Los
sitios y las personas se llenan de energías negativas que pueden ser muy
perjudiciales. Sal y agua son por excelencia dos elementos limpiadores
presentes en la Naturaleza, usados históricamente en ceremonias religiosas y
ritos esotéricos para purificar personas y ambientes.
Un
análisis alquímico sobre estas dos sustancias revela su capacidad de atraer y
conducir energía. El cloruro de sodio, es decir, la sal de mesa, tiene la
capacidad de atraer el agua de los alimentos. También sirve para mantener el
balance en el intercambio de fluidos del cuerpo.
Disuelta en agua, la sal común conduce la electricidad, y por ello el mar
atrae a los rayos durante las tormentas eléctricas. Utilizadas desde antaño en
baños de descarga y limpieza, el agua y la sal son la pareja ideal para
absorber las malas energías de un lugar o persona y dejar el campo energético puro y
ligero.
Incorpóralas
en los siguientes rituales para disolver por completo las malas vibraciones de tu entorno. Verás qué fácil, rápido y efectivo resulta tomarse unos minutos para
efectuar estas limpiezas.
TRATAR
AMBIENTES PESADOS
Es
algo habitual que los lugares que habitamos se carguen de energías que quedan
estancadas, sobre todo si provienen de personas u objetos con falta de
armonía. Estos ambientes se detectan porque producen tristeza, angustia,
malestar y hasta irritabilidad en quienes permanecen mucho tiempo allí.
Es
aconsejable realizar este ritual cada quince días en el hogar, en los
dormitorios y sala de estar principalmente.
Materiales:
2
hojas de papel de seda o de horno
1 kilo de sal gruesa
agua
de azahar y agua de grifo
5 recipientes pequeños y 1 botella
5 recipientes pequeños y 1 botella
5 velas blancas
1 velón blanco
1 campanita
Procedimiento:
Primero ponemos el agua de grifo o agua mineral natural en la botella con una cucharada de agua de azahar. Dejar reposar toda la noche,
destapada y al lado de un velón blanco encendido. Al día siguiente, forra los recipientes
con el papel de seda por dentro y por fuera, como si los envolvieras.
Seguidamente, distribuye la sal a partes iguales entre los cinco boles, y vierte lentamente el agua de la botella, repartiéndola en cada uno de ellos, hasta humedecer los granos de sal. Forma un círculo con los boles. En el centro, coloca las velas y enciéndelas una a una.
Haz sonar la campana y pronuncia: “Sal de mar, sal bendita, exorcisa estas paredes de todo mal, queden limpias y protegidas”.
Seguidamente, distribuye la sal a partes iguales entre los cinco boles, y vierte lentamente el agua de la botella, repartiéndola en cada uno de ellos, hasta humedecer los granos de sal. Forma un círculo con los boles. En el centro, coloca las velas y enciéndelas una a una.
Haz sonar la campana y pronuncia: “Sal de mar, sal bendita, exorcisa estas paredes de todo mal, queden limpias y protegidas”.
Toma una vela y un bol, colócate detrás de la puerta de la casa, haz sonar tres
veces la campana y repite la oración de nuevo. Haz lo mismo con las otras
cuatro velas y recipientes, distribuyendolos detrás de las puertas de dormitorios
y sala.
Pasados tres días, tira la sal y las velas a la basura, envolviéndolas en el papel de seda de los boles.
Pasados tres días, tira la sal y las velas a la basura, envolviéndolas en el papel de seda de los boles.
LIMPIEZA
DE ESPACIOS ABIERTOS
Balcones,
terrazas, patios y recibidores de entrada, son lugares del hogar expuestos a energías
circunstanciales, a efluvios de vecinos y transeúntes que pueden dejar a
propósito o inconscientemente su negatividad. Estos espacios son puertas de
entrada a nuestro hogar que hay que cuidar y proteger para que no entre nada malo. Límpialos como sigue.
Materiales:
1/4
kilo de sal fina
1 litro de agua mineral o agua reposada una noche en botella
2 cucharadas soperas de vinagre
1vela blanca
un
trapo blanco tipo camiseta, seco y limpio.
Procedimiento:
Se
vierte la sal poco a poco en la botella con agua y vinagre, se tapa y se agita a intervalos, mientras se va agregando más sal. Una vez metida toda la sal, se
cierra y se agita con energía, diciendo:
“Como un tornado de mar salado, estas aguas barren con el mal acumulado; que se disuelva el maligno en sal y vuelva al lugar de donde nunca debió escapar”.
“Como un tornado de mar salado, estas aguas barren con el mal acumulado; que se disuelva el maligno en sal y vuelva al lugar de donde nunca debió escapar”.
Enciende la vela y bendice o salpicar con la botella los suelos del lugar, así
dará tiempo para que se evapore. Seguidamente, pasa el trapo para secar y tiralo a la basura. También puedes empapar otro trapo blanco seco con el líquido, a fin
de limpiar marcos de ventanas, puertas y zócalos.
BAÑO
DE PIES PARA DESCARGA PERSONAL
Este
baño debería hacerse todos los días al terminar la jornada, para liberarse de cargas
residuales del día y descansar sin tensiones.
Materiales:
una
palangana profunda o una bañera
agua
caliente
100gr de sal fina
jugo
de medio limón
aceite
de coco, ricino o girasol
esencia
de jazmín o canela
quemador de esencias
1 vela blanca.
1 vela blanca.
Procedimiento:
Preparar la botella con medio litro de agua tibia, donde se habrá
disuelto la sal y el jugo de limón. Esta preparación se deja reposar todo un día. Al
entrar al hogar, quítate los zapatos, enciende el quemador y
pon la esencia. Llena la palangana con agua caliente (o unos 20 cm en la bañera) y agrega el agua de la botella (agítala bien antes de
usar).
Enciende la vela cerca de ti, pon los pies en remojo en el agua mientras miras la llama de la vela y repites:
“Sal de la vida, agua que purificas, esta llama envuelve de luz mi aura, de arriba hacia abajo, las oscuridades descargo”.
Imagina que una luz blanca y tibia te envuelve y barre de la cabeza a los pies las impurezas. Pasados unos instantes, sécate los pies, y masajéalos con el aceite. Tira el agua.
“Sal de la vida, agua que purificas, esta llama envuelve de luz mi aura, de arriba hacia abajo, las oscuridades descargo”.
Imagina que una luz blanca y tibia te envuelve y barre de la cabeza a los pies las impurezas. Pasados unos instantes, sécate los pies, y masajéalos con el aceite. Tira el agua.
RITUAL
PARA EDIFICIOS Y COMUNIDADES
Si
hay un ámbito problemático es el de las comunidades: peleas, rencores y envidias
circulan por los pasillos del edificio que habitamos. La convivencia con los
vecinos suele ser difícil y genera vibraciones y energías tensas y perturbadoras, que
incluso pueden traer problemas a los espacios comunes.
Con
la misma preparación que usaste para los espacios abiertos, limpia el picaporte/pomo de tu piso o apartamento y el pasillo. En la puerta de entrada de tu hogar, quema incienso y échale unos granos de sal gruesa. Repite:
“Fuera demonios, disueltos queden en este instante, ningún discípulo del maligno permanezca vivo por estos pasillos”.
“Fuera demonios, disueltos queden en este instante, ningún discípulo del maligno permanezca vivo por estos pasillos”.
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