Después del despertar espiritual, lo habitual es que la motivación simplemente desaparezca de nuestra vida.
Quizás
tenías metas, sueños, planes y un fuego interior que te impulsaba hacia
adelante pero de repente, al despertar, te encuentras mirando la misma vida y
todo se siente diferente, ni mejor ni peor, solo más vacío. Las cosas se
sienten como si aquello que una vez te levantó de la cama ya no importaran en
absoluto. Los sueños que una vez te emocionaron ahora se sienten como si fueran
de otra persona. Los planes que hiciste de repente parecen demasiado pequeños o
incluso demasiado insignificantes. Te sientes como un globo al que se le han
quitado el aire.
Esta es
una de las partes más comunes y también menos comentadas del despertar espiritual
y hace que la gente entre en pánico. ¿Por qué siento que ya no me importa nada?
¿Por qué no puedo seguir adelante? ¿Dónde se fue mi pasión? ¿Por qué no me veo
como antes? Da miedo cuando la llama interior en la que confiabas desaparece,
pero esta es la verdad: tu antigua motivación no ha desaparecido sino que ha
sido reemplazada y lo que estás pasando no es el colapso de tu vida sino el
realineamiento antes de despertar completamente.
Gran parte
de tu motivación provenía del ego y conste que esto no es un juicio, sino es
simplemente cómo nos han condicionado. Nos enseñaron desde el principio que
necesitamos ser alguien para tener éxito, lograr ser queridos, ser
impresionantes. Nos dijeron que persiguiéramos nuestros sueños, alcanzáramos
nuestras metas y avanzáramos constantemente, pero rara vez nos preguntaron. Una
pregunta importante: ¿por qué el ego tiene cien respuestas para demostrar tu
valía, ser visto, evitar el fracaso, sentirse seguro, hacer que la gente se sienta
orgullosa, evitar la vergüenza, ser admirado?? Y la lista continúa.
El
problema es que todas esas razones se basan en el miedo, el miedo a no ser
suficiente, a no dar suficiente, el miedo a ser olvidado, el miedo a ser
rechazado, el miedo a no ser amado. Así que, si bien la motivación podía
parecer ambición, a menudo se basaba en el miedo a quién serías sin el éxito.
El
despertar espiritual lo elimina, arroja luz sobre las ilusiones y nos hace ver
lo que realmente había detrás del impulso. Entonces empiezas a ver que mucho de
lo que hacías no era por amor, alegría o paz, sino para llenar un vacío que no
se podía llenar. Y cuando pierdes el gusto ves esa verdad y no puedes seguir corriendo
con el mismo combustible, pierdes el gusto. Es como despertar de un sueño en el
que estabas corriendo en una carrera y darte cuenta de que la carrera nunca fue
real. Por eso, después de despertar, a menudo uno siente que ha topado con un
muro. Las metas por las que solías trabajar se sienten huecas. Los logros que
una vez anhelaste ahora se sienten tontos. Incluso cosas como construir una
carrera, obtener reconocimiento o ser productivo pueden parecer de repente
insignificantes. Te sientes vacío, irrelevante. No es que no te importe, es que
ahora puedes ver a través de ello.
Puedes ver
que ningún éxito puede darte lo que realmente buscas: paz, amor, verdad,
libertad. Pero aquí es donde se complica el asunto, cuando la gente pierde su
antigua motivación. A menudo asumen que algo anda mal. Empiezan a pensar que
están rotos, deprimidos, perezosos, desenfocados. Pero lo que realmente está sucediendo
es algo sagrado. Están en una transición. Están en el vacío. En el espacio
entre historias. La identidad que perseguía cosas se está disolviendo. Y lo que
la reemplaza aún no está listo para hablar. Este espacio a menudo se llama el
vacío. Se siente como un lugar oscuro, tranquilo y sin rumbo. Ya no eres la
persona que solías ser, pero aún no estás seguro de en quién te estás
convirtiendo. Es incómodo, es desconocido y nuestras mentes odian la extrañeza,
así que entramos en pánico. Intentamos volver. Intentamos remotivarnos a la
antigua usanza. Buscamos trucos, rutinas, listas de tareas, libros de
autoayuda. Intentamos volver a poner en marcha el motor, pero el motor se ha
ido y ningún esfuerzo lo traerá de vuelta.
Intentar
forzarte a estar motivado de nuevo, como hacías antes, es como intentar
conectar un nuevo sistema a una fuente de energía obsoleta y no funcionará
porque tu antigua motivación venía de la separación, de pensar que estabas
separado. La separación de creer que tenías que volverte más consciente. El
despertar revela que ya estás completo, que ya eres suficiente, que ya eres
divino. Y cuando realmente lo ves, ya no hay razón para perseguir nada.
Entonces, ¿dónde te deja eso si no estás persiguiendo nada? ¿Estás estancado?
La vida
está vacía pero el vacío que sientes no es la ausencia de vida, es la ausencia
de ilusión. Y cuando dejas de aferrarte a la ilusión haces espacio para que
surja algo real. Pero esta es la parte que la mayoría de la gente pasa por
alto: la nueva motivación después del despertar no se parece a la anterior, es
más silenciosa, más suave, no ruge como la ambición sino que susurra como la
intuición, no se alimenta de la presión sino que fluye de la paz, no proviene
de la fuerza porque surge de la presencia. Esta nueva motivación proviene de la
alineación.
No actúas
porque debas o porque tengas que hacerlo o porque tengas miedo de no hacerlo.
Actúas porque algo dentro de ti te mueve, un tirón silencioso como la marea que
arrastra las olas. Te sientes llamado, no empujado. Te sientes invitado, no
ordenado. Empiezas a hacer cosas no para llegar a ninguna parte, sino porque
sientes que es cierto. Es cuando creas no para impresionar, sino porque tu alma
quiere expresarse. Ayudas no por elogios, sino porque el amor fluye a través de
ti. Hablas no para convencer, sino porque la verdad necesita voz. Pero este
tipo de motivación lleva tiempo. Para darte cuenta, tienes que silenciarte,
tienes que bajar el ritmo. Y en un mundo que venera la velocidad y la
productividad, eso puede parecer incorrecto, pero no lo es, es real. No estás
siendo perezoso, te están reconectando y eso requiere quietud, requiere
rendición.
Entonces,
¿cómo te reconectas? Deja de mirar hacia afuera con propósito de esta nueva
manera. Primero, deja de mirar hacia afuera. Tu propósito no es algo que
encuentres en el mundo, es algo que se revela cuando dejas de intentar ser
alguien. Permítete estar vacío por un tiempo. Permítete no saber. Ahí es donde
comienza la verdadera claridad. Luego presta atención a lo que te trae paz, no
emoción, no adrenalina. Paz, lo que calma tu sistema nervioso. Sé curioso, lo
que te hace respirar más profundamente. Ahí es donde habla tu alma. Sigue ese
sentimiento. Esa es tu brújula. Siente curiosidad pero no de una manera
presionada, sino con delicadeza. ¿Qué te parece interesante? ¿Qué te parece
bien? Si no intentaras ser alguien, ¿qué harías hoy? Te sorprendería lo simple
que es la respuesta. Tal vez darías un paseo, llamarías a un amigo, escribirías
algo, cantarías, crearías algo o cocinarías. No tiene que ser importante,
simplemente tiene que ser.
Sé real.
Ser real y servir de nuevo, no de la forma que se espera de ti, no para ser una
buena persona, sino porque dar te conecta con la vida, ayudar a los demás sin
necesitar nada a cambio te recuerda tu plenitud, cambia tu energía de la
carencia al amor y en ese amor, el propósito despierta. Mantente paciente. El
despertar no es una línea recta. Habrá días en los que te sientas profundamente
conectado y días en los que te sientas totalmente perdido. Está bien. No se
trata de permanecer en una vibración alta todo el tiempo, se trata de ser
honesto contigo mismo y dejar ir.
Que sea
suficiente cualquier cosa porque incluso los días perdidos son sagrados y, eventualmente,
algo hermoso sucede. Dejas de buscar un propósito y te das cuenta de que tú
eres el propósito. Tu presencia, tu consciencia, tu ser, la paz. Llevas el
amor. Tú eres el propósito. Irradias y eso es todo, ese es el punto. Y desde ese
estado, la acción fluye naturalmente. No la fuerzas, no la planeas, simplemente
la sigues. Un día te despiertas y te das cuenta de que estás haciendo cosas de
nuevo, pero no por presión sino por paz. Estás creando de nuevo, pero no por
validación sino por alegría. Te mueves de nuevo, pero no para escapar sino para
expresar. Ya no estás persiguiendo el significado. Estás viviendo esta nueva forma
de ser. La estás viviendo aunque no tendrá sentido para la vieja mente. El ego
dirá: "¿Pero qué hay de las metas, qué hay del dinero, qué hay de la
productividad?". Y esas cosas pueden seguir importando, pero ahora lo
hacen de una manera diferente. Ya no estás esclavizado a ellas. Ya no buscas
identidad a través de ellas. Puede que aún inicies un negocio, un proyecto o
persigas un sueño, pero ahora no se trata de convertirte en alguien, se trata
de dejar que la vida fluya a través de ti. No necesitas demostrar nada. Ya no
necesitas demostrar nada. No necesitas lograr tu camino hacia la dignidad. Eres
digno ahora tal como eres, no por lo que haces, sino por quién eres.
Así que si has perdido la motivación después de despertar, no te asustes. No intentes arreglarte porque no estás roto, solo te estás transformando, estás siendo guiado fuera de la ilusión y hacia la verdad. Y la verdad no grita sino que susurra, te empuja, espera, deja que te encuentre. Llegará el día en que tu energía regrese, no la antigua, sino una nueva. Es más firme, más verdadera, más amable y no proviene del miedo sino del amor, y cuando lo hagas, mirarás atrás y te darás cuenta de que el vacío que temías era en realidad, era el espacio sagrado donde tu verdadero yo podía hablar y ahora, sin nada que te persiga, finalmente puedes vivir con plena libertad como tú, porque tú eres el propósito y el mundo te necesita, no la versión de ti que tanto se esforzaba por ser algo, sino la versión de ti que recuerda que ya eres todo lo que buscabas.

Hola guapa!, con este post tuyo ha resonado mucho, estoy en mi etapa de despertar, cuando era niña siempre tuve muy buenas notas hasta adolescente, sin embargo vivía en un hogar disfuncional y nada me llenaba en esta vida… simplemente quería trabajar en algo y conocer al amor de mi vida pero mis padres querían que yo tenga un buen puesto laboral y mucho dinero, sin embargo mis tíos tenían mucho dinero y siempre nos excluían por no tenerlo y todo impuesto y crecí con la creencia inconsciente que tener dinero te volvía malo y a la vez caminaba en ese mundo que dices… tener una profesión , un buen puesto laboral y dinero me daría la felicidad en mi vida y aunque mis padres esperaban mucho pues yo siempre fui muy emocional los problemas de casa me afectaban, mi abuelo enfermo de cáncer varios años y yo francamente no tenia motivación de ser la excelente académica, mis promedios se fueron abajo y termine la carrera con un 6 o 12 cuando mi promedio empezó con un 8, algo pasaba… quizás como dices fue el primer llamado y no le hice caso… venga! una segunda carrera …pero si mi sueño siempre fue trabajar en algo que me genere ingreso y tener libertad de conocer a un hombre con quien formar familia… el puestazo nunca me quito el sueño y vino el covid que me hizo parar y estaba regresando a mi la idea de culpa y mal pero…ahora justamente todas esas emociones pues me han pasado factura… mal de salud, sin trabajo y el amor pues ya tengo 38 años y mi sueño era convertirme en madre… ahora estoy sopesando todo y no se que haga finalmente con lo laboral pero primero le estoy dando prioridad muchísimo a sanar mi niña herida y mi recuperarme de salud totalmente. También comprendí finalmente que el amor me lo dar a mi misma y amarme mucho para conocer a alguien pero yo no le veo sentido ya tener una pareja si no se tienen hijos y las mascotas me gustan pero las puedo tener sola…asi que bueno replanteándome muchas cosas nuevamente en mi vida y ya sin presiones de lo que dice la sociedad, mi familia sino de lo que yo realmente quiero para mi vida . Muchas gracias! por compartirnos tus escritos tan bonitos. Bonita semana y bendiciones.
ResponderEliminarBuenas noches, querida. Muy interesantes tus reflexiones. Realmente, nada de lo que mencionas es importante porque no estamos aquí para nada de eso. Esto es un juego y tenemos que saber jugarlo sin morir en el intento. Juega bien. Un gran abrazo 🤗🤗🤗
EliminarHola Noor, sii la verdad...desde que era pequeña lo material no me ha llenado y estaba siguiendo una dirección en piloto automático y estoy aprendiendo a conocerme mejor, estoy aprendiendo a tener gratitud cada dia aunque aun sienta las dificultades. Espero mas adelante a volver a comentar que se me acomodo mejor todo . Un abrazote también para ti :)
ResponderEliminarEspero que así sea. Un beso fuerte 😘😘😘
Eliminar