El mundo tridimensional es donde se utiliza la memoria para acceder al conocimiento. En el mundo de la quinta dimensión, el conocimiento intuitivo es la forma de operar.
Cuando nos
sentimos cada vez más "fuera de tiempo", es porque el mundo de la
quinta dimensión no requiere tiempo. Intuitivamente dejamos de hacer lo que
creemos que debemos o necesitamos hacer para simplemente hacer lo que nos
parece correcto, nada más. A medida que los recuerdos se desvanecen, la
capacidad innata de responder intuitivamente toma el control. En ese instante,
simplemente debemos confiar en que sabemos lo que necesitamos saber en cada
momento. Perder la memoria es un al final una bendición, y no me refiero a
perder la cabeza. En esencia, esto acaba siendo empoderador.
En caso de
que alguien aún no se haya dado cuenta, el mundo que conocemos está cambiando rápidamente.
Nosotros, como especie, evolucionamos hacia versiones más avanzadas de nosotros
mismos.
Aunque esto
no es algo que probablemente escuchemos en las noticias, se habla mucho en las
comunidades espirituales sobre la "mejora" que estamos atravesando
como colectivo humano debido a nuestro cambio planetario de la tercera dimensión
a la quinta.
Lo que se
ha denominado "el cambio de época" y "la edad de oro" es lo
que está detrás del despertar espiritual que muchos humanos están
experimentando en este momento.
Aquellos
que están en la primera línea de esta ascensión planetaria comienzan a darse
cuenta de que la vida ya no es como antes. La realidad ya no es lo que parecía
hace 10 o 20 años.
La
perspectiva humana está cambiando rápidamente de un mes a otro, de un año a
otro, para aquellas personas que están en sintonía energética con este gran
cambio. Uno de los muchos síntomas de la ascensión implica poder acceder a más
de nuestras percepciones extrasensoriales.
Esto puede
manifestarse de muchas maneras. Cosas como la clariaudiencia (escuchar
música/sonidos de la materia u otras dimensiones), las habilidades psíquicas,
la visión del aura o la energía, son algunas habilidades con las que podemos
sintonizar a medida que elevamos nuestra vibración y frecuencia.
Una
percepción extrasensorial que se convierte casi en una parte básica de nuestra
relación con la realidad, a medida que comenzamos a residir principalmente en
la quinta dimensión, es la intuición.
A medida
que elevamos nuestra conciencia, comenzamos a ver que la intuición ya no es un
momento de iluminación aleatorio que rara vez sucede, sino que se convierte en
una forma de vida. La intuición en realidad se convierte en nuestro principal
sistema de guía interno.
La intuición
es una señal clara de que conectamos con nuestro sistema de guía espiritual
interior; es una señal directa de nuestro yo más profundo y de que navegamos
desde nuestro verdadero centro.
Es posible
que en el pasado se pensara que la intuición era una especie de razonamiento
sin razonar que solo los psíquicos o médiums usaban para contactar con el
"otro lado". Pero para aquellos que se basan principalmente en la
quinta dimensión, la guía intuitiva ha adquirido un significado completamente
nuevo.
A medida
que las creencias egotistas y los miedos de la mente comienzan a sanar y
desmoronarse, todo lo que queda es la conciencia en su lugar. Cuando una
persona comienza a residir en esta conciencia pura, también podemos decir que
está operando desde el alma en lugar de desde la mente.
Cuando el
alma dirige el espectáculo, podéis estar seguros que la vida se vuelve mucho
más fácil y sin esfuerzo. Nuestro camino de menor resistencia comienza a
presentarse porque nuestro ego ya no lo duda ni lo descree.
Las
decisiones lógicas se desvanecen para dar paso a una conciencia mucho más
elevada que se convierte en el sistema GPS de nuestra vida, lo que, en
consecuencia, nos pone en alineación directa con los deseos más profundos de
nuestra alma y el destino más satisfactorio.
En lugar
de pensar en el camino de uno a través de la vida, comenzamos a sentir nuestro
camino, y esto lleva a las personas a los momentos perfectos de estar en "el
lugar correcto en el momento correcto". Las sincronicidades y los milagros
se convierten entonces en una forma de vida natural.
Pero no
debemos llevarnos a error, vivir intuitivamente es una habilidad que debe
practicarse y fortalecerse con el tiempo. Uno no pasa de estar plagado de miedo,
dudas y escepticismo, a directamente recibir empujones intuitivos de su yo
superior y seguirlos fácilmente. Debemos ser conscientes que esto conlleva
tiempo, práctica y aprender a contactar con la quietud interior para cultivar
este regalo.
Es importante
recordar que la intuición de una persona no funciona exactamente igual a la de
otra persona. Solo uno mismo sabe cómo su alma se comunica. Los símbolos de la
conciencia para una persona serán muy distintos para otra. Sin embargo, sí
existen algunas similitudes.
Por ejemplo,
ver secuencias numéricas, tener sueños intuitivos o premonitorios, tener una inspiración
de simplemente "saber" algo más allá de cualquier razonamiento, y escuchar
voces o hablar con guías, ángeles o seres de Luz, son algunas de las
principales formas en que se manifestará nuestra guía intuitiva.
No obstante,
la forma principal en que nuestra intuición nos guía es a través de nuestro
corazón y de cómo nos sentimos. Esta forma particular es y será cierta para todos
y cada uno de nosotros.
Las
personas, los lugares y las cosas destinadas a nosotros se sentirán tranquilos,
sin esfuerzo, fáciles y/o emocionantes. No habrá absolutamente ninguna duda en
una decisión cuando la intuición es la que guía.
A menudo
se puede notar que la mente del ego a menudo finge ser intuición dentro de
nuestros patrones de pensamiento, y estas decisiones particulares estarán llenas
de dudas e indecisión. Cuando uno se siente indeciso, la respuesta siempre es
un "no" o al menos un "no" por ahora.
Otra cosa
importante a recordar es que aunque la intuición nos lleve hacia una persona,
lugar o cosa, puede que no sea por la razón que pensamos.
La mente
buscará incesantemente una comprensión más profunda para poder predecir el
resultado final de una situación, lo que le da la ilusión de control y
seguridad. Sin embargo, es probable que muchos ya se hayan dado cuenta de que
las cosas rara vez salen como "pensamos" que saldrían.
Sin
embargo, a medida que la fe y la confianza en nuestra intuición se vuelven
comunes, aunque las cosas no salgan como pensábamos, sabemos que el universo
sabe lo que está haciendo.
Nada
sucede por accidente o por una razón que NO es beneficiosa para nosotros. El
truco es aprender a encontrar el significado más profundo o la lección en una
situación, que es algo en lo que nuestra intuición también puede ayudarnos.
Aquellos que
ya viven conscientemente en la quinta dimensión, están muy sintonizados con su
guía intuitiva. El proceso de despertar espiritual tiene una forma de
mostrarnos naturalmente cómo funciona la intuición, y un subproducto natural
del despertar en frecuencias más altas es una fuerte intuición.
Es posible
que incluso uno se haya vuelto tan bueno siguiendo su intuición, que cuando
suceda algún fenómeno extraño es posible que ya no pueda "escucharla".
Por ejemplo, un alma totalmente alineada con su Ser Superior y su destino, que
ya no requiere de más empujones intuitivos para corregir su camino.
Cuando
sentirse bien se convierte en un estándar y ya no tememos correr riesgos para
seguir nuestra mayor alegría, podemos estar seguros de que estamos comenzando a
vivir principalmente a través de nuestra guía intuitiva. En este punto, la vida
se vuelve asombrosa, llena de inspiración, alegre y sin esfuerzo.
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