Gerald Rogers (psicólogo) escribió este artículo cuando se estaba
divorciando. Espero que os agrade y sea de utilidad.
"Después de perder a mi esposa, a la que amaba,
y los 16 años de matrimonio que se esfumaron, hoy quiero
compartir las palabras que me hubiese gustado escuchar".
1. Nunca dejes de respetar a la mujer. Nunca
la percibas como alguien que te debe algo. Cuando le propusiste
matrimonio le prometiste ser esa persona que con esmero protegería
su corazón. Ese es el tesoro más importante que alguien
ha podido confiarte jamás. Ella te eligió a ti,
no lo olvides y recuerda que el amor no soporta
la pereza.
2. Cuida tu corazón. Así como proteges
a tu esposa, cuida y protege también tu mundo interior ¿de
qué hablo? Bueno, de que te ames tú mismo, y ames
al mundo que te rodea pero no olvides que hay una parte
de tu corazón que debe estar consagrado a tu esposa
y al que nadie debe tener acceso. Que ese espacio esté siempre
dispuesto para ella.
3. Enamórate una y otra y otra vez. Este
mundo todo cambia y tú ya no eres tal como eras cuando
te casaste, y dentro de cinco años habrá cambiado mucho
en ti. Así mismo cambia la percepción que cada uno tiene del otro,
pero recuerda una cosa: ella NO está obligada a quedarse contigo.
Si no cuidas su corazón y la relación, lo más
probable es que ella se vaya y no vuelva nunca. Conquístala
cada día; cada día debe ser de cierta manera, como el primero.
4. Intenta ver sólo lo mejor. Enfócate
en lo que te gusta de ella, porque aquello
en lo que centramos nuestra atención tiende estar más presente cada
vez. Si sólo tienes en cuenta sus errores, entonces los verás
a cada paso. Si en cambio te enfocas en ver
lo que te gusta, entonces dentro de algún tiempo entenderás que
te has casado con la mujer más maravillosa en el mundo.
5. No intentes cambiarla. Tu tarea
es amar a tu mujer tal y como es, sin expectativas
de que cambie, y si ella cambia, ámala de todas maneras.
6. Se responsable de tus propias emociones. Tu esposa
no está obligada a hacerte feliz, así como no depende
de ella si eres infeliz o no. Tú mismo eres responsable
de mantener tus sentimientos en equilibrio y ser feliz. Cuando
eres feliz eso se ve reflejado en la calidad
de la relación.
7. Si estás triste o enfadado no culpes
a tu esposa. Tus emociones son TUYAS, no las
de ella, y eres responsable de manejarlas correctamente. Nadie
dijo que no las compartas, pero no debes culparla.
8. Permítele ser tal como es. Cuando tu mujer
esté triste, no trates de decir algo para cambiarlo, quizá
te preguntes ¿por qué? porque es mejor abrazarla y recordarle
que estás ahí para ella. Que ella sepa que tú estás dispuesto
a escucharla, que es muy importante para ti y que eres
alguien en quien siempre podrá confiar en los momentos difíciles.
La naturaleza femenina es cambiante y rápida, como una tormenta
tropical que crece y golpea con fuerza para luego desaparecer.
Si durante la tormenta eres firme e inamovible ella sabrá que
puede confiar en tí.
9. No temas parecer tonto. No te lo tomes
todo tan en serio, ríete, y haz que tu esposa también
se ría. La risa alivia casi cualquier situación.
10. Haz que se sienta como una reina. Piensa
en diferentes formas de expresarle tu amor (no hay que ser
demasiado "meloso", eso sí), Pídele que haga una lista
de las cosas que la harían sentir especial (e intenta hacerla
realidad).
11. Está presente. Dedícale no sólo tiempo, sino
una parte de tu vida. Haz todo lo posible para sacar
de la cabeza todo lo que estorba cuando compartan un tiempo
especial juntos. Suena extraño, pero muchos recomiendan tratar
a la pareja como si se tratara de un cliente muy
valioso.
12. Acepta su sexualidad. Permítele estar
en contacto con su esencia femenina. Déjala sentirse cómoda
y expresarse.
13. No seas idiota. Y no tengas
miedo de parecerlo. Todos somos personas y es natural que nos
equivoquemos. Lo importante es aprender de los errores,
no repetirlos.
14. Dale su propio espacio. La dedicación
de las mujeres a su pareja casi siempre es envidiable pero
ellas también necesitan tiempo para estar con sí mismas. Tal como todos,
a veces necesitan salir de la vida cotidiana, buscar algo que
les de fuerzas y las renueve. Si no te opones
a la libertad de tu esposa (y es que ella
es libre), ella será cada día más interesante, y estará más feliz.
15. No tengas miedo de parecer vulnerable. Comparte
con ella tus miedos y sentimientos, ten el valor de aceptar tus
errores.
16. Se honesto con ella. Si quieres que ella
te confíe sus secretos, entonces tú también debes compartirle los
tuyos, incluso aquellos que pueden causar dolor o miedo. Necesitarás
de tu hombría para poder abrirle todas las puertas
de tu corazón, y deberías hacerlo, porque es tu esposa.
17. Crece como persona junto a ella y con ella. Así
como las aguas estancadas son un perfecto caldo de cultivo para los
mosquitos que portan la malaria, y tus músculos se atrofian
si no los usas, en las relaciones de pareja (como
en todas) es necesario encontrar intereses comunes, compartir los
sueños e ir juntos hacia adelante, sin dejar morir la dinámica,
porque la rutina y el estancamiento matan el amor.
18. No pienses sólo en dinero. El dinero
es como un juego y para ganar necesitas jugar en pareja,
no uno en contra del otro.
19. Aprende a perdonar. No vivas
en el futuro ni en el pasado; no permitas que
el pasado te atrape. No perdonar los errores, sin importar quien
los cometió, es un lastre que impide progresar. El perdón
es libertad.
20. Elige siempre amar, elige siempre amar, elige siempre amar. Al fin
de cuentas este es el único consejo que necesitas.
Si el amor es la base de la relación hay
en realidad muy pocas cosas que podrían amenazar tu matrimonio,
y esas cosas se pueden solucionar si hay amor. El amor
siempre gana.
Fuente:GuruGenial
No hay comentarios:
Publicar un comentario