Este
ritual está diseñado para abrir las puertas entre nuestro reino y el reino de
nuestros antepasados y así facilitar
la comunicación con ellos.
No lo realices si sientes alguna reticencia o no estas plenamente segur@.
Veamos cómo
llevarlo a cabo.
Elementos:
1 Granada madura (fruta) y abierta por la mitad sin utilizar un cuchillo. Ábrela con las manos.
1 Vela
negra
2 Velas
blancas
1
Piedra de Obsidiana
1
Ramitas de Artemisa seca
1 Cono
de Carbón
Cuaderno
/ BOS
Elaboración:
Este ritual funciona mejor de noche. Comenzamos
limpiando nuestro espacio, sahumándolo con un incienso de cedro o quemando unas
ramas de salvia seca. Esto liberará de impurezas y negatividad el lugar, además
de invitar a espíritus positivos. También es importante protegerse de la forma
que más nos guste para proceder con este ritual.
A continuación,
tomamos la piedra de obsidiana en nuestras manos y pronunciamos el siguiente
conjuro:
"Encargo a esta obsidiana que abra una brecha
entre nuestro reino y el de mis antepasados. Que actúe como un conducto para
que mis antepasados puedan
decir su verdad esta noche. Que actúe como una puerta y una luz guía para
aquellos que busco. Para que ayude en mi mensaje, que puedan entenderme y que
yo pueda entenderlos a ellos".
Seguidamente,
colocamos la obsidiana negra delante de nosotros o si lo deseamos podemos
continuar sosteniéndola en nuestra mano. Entonces extraemos tres semillas de la
granada y las comemos mientras pronunciamos el siguiente conjuro:
"Fruto del inframundo y sangre de mis
ancestros, ayuda a unir este reino con la Tierra de los Muertos. Que los vivos
y los difuntos se comuniquen libremente esta noche".
A continuación,
colocamos la vela negra a la izquierda de nuestro altar o superficie de
trabajo, la vela blanca a la derecha y las mitades de granada entre ellas (vela
negra, granada, vela blanca). Encendemos el carbón y cuando está caliente, colocamos
un poco de artemisa sobre él.
Ahora prendemos
las dos velas y movemos la vela negra hasta colocarla junto a la vela blanca
mientras pronunciamos el siguiente conjuro:
"En esta noche, cuando el velo es fino y
salen los espíritus, llamo a mis antepasados, buscando orientación y consejo. Llamo
a los antepasados de mi línea familiar a mi altar para unirse a mí, aquí y
ahora, y guiarme en mi camino. Aceptad esta ofrenda de fruta junto con mi amor
y mi más profundo agradecimiento."
A continuación,
inclinamos la cabeza y permitimos que ellos participen en la ofrenda. Nos sentamos
en silencio y escuchamos cualquier mensaje que puedan tener para nosotros. Esto
lo podemos hacer cerrando los ojos o mirando la llama de la vela negra. Entonces
escribimos todo lo que veamos o escuchemos durante los siguientes minutos o
hasta que creamos que ya hemos recibido suficiente información. Algunas cosas
pueden no tener sentido en ese momento, pero anótalas igualmente, ya que
probablemente más adelante te ofrecerán algún mensaje.
Para
cerrar el ritual, agradeceremos a nuestros antepasados por haber venido y les
pedimos que se vayan pronunciando las siguientes palabras:
"Gracias, antepasados, que habéis venido a comunicaros
conmigo esta noche. Os lo agradezco sinceramente y espero que la ofrenda sea de
vuestro agrado. Ahora podéis partir y regresar a vuestros lugares de descanso.
No os demoréis. Obsidiana, negra como la noche, guía a las almas que fueron
llamadas hoy a esta casa. Este ritual ahora está cerrado".
Apagamos
las velas y dejamos la ofrenda en nuestro altar o superficie elegida durante la
noche. A la mañana siguiente, colocamos la granada afuera de la casa, en un jardín
o bosque.
Después
de realizar este ritual podemos sentir cierto cansancio, por lo que sugiero centrarnos,
comer algo y tomar un baño o ducha. A veces los espíritus pueden dejar una
especie de "pesadez" que debe ser eliminada. A continuación,
limpiamos de nuevo nuestro espacio.
Este tipo
de hechizo queda cerrado y finalizado por lo que no puede romperse. Así que si algún
espíritu persiste en nuestro lugar a pesar de haberlos despedido, simplemente
le pediremos que se vaya y limpiaremos de nuevo el espacio.
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