Sabido es que me he
pasado la vida huyendo de todas las religiones habidas y por haber, porque siempre he
considerado que nadie puede estar por encima de mí y mucho menos querer
gobernar mi vida a ningún nivel. Espero que os agrade y sea de mucha utilidad.
Nunca he sido una
persona rebelde porque he comprendido, ya desde mi tierna infancia, que soy un
ser libre y nada ni nadie puede poner barreras en mi camino. Esto ha hecho que
me diferencie del resto del mundo durante unos años muy complicados en mi país de
origen, España, ya que en esos momentos gobernaba una dictadura férrea fascista que
impregnaba de terror a una sociedad ya muy tocada. Pero aun así, jamás me he
rebelado contra nada ni nadie, simplemente he conducido mi vida de la forma que
mejor me ha parecido, haciendo caso omiso y oídos sordos a cualquier opinión ajena a mi
persona, incluso cuando ésta venía de personas muy cercanas a mí.
Esto ha hecho que se
me haya considerado muy tozuda y a veces rara y también muy dura, aunque de principios y convicciones muy firmes, algo que jamás me
quitó el sueño. En esta ocasión, os dejo los pasos necesarios para poder
liberarse de una carga, más que de una bendición, y principalmente en España. Supongo que en el resto del mundo se realizará de forma parecida, aunque no he encontrado información fidedigna al respecto y por ello no puedo ofrecer ninguna indicación.
Creo fundamental liberarse
de unas reglas y normas inventadas por ciertas personas que, bajo mi humilde
punto de vista, nunca han estado por encima de los demás aunque sí lo han creído y lamentablemente lo siguen creyendo, ya que de ser así habrían
estado también por encima del mismo Dios y eso es material y radicalmente imposible.
La primera invención de unos para dominar, controlar y manipular a los demás, fue el episodio de la expulsión del jardín del Edén. Dios jamás nos expulsaría de ningún lugar, porque sería ridículo que Dios se fuera a expulsar a Él mismo. Otra de las muchas invenciones, es hacernos creer que el ser humano necesita de intermediarios para contactar con Dios o, lo que es lo mismo, para contactar con un@ mismo. Y ésta es solo la punta del iceberg de un grupo o asociación que cree estar por encima de tod@s los demás y, lo que es más grave, que manipula de manera consciente a sus benévolos e incautos seguidores de la forma que más le conviene y ésto lo lleva hasta las últimas consecuencias sin importarle en absoluto cuáles son éstas.
La primera invención de unos para dominar, controlar y manipular a los demás, fue el episodio de la expulsión del jardín del Edén. Dios jamás nos expulsaría de ningún lugar, porque sería ridículo que Dios se fuera a expulsar a Él mismo. Otra de las muchas invenciones, es hacernos creer que el ser humano necesita de intermediarios para contactar con Dios o, lo que es lo mismo, para contactar con un@ mismo. Y ésta es solo la punta del iceberg de un grupo o asociación que cree estar por encima de tod@s los demás y, lo que es más grave, que manipula de manera consciente a sus benévolos e incautos seguidores de la forma que más le conviene y ésto lo lleva hasta las últimas consecuencias sin importarle en absoluto cuáles son éstas.
Para que esta
sociedad pueda evolucionar, aunque solo sea un poquito en esta era, es necesario que nos
demos cuenta de que nadie es superior a nadie y que Dios reside en cada uno de
nosotros sin importar procedencia, color o raza. Y, por supuesto, intentar alejarnos de aquellos que
proclaman justo todo lo contrario.
Vamos a ello
entonces.
Qué es apostatar??
Apostatar – (Del lat. apostatāre).
1. Negar la fe de Jesucristo recibida en el bautismo.
Tal y como indica el
diccionario de la RAE, el acto de apostatar o apostasía implica renunciar a la
fe católica, a la Iglesia y a todos sus preceptos. Así la define también el
canon 751 del Código de Derecho Canónico. En la práctica, significa anular el sacramento
del bautismo, por el que se nos declara católicos de facto, y romper todo lazo
con la Iglesia católica. Además, y sobre todo, apostatar es un derecho que
tiene cualquier católico en base a la libertad de culto que recoge la
Constitución Española y, como tal, se puede ejercer con total libertad. Por
otra parte, la Ley Orgánica 1/2002 del 22 de marzo, que regula el Derecho de
Asociación, estipula que “nadie puede ser obligado a constituir una asociación
o a permanecer en su seno”. Incluso el propio Código Canónico señala en sus
cánones 1.086 y 1.024 que la apostasía se debe realizar mediante acto formal.
De ello se desprende que apostatar no es ninguna tontería inventada por
cualquiera sino que son la propia Iglesia Católica y nuestra Constitución las
que regulan dicho acto.
Hoy día, la cifra de
ateos, agnósticos y católicos no practicantes es muy alta. Muchos ciudadanos
fuimos bautizados por el mero hecho de haber nacido en un país con determinadas
costumbres. Es algo que no pudimos decidir en su momento y que nos ha obligado
a formar parte de una institución que, por una razón o por otra, simplemente no
nos representa. Apostatar es para muchos la opción lógica y coherente para
acabar con los lazos que les unen a la Iglesia Católica. Sin embargo, apenas
hay información disponible sobre el tema y muchos no apostatan por no saber
cómo se hace, por creer que es un trámite complicadísimo o por desconocer que
pueden ejercer este derecho.
En este ENLACE
encontraréis toda la información necesaria para comprenderlo mucho mejor y por
supuesto para llevar a cabo la apostasía y ser libres nuevamente, tanto de obra como de pensamiento.
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