Suena extraño pero,
es cierto que las casas pueden tener vida propia y afectar de manera negativa a
quienes viven en su interior??
Este es un ejemplo
típico: Una familia se muda de casa. A los pocos días comienzan a escuchar
ruidos extraños. A los meses ven con sus propios ojos sombras oscuras cruzando
por los pasillos y las habitaciones. Los más pequeños de la familia no quieren
dormir solos en sus habitaciones, un año después la familia comienza a tener
graves problemas financieros, pero lo peor es que todos los miembros de la
familia sufren extrañas enfermedades y su perro aparentemente sano muere de
forma repentina.
La ansiedad, la
desesperación, el miedo, la angustia se apodera poco a poco de todos ellos, sin
poder ver una luz en ese oscuro túnel.
Qué está pasando??
El anterior relato
es el de un caso real, el de una familia desesperada por su dramática situación
y sin saber muy bien lo que les estaba ocurriendo. Tanto el padre como la madre
creían que su casa estaba embrujada y que estaban siendo testigos de fenómenos
paranormales causados por ciertas entidades. Sin embargo, y aunque pueda
parecer increíble, no tenía nada que ver con ese tipo de fenomenología, la
realidad es que su casa tenia vida propia y se estaba alimentando de sus
miedos. Y este tipo de “drenaje energético” era sentido por todos los miembros
de la familia en forma de enfermedades.
Son muchas las
personas que son víctimas de las llamadas casas enfermas, y esto no tiene nada
que ver con la clásica casa embrujada. Hay ciertas condiciones que crean un
ambiente ciertamente inquietante, y esos mismos factores que pueden energizar
un lugar también pueden transferir energía a los ocupantes. Los seres humanos
son sensibles a este tipo de propiedades físicas, donde la información residual
se impregna en las paredes, suelos y otros detalles arquitectónicos.
Comienza una pesadilla
Se sabe que los
seres humanos son sensibles a las frecuencias de infrasonido por bajo de
nuestro rango de audición; también a las tormentas geomagnéticas, que pueden
llegar a ofrecer extraños sueños vívidos; dolores de cabeza antes de los
terremotos; la piel de gallina en lugares embrujados; y una sensación de Déjà
vu, sin razón aparente. Los seres humanos han incorporado herramientas que
ni siquiera conocen y pueden ser activadas en cualquier momento.
Algunas personas
creen que los espíritus en una casa pueden ser el factor de activación de
dichas capacidades en las personas, haciéndoles actuar de manera diferente o
teniendo problemas, pero no es así en todos los casos. Hay casas que con el
paso del tiempo han llegado a cobrar vida, con la capacidad de manipular la
sensibilidad y comportamientos de sus ocupantes, incluso llevándolos a límites
insospechados.
Generalmente se
trata de casa antiguas, pero se han llegado a documentar casos en nuevas
edificaciones. Los síntomas son siempre los mismos, comienza con algo tan
simple como con unos sentimientos de inquietud, agitación, nerviosismo,
ansiedad o depresión. La vida de los ocupantes de la casa parece desmoronarse,
problemas en el trabajo, en la economía y personales.
Esto conduce a
conductas de insomnio y cambios de personalidad, que les obliga a medicarse.
Con el tiempo, las personas son sensibles al lugar y sienten que todo lo que
hacen les sale mal. Por no comentar la sensación de apego, ya que, aunque
quieran no se pueden marchar, la casa les retiene. La razón de todos estos
síntomas es que la casa aprovecha cualquier vulnerabilidad causada por la
enfermedad para atacar a una persona y agravar el problema. Por lo tanto,
incluso una enfermedad que puede haber comenzado como puramente psicológica, en
la mayoría de los casos acaba complicándose.
Síntomas de una casa con vida propia
“La casa”
reproducirá ciertos fenómenos paranormales, como si se tratara de una casa
embrujada, con la única intención de alimentarse del miedo de todos los que
viven en ella. Los “sonidos fantasmas” pueden ser en forma de voces, música o
ruidos repetitivos que se producen a intervalos regulares. También está el
sonido característico de los pasos durante la noche, risas, llantos o música
procedentes de un lugar indeterminado. La casa puede crear sonidos para llamar
la atención, por lo que emitirá golpes en las paredes sin causa identificable.
Los puntos fríos
sin ninguna razón física también acompañan a las casas que tiene vida propia.
La teoría es que la casa necesita la energía de su interior, por lo que ciertas
áreas del hogar pueden sentirse más fríos. A diferencia de los puntos fríos
causados por los espíritus y fantasmas, estos permanecen constantemente en un
área por un período prolongado. Otro dato a tener en cuenta es que a la casa no
le gustan las reformas, por lo que creará cierta actividad inexplicable
mientras se trabaja en su remodelación.
Pero, posiblemente,
el síntoma más importante lo encontremos en los animales. Las mascotas tienen
comportamientos extraños en una casa viviente. Tienen alteraciones en su
comportamiento, pueden llegar a ladrar hacia ciertas zonas de la vivienda,
incluso pueden negarse a entrar en algunas habitaciones. Pero en los peores casos,
una mascota sana puede acabar enfermando misteriosamente y muriendo, siendo
ésta la primera víctima de la casa.
No confundir con el estrés geopático
Muchas personas
confunden a las casas que tiene vida propia con el estrés geopático, que es la
distorsión de las energías geo-electromagnéticas en tierras con cursos de agua
subterráneos, depósitos minerales o cavidades subterráneas. En el caso del
estrés geopático, las energías distorsionadas o negativas pueden irradiar a
través de una casa o lugar de trabajo, también afectando a la salud de sus
ocupantes de diferentes maneras.
Mientras que las
casas que cobran vida propia pueden causar directamente enfermedades, el estrés
geopático no las causa, aunque puede debilitar el sistema inmunológico de una
persona debilitándole el cuerpo por lo que una enfermedad es más lenta de curar
y más susceptible a enfermedades como el cáncer. En el estrés geopático las
áreas árboles frutales no producen, las plantas y las flores se mueren con
facilidad, y los rayos impactan con cierta frecuencia.
Y qué se puede hacer??
La primera y única
recomendación es que cualquier persona que sea víctima del poder de una casa,
debe marcharse sin miedo a lo que será de su vida, ya que “la casa” hará lo
posible para retenerlos. Pero por desgracia, hay muchas personas que no pueden
o no se atreven a dar ese paso. Por lo que algunos expertos recomiendan
utilizar el Feng Shui, muy útil para devolver y mantener el equilibrio.
Hay que mantener la
casa bien iluminada y ordenada, con áreas libres y abiertas para que la energía
fluya sin obstáculos. Existen también otras muchas maneras de librarse de estas
molestas incidencias, como por ejemplo dialogar con la propia casa, o tratar de
sanar a la casa mediante algún tipo de sanación energética, entre otras
opciones similares. Otras recomendaciones es reproducir música suave,
poner fotos felices de la familia u objetos asociados a buenos sentimientos,
como el juguete de un niño. Este tipo de cosas puede ayudar a controlar la
energía de una casa de este tipo.
Estas buenas
practicas pueden servir para los casos menos graves, pero para los más grabes
la única solución es marcharse sin mirar atrás, ya que nuestro dulce hogar se
puede convertir en la peor de las pesadillas.
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