Tan importante es saber quién eres como qué haces aquí. Está claro que
eres mucho más que un cuerpo humano, danzando por estos mundos de Dios.
Recuerda siempre quién eres. Para ello, podrías repetir tres veces al día
una pequeña fórmula por la mañana, al mediodía y por la noche:
Yo no soy mi cuerpo. Mi cuerpo
es algo que tengo, no es lo que soy.
Esto te ayudará a mantenerte centrad@ en tu identidad real, que es el verdadero
propósito por el que estás aquí, tu verdadera razón de vivir, y el propósito de
la Creación Personal misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario