¿Por qué te levantas por la mañana? Si bien esta pregunta puede parecer trivial al principio, si te tomas el tiempo de reflexionar sobre ella y responderla honestamente, es posible que te des cuenta de que apunta directamente al propósito de tu vida.
Todos
tenemos la necesidad de encontrar un propósito en la vida. Algunas personas
encuentran una manera de expresar su propósito en sus trabajos, en cambio otras
buscan oportunidades alejadas de su trabajo diario. Independientemente de cómo
lo hagamos, todos buscamos encontrar la mejor manera de contribuir a la vida,
de contribuir a la sociedad, al mundo para hacerlo mejor.
Para explorar nuestro propósito:
Pregúntate
regularmente sobre tu propósito
Usa las
respuestas para encontrar tu manera única de contribuir al mundo
No ignores
tu espiritualidad: sin duda puede ser una fuente de propósito
Da el
siguiente paso: pasa a la acción
Vive
plenamente!
El
propósito a menudo implica conexión, ya sea con otras personas, la naturaleza o
nuestra vida espiritual, y está intrínsecamente conectado con el resto del
modelo de bienestar que descubriremos a continuación.
El modelo
de bienestar consta de seis dimensiones: salud, medio ambiente, comunidad,
propósito, seguridad y relaciones.
El
bienestar está fuertemente vinculado a la felicidad y la satisfacción con la
vida y está influenciado por factores físicos, mentales, sociales, emocionales,
espirituales y ambientales. Cuando experimentamos bienestar, nos sentimos
conectados con el propósito, las personas y la comunidad. Estamos en paz,
llenos de energía, confiados y en control, resilientes y seguros. En resumen,
estamos prosperando.
El
bienestar se ve afectado por nuestra salud, así como por otros factores
ilustrados en el siguiente modelo de bienestar que vemos a
continuación:

Salud
Esta
dimensión abarca todos los aspectos de la salud: física, social, emocional,
mental y espiritual. Está influenciada por los alimentos que tomamos, cuánto
ejercicio hacemos, cómo manejamos nuestro estrés, cuánto dormimos, junto con
otras influencias sociales, ambientales y genéticas.
Propósito
Esta
dimensión se refiere a nuestro sentido de significado y dirección en la vida.
Incluye nuestras metas, valores y creencias. Tener un sentido de propósito
puede darnos una razón para levantarnos por la mañana y ayudarnos a sentirnos
realizados.
Relaciones
Esta
dimensión se refiere a nuestras relaciones cercanas con los demás. Incluye a
nuestras parejas, familiares y amigos. Las relaciones saludables pueden
brindarnos amor, apoyo y compañía.
Comunidad
La
comunidad en la que vivimos afecta nuestra salud, seguridad, acceso a la
educación y oportunidades económicas. El acceso, la equidad y el hecho de que
las personas se sientan o no conectadas tienen un impacto importante en nuestro
bienestar.
Seguridad
Esta
dimensión se refiere a nuestro sentido de seguridad y estabilidad. Incluye
factores como nuestra seguridad financiera, seguridad de vivienda y seguridad
física. Sentirnos seguros puede ayudarnos a relajarnos y concentrarnos en otros
aspectos de nuestra vida.
Medio ambiente
Esta
dimensión se refiere al entorno físico y social en el que vivimos y trabajamos.
Incluye el entorno construido: nuestros hogares, ciudades y lugares de trabajo.
También incluye el acceso a la naturaleza, así como al aire y agua limpios, y
la ausencia de toxinas. Los cambios en nuestro medio ambiente afectados por el
cambio climático tienen el potencial de erosionar todos los aspectos de nuestra
salud y bienestar.
Interconexiones
Todas
estas dimensiones están interconectadas. Por ejemplo, nuestra salud física
puede verse afectada por nuestro entorno, nuestras relaciones y nuestro sentido
de propósito. Nuestro sentido de propósito puede verse afectado por nuestra
comunidad, nuestra seguridad y nuestra salud.
Es
importante centrarse en todas estas dimensiones del bienestar para lograr una
vida plena y completa. Cuando descuidamos una dimensión, puede tener un impacto
negativo en las demás. Veamos a continuación, algunos ejemplos específicos de
cómo estas dimensiones se pueden afectar entre sí:
Una
persona que vive en un entorno contaminado puede tener más probabilidades de
desarrollar problemas de salud, lo que puede afectar su bienestar emocional.
Una
persona que se siente aislada de su comunidad puede tener más probabilidades de
experimentar soledad y depresión.
Una
persona que está desempleada o subempleada puede sentir una falta de propósito
y seguridad, lo que puede provocar ansiedad y estrés.
Una
persona que tiene problemas de salud mental puede tener dificultades para
mantener relaciones saludables.
Al cuidar
todas las dimensiones de nuestro bienestar, podemos crear una vida más
equilibrada y plena para nosotros mismos. Veamos algunos consejos para mejorar nuestro
bienestar en cada una de estas áreas:
Salud: seguir una dieta
saludable. Hacer ejercicio regularmente. Dormir lo suficiente. Controlar el
estrés.
Propósito: establecer metas para uno
mismo. Encontrar algo que nos apasione. Ayudar a los demás.
Relaciones: pasar tiempo con las
personas que amamos. Ser comprensivo y apoyar a los demás. Comunicarse abierta
y honestamente.
Comunidad: conectar con familia y
amigos. Ofrecer nuestro tiempo como voluntario. Participar en actividades
comunitarias.
Seguridad: los ataques a los derechos
humanos representan una amenaza para la dignidad humana, los medios de vida y
la seguridad. El racismo, la intolerancia y la falta de civismo tienen un
efecto corrosivo en el tejido social que nos une.
Medio ambiente: asegurarnos de que nuestro
hogar esté limpio y sea seguro. Pasar tiempo en la naturaleza.
Cuidar nuestro
bienestar es un proceso continuo. Habrá momentos en los que nos tengamos que
centrar en una dimensión más que en otras, pero si hacemos un esfuerzo
consciente para invertir un poco en cada una de ellas, podremos crear una vida
verdaderamente satisfactoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario