Enséñales estas
verdades a tus hijos y el mundo ganará en felicidad y por supuesto en
consciencia evolutiva. Espero que os agrade y sobretodo sea muy útil.
Enséñales que no
necesitan nada externo para ser felices, ninguna persona, lugar o cosa; y que
la verdadera felicidad se encuentra en su interior. Enséñales que se bastan a
sí mismos. Enséñales esto y les habrás dado una espléndida educación.
Enseña a tus hijos
que la idea del fracaso es mera ficción, que cada intento es un éxito, que cada
esfuerzo produce la victoria, y que el esfuerzo no es menos honroso que la victoria.
Enséñales esto y les habrás dado una espléndida educación.
Enseña a tus hijos
que están profundamente conectados con toda la Vida, que son Uno con todas las
personas y que nunca-están separados de Dios. Enséñales esto y les habrás dado
una espléndida educación.
Enseña a tus hijos
que viven en un mundo de magnífica abundancia, que hay suficiente para todos y
que, al compartir lo más posible y no al recaudar lo más posible, recibirán en abundancia.
Enséñales esto y les habrás dado una espléndida educación.
Enseña a tus hijos
que no se necesita ser o hacer nada en particular para gozar de una vida llena
de dignidad y satisfacción, que no es necesario que compitan con nadie por nada,
y que las bendiciones de Dios son para todos. Enséñales esto y les habrás dado
una espléndida educación.
Enseña a tus hijos
que no serán juzgados, que no deben hacer siempre todo a la perfección, y que
no tienen que cambiar nada, ni "mejorar", para ser considerados
perfectos y bellos ante los ojos de Dios. Enséñales esto y les habrás dado una
espléndida educación.
Enseña a tus hijos
que las consecuencias y el castigo no son lo mismo, que la muerte no existe, y
que Dios nunca condena a nadie. Enséñales esto y les habrás dado una espléndida
educación.
Enseña a tus hijos
que el amor no pone condiciones, que no deben preocuparse por perder tu amor ni
el de Dios, y que su propio amor, compartido sin condiciones, es el mayor
regalo que pueden dar al mundo. Enséñales esto y les habrás dado una espléndida
educación.
Enseña a tus hijos
que ser especial no significa ser mejor, que declararse superior a alguien no
es ver a esa persona como Quien Es Realmente y que es muy saludable reconocer
que "el mío no es el mejor camino, sino tan sólo otro camino". Enséñales
esto y les habrás dado una espléndida educación.
Enseña a tus hijos
que no hay nada que no puedan hacer, que la ilusión de la ignorancia se puede
erradicar de la faz de la Tierra, y que todo lo que la gente necesita en
realidad es regresar a su ser; recordar Quién Es Realmente. Enséñales esto y
les habrás dado una espléndida educación.
Imparte estas
enseñanzas, no con tus palabras, sino con tus actos; no con discusiones, sino
con demostraciones. Pues lo que tus hijos emulan son tus actos y lo que tú eres
es lo que ellos serán.
Ahora ve e imparte
estas enseñanzas no sólo a tus hijos, sino a todas las personas y en todas las
naciones. Pues todas las personas son tus hijos y todas las naciones son tu
hogar cuando emprendes el viaje hacia la Maestría.
Éste es el viaje en
el que te embarcaste desde hace muchos siglos y muchas generaciones. Es el
viaje para el cual te has preparado desde hace mucho y que te ha traído hasta
aquí, a este momento y lugar.
Éste es el viaje que
te convoca con más urgencia que nunca, en el cual sientes que avanzas cada vez
más rápido. Éste es el resultado inevitable del anhelo de tu alma. Son las
palabras de tu corazón, con el lenguaje de tu cuerpo. Es la expresión de la
Divinidad dentro de ti. Y te llama como nunca te ha llamado antes, porque ahora
la escuchas como nunca antes.
Ha llegado el momento
de compartir con el mundo una visión gloriosa. Es la visión de todas las mentes
que han buscado de verdad, de todos los corazones que han amado de verdad, de
todas las almas que han sentido de verdad la Unión con la Vida.
Una vez que lo hayas
experimentado, nunca te volverás a sentir satisfecho con menos. Una vez que lo
hayas percibido, no querrás más que compartirlo con todas las vidas con las que
entres en contacto. Pues ésta es la Realidad y contrasta de manera espectacular
con la Ilusión. Podrás experimentar y conocer la Realidad debido a la Ilusión.
Sin embargo, tú no eres la Ilusión y la persona que experimentas dentro de la
Ilusión no es Quien Eres Realmente.
No podrás recordar
Quién Eres Realmente mientras sigas pensando que la ilusión es real. Antes
debes comprender que la Ilusión es una ilusión que tú creaste con fines muy
reales, pero que, en sí, no
es real. Has venido aquí para recordar esto con más claridad que antes.
La transformación de
tu mundo depende de tu capacidad para recordar. El significado de la palabra
educación no es "depositar" sino "extraer". Toda la
educación verdadera consiste en extraer del estudiante aquello que ya se
encuentra dentro de él. El maestro sabe que ya se encuentra ahí y que, por
tanto, no hay necesidad de colocarlo. El maestro sencillamente se esfuerza por
hacer que el alumno lo descubra.
La enseñanza no
consiste en ayudar a otros a aprender, sino a recordar. Toda el aprendizaje
consiste en recordar. Toda la enseñanza es un recordatorio. Todas las lecciones
son recuerdos recuperados. Es imposible enseñar algo nuevo, pues no existe nada
nuevo que enseñar. Todo aquello que fue, que sigue siendo y que será, todo en
este momento.
El alma tiene acceso
a toda esta información. De hecho, el alma es toda esta... información. El alma
es el Cuerpo de Dios en formación. Me encuentro en constante proceso de
formación. A ese proceso se le ha llamado evolución y es un proceso que nunca termina.
Si piensas en Dios
como en un proceso o un ser que está "acabado o terminado", no has recordado
correctamente lo que es. He aquí un gran secreto: Dios no está acabado o terminado. Ni te
ha acabado o terminado a ti. Dios nunca acaba contigo. Esto se debe a que tú eres lo que es
Dios. Y puesto que Dios no ha concluido con Dios, no es posible que Dios haya concluido contigo.
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