El desarrollo de las habilidades psíquicas es un tema que atrae y a veces también preocupa a muchas más personas de las que pensamos, aunque a menudo tengan cierto reparo en hacerlo público.
Con un mayor interés en nuestro bienestar espiritual, nos volvemos menos temerosos de lo que nos espera, especialmente cuando nos damos cuenta de que nuestras creencias en un poder superior y la capacidad de discernir los próximos eventos son nuestros canales directos hacia lo Divino.
La
espiritualidad y las habilidades psíquicas no tienen absolutamente nada que ver
con el lado oscuro, las maldiciones, el control o el ocultismo. En cambio,
cuando ejercitamos nuestra espiritualidad y habilidades psíquicas, estamos
flexionando un músculo que siempre ha residido en cada uno de nosotros. Cuanto
más conectamos con nuestra espiritualidad, más se abren nuestros chakras
superiores y por tanto, más propensos somos a poder conectar con el otro lado
del velo.
Todos
los días recibimos mensajes y todos los días tenemos sentimientos. Pero podemos
estar tan ocupados con la vida cotidiana que nos es difícil encontrar unos
minutos para calmar nuestras mentes. Auditamos todo lo demás, pero no nuestro
sentimiento no estructurado sobre las personas, los lugares y las cosas. Esto
no requiere mucho esfuerzo, pero requiere que dejemos de lado nuestra
programación anterior y sobre todo nuestros egos. Simple y literalmente debemos
soltar y acercarnos a Dios o como sea que cada uno llame a esa fuente o
consciencia superior.
Es imprescindible
liberarnos de cualquier negatividad a nuestro alrededor. Cuando comenzamos el
viaje para aumentar nuestra conexión espiritual, siempre es bueno rodearnos de
energía positiva. Es muy gratificante, por ejemplo, rodearse de luz blanca.
Incluso si uno elige no ir más allá, este es un paso que nos reporta
importantes beneficios como por ejemplo eliminar la negatividad en de nuestra
propia mente y en la de cualquier persona con la que tengamos contacto. Además,
nos protege y elimina bloqueos.
Siempre
debemos seguir nuestra primera impresión. ¿Cuántas veces hemos escuchado una
alarma en nuestr cabeza acerca de alguien o algo, pero al final la acabamos
ignorando debido a esas creencias preconcebidas con las que todos estamos inundados,
solo para descubrir que nuestra primera impresión era del todo correcta??
Cuando uno
tiene una sensación intuitiva de que algo no está bien, eso es ser psíquico.
Cuando uno tiene un presentimiento de que debe evitar un viaje, fomentar una
amistad o comenzar una forma diferente de trabajar, uno se está aprovechando de
sus habilidades psíquicas. A menudo, nos damos cuenta demasiado tarde de que
nuestra primera impresión fue correcta, y esto sucede porque no estamos
acostumbrados a escucharnos. Nos encanta
escuchar a los demás pero no a nosotros mismos. Estas primeras impresiones son
mensajes intuitivos y seguirlas es imprescindible cuando uno quiere convertirse
en una persona mucho más psíquica.
Nuestra
motivación debe permanecer siempre pura. Cuando uno se embarca en este viaje espiritual
y sobre todo quiere viajar hacia el poder intuitivo, no debe esperar ser psíquico
consigo mismo. No ganará la lotería ni obtendrá nada similar. Por supuesto, se desarrollará
una gran intuición sobre uno mismo, aunque en realidad no se usa para uno mismo
sino para los demás. Caso contrario, cada psíquico tendría una vida perfecta, y
ya hemos visto que no es así. Los psíquicos nos mantenemos como personas
normales, os lo aseguro por experiencia propia.
Alguien
dijo que estas eran palabras de Dios. La verdad es que nunca se lo he
preguntado… quizás un día lo haga. Dice: "Tendrás que aprender y pasar por
dificultades, pero si cuidas a mi gente de manera desinteresada y con motivos
puros, entonces Yo me ocuparé de ti”. Como he dicho antes, no sé si Él dijo
exactamente esto, pero sí puedo asegurar que se cumple cada día de nuestra
vida.
Podemos
poner en práctica nuestra intuición, haciendo lecturas para nuestros amigos y
familiares. Esta es una inmejorable manera de comenzar a indagar en nuestra intuición
y ver qué tal anda. Para ello, podemos hacer todo tipo de preguntas, ya sean de
ámbito económico, social, familiar, de relaciones e incluso de salud. Preguntar
es lo más importante y las respuestas llegaran. Estas preguntas las formulamos
en nuestra mente y esperamos a que la respuesta llegue. A veces no lo hace de
inmediato y tenemos que esperar unas horas o incluso algún día, pero siempre
acaba llegando.
Es importante
saber callar para poder escuchar las respuestas. Por ejemplo, podemos
preguntar: ¿Cómo está su salud? Refiriéndonos a alguien en concreto. Seguidamente
callamos, escuchamos y anotamos la primera respuesta que nos venga a la cabeza.
Y sobre todo, no pienses en ello, simplemente dilo en voz alta antes de que
tengas tiempo para racionalizarla. La primera impresión es la que vale, no
importa lo absurda que pueda parecer.
No hay
que tener miedo a equivocarse, solo estar pendientes de que nuestra mente y
egos permanezcan en silencio. Y si hace falta amordazarlos, lo haces. Debo indicar
que en no pocas ocasiones se reciben advertencias que no sucederán hasta mucho
tiempo después, así que es importante tomar nota de todo aquello que recibimos
para poder luego contrastarlo con exactitud.
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