos de los que puede cumplir, por eso una
de las causas más comunes que le provocan estrés es la cantidad excesiva de
cosas que realiza, y su resistencia a delegar actividades.
Tauro: la inmediatez
Ser obstinado es su rasgo más sobresaliente. Pero también es paciente,
honesto y reservado. A este signo, lo que más le saturan son las dudas, las
conjeturas: no quiere dejar las cosas para mañana, quiere resolverlas hoy. Y
además, le estresan los conflictos de todo tipo y hace lo posible por
evitarlos.
Géminis: no a las
mentiras
Un signo multifacético, que puede con todo, siempre que no sea monótono.
Son rápidos e ingeniosos, pero también son inestables y caprichosos. Lo que más
estresa a los geminianos es la mentira, si la descubren pueden estallar de
furia. Aunque a la mayoría de los problemas, ellos los resuelven con humor.
Cáncer: enojos
frecuentes
Aunque parezcan inmutables, son pura emoción. Son respetuosos, hogareños
y muy solidarios. También son exigentes y aman la pulcritud. En el trabajo,
respetan las jerarquías establecidas y detestan las pérdidas de tiempo. Como
son muy sensibles, se enojan a menudo, y esto les causa un gran estrés.
Leo: todo bajo
control
Las personas de este signo son egocéntricas, pero también son afectuosas,
valientes e idealistas. Además, se distinguen por su orgullo y cierta sensación
de tener todo bajo control, cosa que es imposible de sostener siempre: le
causan estrés los gastos inesperados y los incidentes y roturas domésticas.
Virgo: promesas
cumplidas
A veces parecen ensimismados, pero en realidad están pensando y
analizando todo. Son serviciales, muy trabajadores y prolijos, cualidades que
valoran en los demás. No suelen ser líderes, les gusta más estar a la sombra de
los que mandan. Lo que más los descontrola es que no les cumplan las promesas.
Libra: aman la
armonía
Es el signo que busca siempre el equilibrio. Son amables, amantes de la
vida tranquila y muy creativos, aunque también un poco vanidosos y ostentosos.
No toleran los conflictos ni los contratiempos: sienten la responsabilidad de
conciliar o mediar para poder volver a la armonía, algo que sobrevaloran.
Escorpio:
desconfianza fatal
Son enigmáticos y seguros de sí mismos. También muy tenaces y sensuales,
reservados y de carácter enérgico. Otra característica del signo es la
agresividad e inflexibilidad. Lo que más estresa a los escorpianos es querer
saber todo, ya que su desconfianza permanente les provoca estar en siempre en
alerta.
Sagitario: demasiado
activos
Imposibles de ignorar, crean lazos fuertes. Son extrovertidos y
optimistas, aunque un poco impacientes, exagerados y con evidente falta de
tacto. Como viven con tanta intensidad, suelen caer a menudo en cuadros de
estrés: nada impide que un sagitario consiga sus objetivos, una vez que los ha
fijado.
Capricornio: absoluta
seriedad
Son pacientes y dominantes, pero siempre están muy serios. Suelen ser más
risueños cuando más adultos se vuelven. Como son constantes y muy ambiciosos,
también los caracteriza su insatisfacción y melancolía permanente, de modo que
padecen el estrés que les da la dificultad de ver el lado bueno de las cosas.
Acuario: cierta
locura
Parecen distraídos, y suelen ser desorganizados. Pero son sinceros,
originales, afectuosos y muy tolerantes. Pacíficos, parecen tener todo bajo
control, pero siempre con cierta dosis de locura o ideas rebuscadas. Los
estresa no saber delegar: siempre creen poder resolver mejor las cosas por sí
mismos.
Piscis: espíritus
libres
Son personas que ponen cierta distancia, pero no por antipáticos, sino
porque son en extremo sensibles. Suelen ser idealistas, intuitivos y
románticos, aunque a ello le contraponen su carencia de sentido común y falta
de confianza en sí mismos. Les provoca estrés asumir responsabilidades, ya que
las detestan.
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