Hay que mantenerse siempre alerta a las percepciones que nos llegan o, como mínimo, no desestimarlas con demasiada rapidez.
Si todo sale bien y no parece haber obstáculos,
estás abierto al espíritu y siguiendo a tu guía. Si, por el contrario, nada parece
funcionar, no estás escuchando a los guías y acabarás en el sendero equivocado.
Pero no te preocupes, siempre estás a tiempo de rectificar.
Pero no te preocupes, siempre estás a tiempo de rectificar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario