La fluorita es muy útil en
muchos aspectos de nuestra vida, y sus maravillosas propiedades son sobretodo importantes
en lo emocional y espiritual.
Un cristal de fluorita es muy útil
para protegernos de las ondas electromagnéticas que emanan de muchos de
nuestros electrodomésticos, como por ejemplo el ordenador/computador. Para que intermedie, deberemos posicionar el cristal encima del ordenador o justo delante, entre nosotros y la máquina.
También es muy útil en la limpieza y
equilibrado de nuestro campo energético. Es muy eficaz eliminando energías negativas,
y es capaz de reorganizar los cuerpos físico, mental, emocional y espiritual, a
través de la manipulación del campo energético.
La fluorita es altamente
protectora y además, capaz de cortar cualquier tipo de influencia externa que
pueda dañarnos. Es un mineral que limpia, purifica y reorganiza todo lo que no
esté en un perfecto orden dentro de nuestro cuerpo.
Es muy útil para aumentar la
destreza y mejorar la autoconfianza, mejorando la coordinación física y mental,
y ayudando actuar de manera objetiva e imparcial. Es utilísima para mantener la
concentración y también para reactivar la libido.
Para obtener unos mejores resultados, es muy adecuado mantener pequeños cristales de fluorita en los lóbulos de las orejas y alrededores, mientras se practica una sanación con la varita de cristal.
Procedimiento:
En esta ocasión, vamos a
utilizar nuestra fluorita para relajar, aliviar el dolor, sanar y eliminar
incorrecciones en nuestro cuerpo físico, mental y emocional.
Como ya he comentado en
distintas ocasiones, es mucho mejor que la fluorita tenga uno de sus extremos
terminados en punta para poder así dirigir mejor la energía que de ella emana. Para
ello, lo más adecuado es trabajar con una varita.
Siempre se utilizará con
movimientos circulares y contrarios a las agujas del reloj.
Deberás iniciar la sanación por
los pies, pasando la fluorita desde este punto y en dirección hacia la cabeza. Deberás
pasar por todas las zonas del cuerpo de la persona que tendrás tumbada en una
camilla o cama. Procura que la varita de fluorita siempre avance en dirección cabeza.
Al terminar, habiendo llegado a
la cabeza, deberás direccionar tu cristal hacia los pies y, con movimientos
circulares también antihorarios, deberás moverte con lentitud de nuevo hacia
los pies para terminar allí la sesión de sanación. Como en el paso anterior,
procura que tu cristal se mantenga siempre en la dirección a la que te diriges,
en este caso los pies.
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