Sin ningún género de dudas, mantenerse sentado en silencio y sin pensar en nada durante un largo período de tiempo no es algo fácil. No existe un interruptor que pueda calmar y mucho menos silenciar el cerebro.
Cuanto más
intentamos dejar de pensar, más pensamientos aparecen en nuestra mente. Parece hecho
a posta. Y es por esta razón que tantísima gente afirma que los mantras son
tan útiles.
Y qué es
un mantra?? Pues es una palabra o pequeña frase que se repite continuamente a
lo largo de una meditación. Los mantras pueden ser pensados mentalmente,
susurrados, hablados e incluso cantados.
Algunos
mantras son espirituales o empoderadores, sin embargo quizás sea una mejor idea
utilizar un mantra que emita un sonido neutro a poder ser sin significado
alguno. Debe ser una palabra o pequeño conjunto de palabras que no generen pensamientos
adicionales al repetirlas.
En este sentido,
hay libertad absoluta en el uso de mantras, podemos usar cualquier palabra sin
sentido para repetirla continuamente y poder liberar a nuestra mente del
bullicio del pensamiento continuado. Por supuesto, podemos utilizar también palabras en sánscrito que para nosotros no tienen significado o incluso inventar las nuestras propias. No hay ningún problema mientras cada uno se sienta cómodo con la palabra o palabras elegidas.
También indicar que muchos meditadores utilizan palabras o frases positivas como mantras. Esto está bien, siempre y cuando no generen pensamientos adicionales porque entonces la meditación se iría al traste rápidamente.
Aclarar que la meditación con mantras, aunque sencilla, puede llegar a ser muy profunda y catapultarnos hacia la espiritualidad al igual que cualquier otro tipo de meditación.
Cómo utilizar un mantra en meditación
Comenzamos
buscando un lugar tranquilo y adoptando una posición cómoda, a ser posible con
la espalda recta apoyada en un respaldo. Cerramos los ojos. Esto tiene una razón
y no es otra que en el momento en que un ser humano cierra los ojos entra automáticamente
en estado alfa.
A continuación,
podemos hacer cuatro o cinco respiraciones lentas y profundas, que ayudaran a
destensar cuerpo y mente. Y seguidamente podemos comenzar a repetir nuestro
mantra silenciosamente en la mente. Podemos también mover los labios repitiendo
el mantra pero siempre en silencio. Solo con mucha práctica será posible cantar
los mantras y seguir enfocado en el silencio de la mente. También podemos adecuar el ritmo de la repetición a nuestra respiración, y esto queda totalmente bajo el gusto de cada uno.
Veamos a continuación algunos ejemplos de mantras, tanto conocidos como no:
Aham Ananda
Barena
So Ham
Ce Nef
Erem
Om
Om Shanti
Vagan
Surya
Manti
Sat Chit Ananda
Ram Ram Ram
Sankirtana
Estos son ejemplos
de palabras cortas, algunas con significado y otras no, son todas ellas monótonas y por supuesto
aburridas, y esta es en definitiva la idea. Le damos a nuestro cerebro una manera muy simple
de ralentizar, le ofrecemos una tarea monótona y aburridísima que casi no requiere esfuerzo,
ya que solo le pedimos que repita un sonido en la mente.
A los
pocos minutos de repetición se cae en un ritmo y se comienza a desconectar. En caso
de distraerse con algún pensamiento que se cruce en nuestra mente, con alguna sensación de nuestro cuerpo o algún ruido del entorno, simplemente tenemos que regresar al mantra y
continuar repitiéndolo mentalmente. Eso es todo.
Con el
tiempo comprobaremos que el sonido del mantra dentro de nuestra cabeza se
vuelve cada vez más suave, más bajo, incluso podríamos olvidarnos
de repetirlo. En esas ocasiones, simplemente lo retomamos y continuamos con la meditación.
Además, no
hay una forma correcta o incorrecta de repetir el sonido, simplemente repetimos
la palabra o palabras normalmente dentro de nuestra mente y eso es todo.
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