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lunes, 7 de enero de 2019

LOS ESPIRITUS DE LA NATURALEZA - COMO CONECTAR CON ELLOS

Los espíritus de la naturaleza son formas que pertenecen a las dimensiones superiores de consciencia, esencialmente cuidan de la naturaleza y no suelen ser vistos por los humanos.

Estos seres existen dentro y sobre nuestro mundo y son criaturas inteligentes y sensibles, pero esto no las hace humanas. Como nosotros, algunos son más inteligentes o evolucionados que otros. Hay muchos tipos diferentes, algunos viven en el interior de la tierra, otros en los océanos o en el viento y algunos en la atmósfera superior. Hay billones y billones de ellos viviendo y existiendo en una sola jerarquía, en un arco diferente de la evolución a la humanidad.

Para protegerse a sí mismos y su existencia, dedican sus vidas a trabajar sin llamar la atención. Parece que en el pasado solían mostrarse más a menudo a los humanos, pero hoy en día les parece demasiado imprudente, ya que los seres humanos hemos creado un mundo muy agresivo y duro. Muchos de los seres humanos vivirán sus vidas sin nunca ver un espíritu de la naturaleza, ya sean elementales, devas o hadas. De hecho, no estamos demasiado bien considerados en el mundo de estos espíritus, ya que destruir sistemáticamente el mundo natural que, no lo olvidemos, es ‘su’ hogar, y el planeta no es una buena carta de presentación.  

De dónde vienen los espíritus de la naturaleza??

Cuando el planeta Tierra acabó de formarse, se invistió de consciencia. Una parte de esa consciencia éramos nosotros, los seres humanos, y otra parte la naturaleza formada por animales de todo tipo y aquellos seres con consciencia que iban a dirigir a esa naturaleza al completo.

El aire, la tierra misma y las montañas. Todo está vivo y una gran parte es invisible al ojo humano. Así es hoy en día y así ha sido desde el principio de los tiempos.  El hecho de que muchos no estén familiarizados con estas formas de vida no significa que no existan. Si no existieran y gobernaran la naturaleza, sobrevendría un caos increíble en nuestro planeta. Gracias a su trabajo incansable y su esfuerzo inteligente, los seres humanos podemos disfrutar de nuestra hermosa tierra sin grandes obstáculos.

Tipos de elementales y espíritus de la naturaleza

Hay muchos tipos de elementales y espíritus de la naturaleza. Algunos cuidan las montañas, otros los arroyos, ríos y océanos. Sin embargo, otros viven dentro de los volcanes, bosques, parques y tormentas, y también los hay muy pequeños que residen en cada jardín y que cuidan de las flores y otras plantas. También tenemos nuestro propio deva corporal, que ayuda a mantener la salud de nuestro cuerpo en un momento dado. Lo increíble de todo esto es que funcione delante de nuestros ojos y muchos no tengan ni idea de ello!! Los encontramos en absolutamente cualquier lugar, en cualquier calle, barrio o casa.

La madre naturaleza

Nuestro planeta tierra es un ser sensible y la llamamos madre tierra por una simple razón; ella es realmente nuestra madre y así actúa en cada momento. Cada uno de nosotros vivimos sobre ella para evolucionar, y también los animales y otros reinos de la naturaleza. Ella nutre todo lo que se encuentra en su superficie, es un ser muy sabio y con muchos aspectos de conciencia. Los devas y los espíritus de la naturaleza surgieron de su conciencia y son expresiones de ella misma. Se podría decir que es la naturaleza misma, que es fuego, agua, aire y por supuesto tierra.

Los devas

Los devas son los espíritus de la naturaleza más altamente evolucionados que dirigen la miríada de elementales más pequeños. En última instancia, son los ángeles quienes dirigen o supervisan todo lo que está debajo, incluida la evolución humana, de modo que los devas trabajarán con los ángeles para que todo funcione según el plan divino.

Los ángeles hacen la voluntad de Dios y son los mensajeros y directores que ayudan a la humanidad a mantenerse en el camino. Así, en última instancia, los ángeles dirigen el mundo natural también. Sin embargo, cuando se trata de acción directa, recaerá en los devas para que funcione todo sin problemas y es por ello que existe una jerarquía ordenada. Los devas son los espíritus de la naturaleza más grandes y generalmente invisibles para el ojo humano no entrenado. Forman parte del reino angélico y sirven directamente al mundo de la naturaleza expresándose como uno de los 4 elementos. 


Deva es una palabra sánscrita de la tradición hindú que literalmente significa "brillar". Sin embargo, las culturas cristiana, judaica e islámica conocen a estos seres como ángeles de los que forman parte los querubines y los serafines. Una vez que ha comenzado su vida, el ser elemental o angelical asume cada vez más responsabilidades, cuidando áreas completas de la tierra o el mar y haciéndose responsable de los grupos de espíritus que forman parte de su séquito. Hay devas que se ocupan de pueblos y ciudades, así como también de zonas del campo. En la parte superior del árbol metafórico está el Deva Planetario, al que muchas personas llaman Gaia.

Existen en el mundo etérico que penetra en lo propio y se pueden ver o sentir con nuestros sentidos internos.

Los judíos los llaman shedim.
Los egipcios los llamaban Afries.
Los africanos los llamaron Yowahoos.
Los persas los llamaban Devs.

Existen tres grupos de Devas

1. Todos los elementales que trabajan con los dobles etéricos de la humanidad y todos los elementales que trabajan con los cuerpos etéricos de objetos inanimados. Los "devas violetas", que evolucionan a través del sentimiento y la educación de la humanidad, están en un camino evolutivo. Los elementales que se hallan por debajo de esa evolución, tienen como objetivo evolucionar hacia el reino deva con el color violeta.

2. Las hadas y los elfos construyen y colorean las flores; los elementales trabajan con las verduras, las frutas y todo el verdor que cubre la superficie de la tierra. También están conectados a este grupo los devas de la magnetización, que están conectados a piedras, los talismanes y los lugares sagrados de la tierra. Hay un subgrupo de devas que se encuentran alrededor de las habitaciones de los maestros que viven en la tierra.

3. Los que forman este tercer grupo trabajan con los elementales del aire y el mar, los silfos, las hadas de agua y los devas que cuidan a los seres humanos.

Los espíritus de la naturaleza

Los espíritus de la naturaleza están en su mayor parte compuestos de materia etérica. Su trabajo es construir las plantas. Canalizan las fuerzas etéricas que reciben para construir físicamente los patrones particulares que reciben de los devas. Son como los trabajadores físicos que realizan los planos arquitectónicos. Expresan gran alegría y se deleitan en su trabajo. Varían en tamaño desde una milésima hasta los elfos que miden entre 60 y 80cm de altura.

Los elementales realizan con alegría sus tareas. Cuando la humanidad dejó caer su vibración y descendió hasta la tercera dimensión, los elementales permanecieron en un estado superior. Es por esta razón que permanecen alegres y no se ven afectadas por las percepciones y/o creencias humanas como el miedo, la ilusión o escasez, y también por la misma razón no es fácil que un humano corriente pueda verles a menos que se ellos se muestren a consciencia.

Elementales de la Tierra, Aire, Agua y Fuego.

Hay distintos espíritus de la naturaleza que cuidan diferentes aspectos de la creación. Los espíritus de la tierra y el agua no tienen alas, pero sí los del aire y el fuego. A los elementales de la tierra los llamamos gnomos, a los del aire sílfides, a los del agua ondinas y a los del fuego salamandras.

Cada uno de estos seres actúa como intermediario entre el plano físico y los planos etérico y astral, facilitando las transferencias de energía y reduciendo las energías para poder ser utilizadas en el plano físico. Parte de sus tareas es limpiar y sobre todo limpiar energías, haciendo más ligeras las más pesadas y transformando la energía de nuevo a su forma superior.

Las Hadas, los Elfos, los Gnomos y Otros

Las hadas son bien conocidas y son las favoritas en cuentos y películas para niños. Sabemos que son personas pequeñas y amigables con cierto parecido a los humanos y que viven en jardines y bosques.

Hay muchas categorías de seres de la naturaleza y no todos se parecen a los humanos. Incluso tenemos nuestro propio deva, al que llamamos cuerpo deva que ayuda a nuestro cuerpo a crecer y a mantenerlo.

Los Elementales

Son cuatro los elementos básicos de la naturaleza: fuego, aire, tierra y agua. Dentro de cada uno de estos cuatro elementos hay espíritus de la naturaleza que son la esencia espiritual de ese elemento. Están compuestos de una sustancia etérica que es única y específica a su elemento particular. Son entidades vivientes que a menudo se asemejan a los humanos en forma pero que habitan en un mundo propio.

Los seres del reino elemental trabajan principalmente en el plano mental y son conocidos como "constructores de forma". Su especialidad es traducir las formas de pensamiento a formas físicas al transformar los patrones mentales en patrones etéricos y físicos. Cada uno de ellos es un especialista en crear alguna forma específica, ya sea un espacio electrónico o incluso interestelar.

Los elementales varían en tamaño desde más pequeño que un electrón a más grande que el espacio galáctico. Al igual que los ángeles, los seres elementales comienzan su evolución de tamaño pequeño y aumentan su tamaño a medida que evolucionan. Los elementales que sirven en el planeta Tierra materializan lo que recogen de los pensamientos y sentimientos de la humanidad. Esta relación estaba destinada a facilitar la manifestación del "cielo en la tierra".

Los elementales reciben las órdenes de los devas y no permanecen individualizados como lo sucede con los humanos. Estos seres están animados por el poder del pensamiento de los ángeles inferiores y también de las formas de pensamiento. Pueden ser formas de pensamiento etérico, pero tienen carne, sangre y huesos etéreos. Viven, se propagan en la primavera, comen, hablan, actúan y duermen. No pueden ser destruidos por elementos materiales como el fuego, el aire, la tierra y el agua porque son de naturaleza etérica. No obstante, no son inmortales. Cuando su trabajo termina, son absorbidos de nuevo por el océano de espíritu, aunque viven durante muchísimo tiempo, entre 300 y 1.000 años. Además, tienen el poder de cambiar su tamaño y apariencia casi a voluntad. No pueden, sin embargo, cambiar los elementos.


Veamos cómo podemos cooperar con los reinos de los devas y los elementales.

Comunicándose con los elementales

Los elementales se comunican con nosotros a través de imágenes telepáticas que presentan información sobre lo que saben y entienden. En primera instancia hay que creer en su existencia. Esto puede ser difícil para algunas personas educadas de una manera muy racional. Una vez que se ha cruzado el puente, encontramos un maravilloso mundo a la espera de ser explorado. A lo largo de los siglos, hemos creado una imagen de cómo se ven estos seres elementales y estas imágenes nos son devueltas. Por ejemplo, los gnomos son tradicionalmente vistos como pequeños seres humanos de entre medio y un metro de altura, como se muestra en el tradicional "gnomo de jardín". 

En cambio, si nos presentaran una imagen como por ejemplo una roca dorada, no podríamos identificarla como un espíritu elemental. De manera similar, un elemental de fuego se mostraría más como un ser ardiente en lugar de una simple "chispa de luz" brillante. Siempre se nos presentan imágenes mentales que reflejan nuestra comprensión de sus dominios. No solo leen nuestras mentes, sino que también son muy conscientes de nuestros sentimientos y conciencia espiritual. Una persona que no respeta la naturaleza nunca ganará su simpatía o apoyo. Los seres humanos no nos damos cuenta de la claridad con la que mostramos nuestro estado emocional en nuestros campos de energía individuales, y tampoco pensamos en que pueden leerse fácilmente por los espíritus de la naturaleza. Así que para ganarnos el respeto y la ayuda de los reinos elementales deberemos tener un amor verdadero por la naturaleza.

Comunicación con los elementales

Una vez, en una reunión en grupo, le pedí a un elemental del agua que rodeara a cada uno de los participantes y se sentara en sus manos. Una mujer vio por un cristal de roca transparente, que se disolvió y convirtió en una bola de energía giratoria antes de acabar convertido en una fina neblina. Como no había comentado a qué elemento le haría la petición, la mujer quedó perpleja por lo que había visto. En este caso, el espíritu del agua le mostró, a través de las imágenes, la transición por la que pasa del hielo al agua y al vapor. Ella lo había percibido con absoluta claridad porque se trataba de una persona muy sensible.

En otro caso, también en una reunión de grupo en plena naturaleza, un chico de repente se dio cuenta de que dos pequeños gnomos estaban cerca escuchando lo que se decía. Al darse cuenta de su pequeño tamaño, mentalmente les preguntó: "¿Por qué sois tan pequeños?" Justo había acabado de pronunciar su última palabra, que los dos seres crecieron hasta convertirse en dos gigantes, preguntándole si con el cambio se sentía más feliz. El muchacho, muy sorprendido, les dio las gracias y automáticamente los dos seres regresaron a su tamaño original, indicándole que podían adoptar el tamaño que más les conviniera según el momento.

Ejercicio de armonización con los elementales

Objetivo: Este ejercicio ayudará a comenzar el proceso de aprender a comunicarse con los seres elementales.
Tiempo: 20-30 minutos.

Para realizar este ejercicio necesitarás salir a la naturaleza. Encuentra un lugar donde puedas sentarse cómoda y tranquilamente en un jardín, parque o bosque. Si quieres comunicarte particularmente con seres acuáticos o de agua, necesitarás estar junto a un arroyo, lago o mar, y si es con el fuego puedes hacer una hoguera.

1. Cierra los ojos, realiza unas respiraciones profundas y relájate por completo. Sé consciente de las experiencias a través de todos tus sentidos: lo que ves interiormente en tu imaginación, lo que oyes, los sentimientos que experimentas y lo que sientes a través de tu cuerpo.

2. Imagina que tu corazón es una flor de caléndula amarillo brillante que se abre y envía tus sentimientos de amor a la naturaleza, pidiendo que los seres a tu alrededor hagan sentir su presencia.

3. Confía en tus percepciones, sobre todo ten paciencia y actúa sobre lo aquello que experimentes. Si por ejemplo, crees que hay un gnomo a tu lado, habla con él en voz alta y de manera clara, e intenta escuchar sus respuestas.

4. No te impacientes si no obtienes una respuesta inmediata. Los reinos de la naturaleza están ahí, solo tenemos que sintonizar con ellos y no es una tarea demasiado fácil después de haber vivido toda una vida desconectado de ellos. Para muchas personas reajustarse a este nuevo nivel de sensibilidad no es fácil pero tampoco imposible.

5. Una vez hayas iniciado el proceso, encontrarás opciones para comunicarte con los reinos de la naturaleza cada vez que te encuentres en un parque, jardín o bosque. Al enviar continuamente tu amor a través de tu corazón, estos reinos te escucharán y te responderán bailando junto a ti en tus paseos. La perseverancia y la paciencia te traerán sus recompensas.

*En este ENLACE a mi canal Youtube os dejo una preciosa meditación guiada que os llevará directamente a otra dimensión donde podréis contactar con los seres elementales de manera directa y segura. Espero que os agrade. 

Sanando la Tierra

Tratar de curar diferentes situaciones energéticas de la Tierra, sin la ayuda de los reinos elementales, es como intentar realizar una cirugía con los ojos vendados y utilizando únicamente el sentido del tacto. Estos seres son muy conscientes de lo que sucede energéticamente en el planeta, por lo que su ayuda tiene un valor inestimable. En primer lugar, necesitarás estar abierto a estos reinos a través de tu corazón y uno de las primeras formas para comenzar puede ser trabajar con cristales.

Muchas personas adquieren cristales como ayuda para esta conexión. Si tienes un cristal, te sugiero que lo tomes en tus manos y durante unos minutos sientas su energía, o al menos la energía del lugar desde donde se extrajo. Por otro lado, es bastante difícil sentir algún tipo de bienestar  en esos lugares de extracción mineral y muy a menudo los cristales están bastante traumatizados. De hecho, en algunos casos se puede incluso percibir la indignación y enojo de las fuerzas elementales debido al daño infligido en sus dominios. 

Los cristales son muy hermosos, pero no debemos olvidar que tienen su papel en el paisaje donde se originaron. Así, la extracción de los cristales puede causar desequilibrio en la zona de origen. Lo primero que debemos hacer, si poseemos un cristal, es enviar un pensamiento de sanación al área donde se originó el cristal. También podemos comunicarnos con el cristal, pidiéndole perdón por lo que se ha hecho, pero haciéndole saber que la distribución de estas piedras semipreciosas puede ayudar a las personas a encontrar un nuevo nivel de respeto y comprensión hacia la Tierra.

Los Seres de Cristal

Muy pocos cristales que se encuentran en tiendas o exposiciones tienen en su interior un ser elemental de la Tierra completamente desarrollado. Si así lo deseamos, tenemos la opción de invitar a un ser elemental a unirse a nuestro cristal. También es aconsejable sacar nuestros cristales a la naturaleza de vez en cuando, preferiblemente lejos de las personas y colocarlo en el suelo. Entonces podemos pedir ayuda a Gaia, el Espíritu de la Tierra, y explicarle para qué vamos a utilizar nuestro cristal y cómo podría éste ayudarnos en nuestro trabajo de sanación o desarrollo interno. 

El siguiente paso sería invitar a un ser elemental a entrar en el cristal para trabajar con nosotros. Si nuestra intención es clara y sincera, nuestra solicitud será respondida y se nos entregará un nuevo aliado. A continuación, deberemos dedicar algún tiempo a desarrollar un nivel óptimo de confianza mutua y comprender cómo esta esencia en particular puede ayudarnos y cómo nosotros podemos ayudarlo a él, tratando de comprender su naturaleza única.

Trabajando con los Elementales

Una vez que se ha comenzado a establecer una conexión con un espíritu elemental, nos pueden ayudar de muchas maneras. Los elementales de la Tierra son, por lo general, los más sencillos de contactar, siendo el fuego el más difícil. Sin embargo, también se sienten atraídos por nuestra naturaleza interior, de modo que una persona naturalmente ardiente atraerá más fácilmente a una Salamandra, más que una persona que sea muy tranquila.

En los templos del pasado, por ejemplo en el antiguo Egipto, se invitaba a las fuerzas elementales a ayudar en todo tipo de tareas. Son excelentes guardianes psíquicos y su ayuda puede solicitarse cuando se necesita una protección sólida. Por ejemplo, los gnomos cuidarán de nuestras posesiones, mientras que a los silfos o elementales aéreos les encanta viajar en el capó de nuestro coche y protegernos mientras viajamos. También se pueden invocar para nuestros trabajos mágicos.

Los espíritus de la Tierra

Los espíritus de la naturaleza de la Tierra son llamados gnomos.

Subgrupos:
Brownies
Dríadas
Durdalis

Espíritus de la Tierra
Evles
Hamadryads
Sartenes
Pigmeos
Silvestres
Sátiros

Espíritus del Fuego  las Salamandras

Las salamandras son los espíritus del fuego. Sin estos seres, el fuego no podría existir. No es posible encender un fósforo sin que haya una salamandra presente. Hay muchas familias de salamandras que difieren en tamaño, apariencia y dignidad. Algunas personas las han visto como pequeñas bolas de luz, pero generalmente se las percibe en forma de lagarto y de aproximadamente unos 30cms o más de largo.

Las salamandras son consideradas las más fuertes y poderosas de todos los elementales. Su gobernante es un magnífico ser llameante llamado Djin. Aquellos que lo han visto dicen que es terrible y de apariencia impresionante.

Las salamandras tienen la capacidad de ampliar su tamaño o disminuirlo, según sea necesario. Si alguna vez necesitas encender una fogata en el desierto, llama a las salamandras y ellas te ayudarán.

También se ha dicho que las salamandras (y los otros seres elementales) a veces pueden ser maliciosas. Por ejemplo, un temperamento ardiente y condiciones inarmónicas en el hogar de una persona pueden causar problemas a estos seres. Son como niños que no entienden completamente los resultados de sus acciones. Están muy afectados, como todos los espíritus de la naturaleza, por el pensamiento de la humanidad humana.

Los espíritus del Aire – las Silfides

Los silfos son los espíritus del aire. Su elemento tiene la tasa vibratoria más alta de las cuatro. Viven cientos de años, a menudo alcanzan los mil y nunca parecen envejecer, y residen en las cimas de las montañas. El líder de los silfos es un ser llamado Paralda, que se dice que habita en la montaña más alta de la Tierra.

Los silfos a menudo asumen forma humana pero solo por períodos cortos de tiempo. El tamaño varía desde ser tan grande como un ser humano hasta uno mucho más pequeño. Son volátiles y cambiantes. Los vientos son su vehículo particular. Trabajan a través de los gases y éteres de la Tierra y son amables con los humanos. Por lo general, se ven con alas, y se parecen a los querubines o las hadas. Debido a su conexión con el aire, que está asociado con el aspecto mental, una de sus funciones es ayudar a los humanos a recibir inspiración. Los silfos son atraídos a aquellos que usan sus mentes, particularmente aquellos seres humanos que trabajan en las artes creativas.

Los espíritus del Agua – las Ondinas

Las ondinas son los seres elementales que componen el agua. Son capaces de controlar, en gran medida, el curso y la función del elemento agua. De naturaleza etérica, existen dentro del agua y es por eso que no pueden verse con la visión física normal. Estos seres son hermosos de ver y además son muy gráciles. Se les ve a menudo montando las olas del océano. También se pueden encontrar en piscinas rocosas y en zonas pantanosas. Están vestidos con una sustancia brillante que parece agua pero que brilla con todos los colores del mar, predominando el verde. El concepto de la sirena está conectado con estos seres elementales.

Las ondinas también trabajan con las plantas que crecen bajo el agua y con el movimiento del agua. Algunas ondinas habitan en las cascadas, mientras que otras viven en ríos y lagos. Cada fuente tiene su ninfa. Cada océano tiene su ondina. Las ondinas se parecen mucho a los humanos en apariencia y tamaño, a excepción de las que habitan arroyos y estanques que son más pequeñas. Las ondinas a menudo viven en cuevas de coral bajo el océano o en las orillas de lagos o riberas de ríos. Las más pequeñas viven bajo las hojas de los lirios.

Las ondinas trabajan con las esencias vitales y los líquidos de las plantas, los animales y los seres humanos. Están presentes en todo lo que contiene agua. Hay muchas familias de ondinas. Son seres emocionales, muy amigables y abiertos al servicio de los seres humanos.

Las ondinas más pequeñas a menudo son vistas como seres alados que la gente ha llamado erróneamente hadas. Esos seres alados se ven cerca de flores que crecen en áreas acuosas. Sus alas y sus ropas son de telaraña.  

Subgrupos:

Limoniadas
Sirenas
Naiadas
Oceanidas
Oreadas
Potamidas
Criadas del mar
Espíritus del agua

Las imágenes que siguen fueron tomadas y proporcionadas por un profesor universitario británico que quedó estupefacto al ver a los diminutos seres. Las dos últimas imágenes son ampliaciones de la primera para observarse mejor. 



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