En este post
intentaré explicar, de la manera más breve posible, la diferencia entre
Lecciones Kármicas y Deudas Kármicas, ya que parece que una mayoría de la gente
no conoce esta diferencia; incluso a menudo se cree que es lo mismo.
El poder del Karma
deriva directamente de la ley Universal de Causa y Efecto. Por tanto, todo
cuanto sucede ha tenido una causa anterior.
Las Lecciones
Kármicas de la vida de una persona reflejan lo que esta persona no tiene o que
resultan demasiado débiles y le obstaculizan el triunfo o el avance en
cualquier sentido de su vida. Hacen referencia a las experiencias u
obligaciones que en alguna vida pasada evitó o eludió, y que en la vida
presente se alzan como barreras en contra del triunfo, a no ser que se realice
un esfuerzo consciente para derribarlas.
En mi trabajo habitual,
determino las Lecciones y/o Deudas Kármicas de un consultante a través de la
Numerología, que hasta la fecha es la única ciencia que me ha demostrado con
creces que puede mostrar esos caminos a veces tan inescrutables para el ser
humano.
Como ya hemos dicho
antes, no es lo mismo una Lección Kármica que una deuda Kármica, ya que no
todas las personas están obligadas a enfrentar Deudas Kármicas. Eso solo deben
hacerlo los que en alguna vida anterior abusaron de las leyes naturales y en
esta vida deben pagar el precio.
No existe un gran
número de Números Kármicos Maléficos o Malignos, que es como se denominan estas
Deudas. Y aunque no suenen demasiado bien, siguen siendo lecciones que nos
llevan a ganar la experiencia necesaria en nuestra vida y por supuesto el
aprendizaje para nuestra alma. Habitualmente, estos números suelen aconsejar la
forma de ajustar la vida de la persona en cuestión, para que la debilidad no le
produzca continuas aflicciones o problemas.
Si bien cualquiera
de estos periodos, en los que uno debe pagar una Deuda Kármica, pueden a veces
aparecer como calamidades en la vida de una persona, deben tomarse como pruebas
de experiencia absolutamente enriquecedora. Una de las Leyes Universales
establece que cada ser humano debe pagar por las transgresiones cometidas en
esta encarnación u otra anterior. De igual manera, se cosechará también la
recompensa de cualquier acción realizada con el corazón. Si una persona
comprende estas advertencias y desea equilibrar sus malas acciones del pasado,
pagando su deuda, automáticamente cancelará el efecto lamentable de su Deuda
Kármica pendiente.
Por fortuna,
existen más personas cuyo aprendizaje tiene como base una Lección Kármica, y no
una Deuda Kármica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario