Pocas
plantas de interior inspiran tanta leyenda como la rosa de Jericó, también
conocida como planta dinosaurio o de resurrección.
La rosa
de Jericó recibe el nombre de planta de resurrección por su increíble capacidad
de "volver a la vida" después de secarse por completo. Y aunque la
desecación puede sonar a desastre, en realidad es el secreto del éxito de esta
planta.
La rosa
de Jericó es un tipo de musgo nativo de las regiones desérticas donde el agua
es escasa, por lo que puede secarse por completo, retraerse por completo y
rodar, ayudada por el viento, hasta encontrar agua con la que revivir. Cuando
encuentra una fuente de agua, se despliega para revelar hermosas hojas verdes parecidas
a los helechos. Una vez que agota su suministro de agua, se seca nuevamente y rueda
hasta encontrar agua una vez más.
Historia de la rosa de Jericó
Es
importante tener en cuenta, que en realidad hay dos plantas a las que llamamos
Rosa de Jericó.
Primero está la Anastatica heirochuntica que es la verdadera rosa de Jericó. Esta planta
es nativa de los desiertos del noreste de África y Medio Oriente donde se
encuentra Jericó.
La
segunda planta es la Selaginella lepidophylla o la falsa rosa de Jericó. Esta
planta es realmente nativa de México y el suroeste de los EUA y su
funcionamiento es exactamente igual a la verdadera. También es más barata,
mucho más fácil de encontrar y se considera mucho más bonita que la verdadera
rosa de Jericó, por lo que esta es la planta que la mayoría de la gente elige.
Debido
a su increíble capacidad de aparentemente resucitar, la rosa de Jericó tiene un
papel en varias religiones del mundo. Los practicantes de Hoodoo a menudo la
utilizan en hechizos de prosperidad. La santería asocia la planta con el
espíritu del trueno y el rayo y la usa como una ofrenda espiritual. Las familias
católicas a menudo sacan su Rosa de Jericó para florecer en Navidad y Pascua
porque simboliza la resurrección de Cristo.
En realidad,
se puede almacenar esta planta en su estado seco y enrollado y sacarla cuando queramos
que florezca. Simplemente hay que guardarla envuelta en un papel y dentro de un
armario, teniendo cuidado de no aplastarla.
La verdad
es que es bastante difícil matar a una rosa de Jericó. Podemos dejar que se
seque por completo y estará como nueva cuando la volvamos a poner en agua. Lo
único que no debe hacerse es dejarla en agua durante mucho tiempo seguido, ya
que se acabará pudriendo.
El
truco es dejar que nuestra Rosa de Jericó descanse entre riegos en lugar de
dejarla en agua indefinidamente. Esto le permite secarse y refrescarse entre
períodos en el agua, lo que mantendrá viva la planta por mucho más tiempo. Estas
plantas son realmente muy longevas e incluso se han transmitido de generación en
generación.
Cuando
compres tu Rosa de Jericó, se verá como una bola de musgo seca y marrón, que es
básicamente lo que es. Tiene raíces, pero en realidad no necesitan adherirse,
por lo que no necesita tierra, es algo parecido a la hidroponía.
Para
"plantarla", llena una maceta pequeña o un recipiente sin agujeros de
drenaje con guijarros, grava, canicas, etc… y llénalo de agua hasta que las
piedras apenas estén sumergidas. Coloca la rosa de Jericó encima para que las
raíces toquen el agua. Debe colocarse en un lugar con luz indirecta.
Es preferible
utilizar agua destilada o agua del grifo reposada durante una noche para que el
cloro y cualquier otro químico se evapore antes de tocar la planta.
El agua
se cambia todos los días, dándole un día de descanso sin agua cada semana. Cada
dos semanas, deja que la planta se seque por completo.
Si lo
deseas, puede poner la rosa de Jericó en el suelo después de que haya estado en
el agua por un tiempo y comience a formar raíces. Entonces deberás mantener el
suelo siempre húmedo. Dicho esto, debes tener en cuenta que cuando se plantan
en tierra suelen crecer muchísimo.
No
dejes que la planta se caliente o enfríe demasiado. La mayoría de las
temperaturas ambiente están bien, pero ten cuidado con las corrientes de aire y
las ventilaciones. Aunque una rosa de Jericó es nativa de ambientes desérticos,
puede ser sensible a fluctuaciones extremas de temperatura.
La Rosa
de Jericó no necesita ser podada, pero puedes usar unas tijeras limpias para
eliminar las puntas muertas que no reviven cuando la planta está completamente
hidratada. Esto ayudará a mantenerla bonito y en buen estado.
Si se
coloca en agua tibia, la Rosa de Jericó debería abrirse en aproximadamente unas
cuatro horas, aunque es posible que no se abra por completo hasta pasados unos
días.
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