El plexo solar es el centro controlador de todos los órganos que se encuentran por debajo del diafragma. Para un mejor funcionamiento de estos órganos, es preciso mantener el plexo solar en su lugar correcto y la acupresión nos puede ayudar en ello.
Este
centro se desplaza hacia arriba o hacia abajo cuando se levanta peso en exceso
o cuando hay un problema grave de gases. El desplazamiento hacia arriba del
Plexo Solar puede llevar al estreñimiento, y el desplazamiento hacia abajo
puede provocar diarreas cada vez que haya presión. Y esto no se puede curar con
ninguna medicina.
Cuando
estos problemas persisten, se puede dañar el sistema digestivo y complicarse
bastante la salud en general. Una de las causas del cáncer de colon (la parte
inferior y mayor del intestino) es el estreñimiento habitual al que se le
permite persistir por demasiado tiempo. En estos casos, se ha encontrado que el
Plexo Solar se había movido y se encontraba desplazado. Por lo tanto, es
aconsejable comprobar la posición del Plexo Solar antes de comenzar cualquier
tipo de tratamiento, sobretodo un tratamiento natural. El Plexo Solar es como
el muelle principal de un reloj. Si no se arregla, ningún tratamiento dará los
resultados deseados.
A continuación,
detallo las dos formas que para mí son las más sencillas de practicar.
MÉTODO 1
COMPROBAR SI ESTÁ EN SU SITIO
Túmbate
sobre la espalda. Mantén los brazos estirados junto a los costados, con las
piernas rectas y los dedos de los pies verticales. Los dos pulgares de los pies
deben estar al mismo nivel. Si no lo están, esto indica trastorno en el Plexo
Solar.
COMO REUBICARLO
Este método
debe llevarse a cabo solo con el estómago vacío, en ayunas y por la mañana.
Túmbate
sobre la espalda, mantén los brazos a ambos lados, y la cabeza en el suelo sin
almohada. Eleva ambas piernas y colócalas en ángulo recto con respecto al suelo
(como aparece en la imagen). Después de esto, baja las piernas hacia el
suelo tan lentamente como sea posible, manteniéndolas rectas y sin
levantar la cabeza del suelo. Repite el ejercicio cinco o seis veces seguidas y
comprueba si el plexo se ha recolocado. Para ello, vuelve a utilizar el método
de comprobación descrito más arriba. Si no se ha recolocado, repite el
ejercicio de reubicación. Puedes hacerlo tantas veces como sea necesario.
METODO 2
COMPROBAR SI ESTÁ EN SU SITIO
Juntar las
dos manos como se muestra en la imagen y comprobar si las rayas de las manos
(1-2-3-4) coinciden. Si no es así, el plexo se halla fuera de su lugar y habrá
que corregirlo.
COMO REUBICARLO
Para ello, colocamos la palma de la mano horizontalmente sobre la articulación del codo del otro brazo, tal y como se muestra en la imagen. A continuación, cerramos el puño de la mano levantada e intentamos tocar el hombro con la punta del dedo pulgar, realizando pequeñas sacudidas. Deberemos hacer el ejercicio cinco veces seguidas y volver a comprobar. Si el plexo no se ha reubicado se vuelve a repetir la operación hasta conseguir que regrese a su lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario