Sin ninguna
duda, los tarotistas somos algo así como contadores de historias; unas
historias que nos explican nuestras cartas en cada una de nuestras lecturas.
Vamos a
ver tres formas distintas de interpretar nuestras cartas y contar la historia
que nos quieren transmitir. Empezamos dejando los libros de significados a un lado, ya que para la lectura intuitiva solo son un estorbo.
Cada
carta de Tarot contiene su propia historia única, y esa historia nos ayudará a
comprender la historia en nuestra lectura y, en última instancia, lo que está
sucediendo en nuestras vidas.
Técnica 1 - Descripción
En esta ocasión, vamos a empezar el ejercicio con la carta del nueve de copas. Comenzamos
simplemente observando la carta que hemos elegido y contamos la historia que
vemos en ella según las siguientes preguntas:
¿Hay
personas en la carta?
¿Qué
están haciendo?
¿Qué
objetos hay en la carta?
¿Por
qué crees que esos objetos están ahí?
¿Por
qué está hay una persona en ella?
¿Qué
hay en el fondo?
¿Qué
hay en primer plano?
¿Cómo
se unen todos estos elementos diferentes?
En esta técnica únicamente tenemos
que observar y explicar lo que vemos. Veamos un
ejemplo:
Con el
nueve de copas de la baraja Rider-Waite frente a mí, puedo ver a un hombre bien
formado, fuerte. Está sentado en un pequeño banco de madera y está muy feliz
porque sonríe. Tiene los brazos cruzados y un gran sombrero en su cabeza. Por
lo tanto, podríamos suponer que se trata de una persona razonablemente rica
pero, si observo sus zapatos, parecen bastante simples, por lo que deduzco que probablemente
no nada en dinero sino que es alguien digamos de "clase media".
Así que
tenemos a un hombre de clase media sentado y detrás de él nueve copas
dispuestas en una especie de arco. El fondo es hermoso, de color azul como si
fueran cortinas. Sin duda se ve lujoso y bonito.
La
historia diría que estás sentado y rodeado de todo lo que necesitas,
sintiéndote bastante contento, feliz y satisfecho. No hay movimiento, no
apreciamos que se mueva nada. En realidad, es una carta bastante pasiva y lo
que más salta a la vista es que hay mucha satisfacción y alegría.
Así es
cómo explicamos lo que vemos en una carta.
Vamos a
probar ahora con dos cartas y veamos cómo cambia nuestra historia.
Ahora vamos
a añadir el Rey de espadas al nueve de copas. Contemos ahora la historia de
este rey.
Vemos a
un hombre. Obviamente se trata de un Rey que está sentado en un trono de
piedra. Su mirada es severa y sostiene una espada en alto, apuntando
ligeramente hacia su derecha. Observamos que la espada no está completamente en
posición vertical, lo que muestra un poco de flexibilidad en la forma en que
gobierna y en la forma en que juzga las cosas.
Vemos una
serie de mariposas en su trono. Las mariposas significan transformación, por lo
que tal vez haya algún nivel de transformación mientras gobierna desde su
trono.
En el
fondo, vemos que está sentado en una especie de tierra fértil. Vemos árboles pero
no se mecen con el viento. No hay mucho movimiento tampoco en esta carta.
Una vez
observadas ambas cartas por separado, es momento de poner una junto a otra y
unir las dos historias.
Con nueve
de Copas tuvimos la sensación de satisfacción y alegría. En el nueve de Copas hay
un asiento de madera bastante simple, pero en el Rey de Espadas está empezando
a convertirse en un trono. Vemos que su expresión facial ha cambiado y ahora
parece menos feliz. Quizás esta sea una señal de que a veces con la autoridad
viene también una responsabilidad adicional, que puede no ser tan divertida como
cuando solo estás jugando y disfrutando.
Podríamos
decir que aquí hay una transición, podría ser alguien que es feliz en su
trabajo y cuando le ascienden de puesto ya no le parece tan divertido y
emocionante. El semblante del rey es mucho más serio que el del hombre en el
nueve de copas.
Así se
combinan dos historias. Por supuesto, la práctica hace al maestro.
Técnica 2 - Direccionalidad
Qué queremos
decir con "direccionalidad" en las cartas del tarot??
Habréis
visto que muchas cartas en la baraja del Tarot Rider-Waite, y muchos otros
mazos, presentan personas en sus cartas y la forma en la que se enfrentan e
interactúan entre sí puede ser muy reveladora para la historia que hay detrás
de una lectura de Tarot.
Digamos
que vamos a leer sobre una relación; colocamos una carta a la izquierda que nos
representa y otra carta a la derecha que representa a la otra persona. A continuación,
ya podemos ver cómo estas dos cartas interactúan entre sí.
Si
ambas personas estuvieran mirando, podría suponerse que la relación es bastante
equilibrada e igual, hay comunicación; pero si una persona se aleja, ya sea
mirando hacia adelante o, peor aún, dándole la espalda a la otra persona, nos daría
algunas pistas sobre el equilibrio de poder en esa relación o cómo se
relacionan entre sí.
Vamos a
ver un ejemplo práctico para ilustrar la técnica.
He elegido
el siete de bastos invertido y la carta del sol. En el siete vemos a un hombre
luchando contra muchos palos que se le enfrentan. Tenemos esta carta a la
izquierda y el hombre mira hacia la izquierda.
En el
Sol vemos a un hermoso niño pequeño sobre un caballo que mira hacia adelante.
El Sol mismo también está mirando hacia adelante, e incluso el caballo está
mirando hacia adelante.
Sin
embargo, la figura del siete de bastos está buscando en el otro lado.
Si tuviéramos
que basar esta lectura únicamente en la direccionalidad, deduciríamos que la
persona del siete de bastos está tan ocupada combatiendo y luchando, que se pierde
todo lo demás, pierde el foco de lo más importante, en este caso, la preciosa
carta del niño en el Sol.
Podría ser
un padre o madre tan atareado que no presta la suficiente atención a su hijo. Así
abrimos la historia que se oculta tras las cartas.
Para la
práctica, aconsejo utilizar cartas con personas en ellas, así se facilita el
aprendizaje y la habilidad se va desarrollando.
Técnica 3 – El flujo
Para encontrar
aquello que fluye, buscamos lo que las cartas tienen en común. Por ejemplo:
Un
símbolo común
Colores
Personas
La
forma en que están posicionados
Elementos
Antecedentes
Etc…
A continuación,
observamos cómo esos elementos comunes cambian o evolucionan entre las cartas.
Si volvemos
al ejemplo de la primera técnica, vemos que existe flujo en las caras de las
dos figuras de las cartas. Nos fijamos en sus expresiones y vimos que en uno fluía
la felicidad y la satisfacción, mientras que en el rey las facciones se habían endurecido
y su expresión era mucho más sería y severa.
También
nos fijamos en el tipo de asiento. En el nueve era un banquito de madera y en
el rey se convertía en un trono. Si vamos de un asiento de madera a un trono
elegante, qué representa eso en nuestras propias vidas??
Veamos
otro ejemplo. Para ello elegiremos la carta del Carro invertida y el Loco.
Comenzamos
observando atentamente cada carta, buscando aquello que nos parece similar en
ambas.
Nos fijamos
en las figuras y vemos que el Carro invertido mira hacia adelante y apunta
hacia abajo, mientras que el Loco mira hacia arriba.
En
algunos aspectos, en la carta del Carro esto podría estar relacionado con la
conexión a tierra, y estar basado en la propia fuerza de voluntad y poder;
mientras que el Loco, que mira hacia el cielo, nos indica una conexión con el
Universo y a confiar en él.
El flujo
entre estas dos cartas podría ser ese equilibrio entre aterrizar en la Tierra y
conectarse con la energía espiritual y la energía Universal a su alrededor.
Por
supuesto, podríamos tomar esto y combinarlo con los diferentes temas de cada carta.
Por ejemplo, el Loco es ese salto de fe hacia lo desconocido, un salto que le
lleva adonde necesita ir. Pero al mismo tiempo, también debe aterrizar a través
del Carro invertido; un Carro que nos habla de la fuerza interna, el poder de
la voluntad, la disciplina interna, etc… Entonces, cómo daría ese salto?? Confiando
en el Universo pero manteniendo la disciplina en su viaje.
A medida que se realizan estos ejercicios se obtienen nuevas visiones de las cartas del Tarot que quizás antes habían pasado desapercibidas.
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