Este es un método de manifestación poco conocido y ciertamente muy especial. Es el sistema en el que nos preguntamos si algo "¿No sería bueno si…?" Esta técnica consiste en cambiar nuestra forma de pensar, visualizar el futuro que deseamos y manifestarlo desde un lugar de alta energía vibratoria.
Se trata
de considerar todas las posibilidades por uno mismo, sin dejarse frenar por las
dudas sobre uno mismo o el síndrome del impostor. En realidad es bastante
simple: Se trata de comenzar nuestros pensamientos u oraciones con la frase
"¿No sería bueno si..." y luego dejamos que nuestros deseos surjan de
nuestro corazón.
Podríamos
decir: "¿No sería bueno si consiguiera el trabajo de mis sueños?" o
"¿No sería bonito si viviera en esta hermosa casa?" La cuestión es
convertir todo el proceso de manifestación en una experiencia alegre y llena de
energía en lugar de una misión estresante y llena de ansiedad.
Recuerdo en
una ocasión, hace ya varios años, cuando mi pequeño Sau a quien muchos conocisteis era un bebé de apenas tres meses y tenía
que tenerle un ojo encima todo el tiempo. Así que recuerdo estar tendiendo ropa
y pensar, ¿no estaría bien tener un parque de bebé para poder tener al cachorro
controlado en momentos de trabajo? Pues me quedé con la boca abierta, cuando
apenas unas horas después, tuve que salir a comprar algo al supermercado, me
subí al coche y de camino al super, en el lugar donde se recoge la basura, había
un parque de niños nuevo!!! No me lo podía creer!! Mi mente me decía: Esto no
puede ser verdad. Pero sí lo fue y mi pequeño Sau hizo uso del parque durante
muchos meses. Allí lo mantuve controlado y a salvo de los otros perros más grandes
que querían jugar con él pero lo habrían podido dañar sin querer por la
diferencia de tamaño. Y he de decir que esto me ha pasado en más de una ocasión.
Lo cierto es que es un sistema muy simple que funciona de maravilla. Probadlo y
os aseguro que no os arrepentiréis. Con la anécdota contada, prosigo con la explicación del sistema.
Al poner nuestros
deseos en este formato, no podemos aferrarnos demasiado al resultado ni nos
sumergiremos en la ansiedad del "cómo" y el "cuándo".
En cambio,
fomentamos una sensación de anticipación y entusiasmo. Es como enviar una
invitación al universo diciendo: "Oye, esto es con lo que estoy soñando y
estoy abierto a que lo hagas realidad". Al hacerlo, todo el proceso de
manifestación se vuelve más agradable, alegre y libre de estrés. Y puedo
asegurar que así es.
En su
forma más simple, manifestar es el proceso de convertir lo invisible en visible
o lo imaginado en real. Se trata de hacer tangibles nuestros pensamientos,
sueños y deseos. Manifestar no es sólo una ilusión, se trata de crear
activamente nuestra realidad. Es un diálogo poderoso entre nosotros y el
universo donde nuestros pensamientos y acciones hacen sinergia con la energía
universal para hacer realidad nuestros deseos más profundos.
Manifestar
es como levar una orden al universo. Especificamos lo que queremos, creemos que
es posible y luego esperamos a que llegue. Es un proceso de empoderamiento,
donde nos haces cargo de nuestra vida y destino. No somos simples marionetas
arrastradas por los caprichos del destino, sino que cada uno de nosotros es el
guionista, director y actor principal de la gran obra de nuestra propia vida.
Al
canalizar nuestros pensamientos, sentimientos y acciones hacia lo que realmente
deseamos, creamos un campo magnético de atracción. Este magnetismo atrae las mismas
cosas que deseamos en nuestra vida. Pero también es importante recordar que,
como cualquier herramienta potente, no se trata sólo de querer algo, sino
también de alinear nuestros pensamientos, emociones y acciones con ese deseo.
Se trata de crear armonía entre lo que deseamos y cómo vivimos nuestras vidas.
Veamos cómo
llevar a cabo el método de manifestación "¿No sería bueno si…?"
Paso 1. Identificar nuestro deseo
El primer
paso en este viaje es identificar lo que realmente deseamos. ¿Qué es lo que
deseamos traer a nuestra vida? Esto podría ser cualquier cosa: una carrera
satisfactoria, una relación enriquecedora, un hogar tranquilo o incluso una
sensación de paz interior. La clave es la claridad. Debemos tener claro lo que queremos
manifestar, ya que los deseos vagos o poco precisos a menudo conducen a
resultados igualmente inciertos.
Así que vale
la pena tomarse un momento, cerrar los ojos (yo lo hice mientras tendía ropa…)
y escuchar a nuestro corazón. ¿Qué deseamos? ¿Qué nos susurra el corazón cuando
el mundo está en silencio y nos encontramos solos tú con nuestros pensamientos?
Este es nuestro deseo, nuestro punto de partida con este método.
Paso 2. Expresarlo correctamente:
Ahora que
ya tenemos nuestro deseo en mente, es hora de expresarlo con palabras. Aquí es
donde entra la frase mágica "¿No sería bueno si..."? Digamos, por
ejemplo, que nuestro deseo es encontrar un nuevo trabajo. Enmarquémoslo como:
"¿No sería bueno si consiguiera ese trabajo ideal?" De esta manera, expresamos
nuestro deseo sin el estrés del cómo y el cuándo.
La
redacción es crucial. Debe ser concreta, ligera, abierta, debe ser como un
suspiro de felicidad o anticipación. Estamos creando una narrativa positiva y
alegre en torno a nuestro deseo que hace que el proceso se sienta más como un
sueño agradable que como una misión de alto riesgo.
Paso 3. Sentirlo
La
visualización es una herramienta poderosa en la manifestación, pero no se
limita a ver únicamente. Para realmente hacer realidad un deseo, necesitamos
invocar todos nuestros sentidos o dicho de otro modo, enfocarnos en ello
completamente. ¿Cómo se siente el trabajo de nuestros sueños? ¿Cómo es la
oficina? ¿A qué sabe la satisfacción de realizar un trabajo significativo?
Cuanto más vívida sea nuestra experiencia sensorial, más fuerte será nuestra conexión
emocional con ese deseo.
Al
sumergirnos por completo en los sentimientos que trae nuestro deseo, alineamos nuestro
estado emocional con la realidad de nuestros sueños. Y es precisamente esta
alineación emocional la que impulsa el proceso de manifestación.
La
manifestación es un proceso continuo. Una vez identificado un deseo, expresando
correcta y realmente lo hayamos sentido, estaremos listos para pasar al
siguiente nivel.
Y no hay límite para
lo que podemos soñar o lograr. El universo no raciona nuestra abundancia. Así
que soñemos en grande, soñemos con audacia y también con frecuencia.
Paso 4. Soltarlo
Después de haber
soñado nuestros deseos y pintado con nuestros sentimientos, es hora de
liberarlos al universo. No debemos estresarnos por el cómo o el cuándo. Ese no
es nuestro trabajo. Tan solo debemos confiar en el buen hacer del Universo, y
eso es todo.
Al liberar nuestros
deseos, estamos indicando nuestra confianza en el universo y su sincronización.
El universo siempre cumple, tal vez no en nuestro tiempo o en la forma que hemos
imaginado, pero siempre se cumple.
Paso 5. Mantenerlo positivo
El último paso de este
método es mantener una mentalidad positiva. Todos tenemos momentos de duda,
momentos en los que nuestros pensamientos se desvían hacia la tierra de los
"qué pasaría si" y los "peros". Y eso está bien. Es
natural. Pero también es crucial volver a dirigir nuestros pensamientos hacia
la positividad.
Cuando surja un
pensamiento negativo, debemos reconocerlo y apartarlo suavemente para que
nuestra mente vuelva a enfocarse en nuestros deseos y no en lo contrario. No se
trata de negar los pensamientos negativos, sino de elegir la positividad,
elegir centrarnos en nuestros sueños, nuestros deseos y nuestro objetivo final:
manifestarlos en nuestra realidad.
El método "¿No
sería bueno si…?" es un método lúdico y sencillo para manifestar nuestros
deseos. Se trata de dejar volar nuestra imaginación para dar espacio a nuestros
sueños, para así crecer y confiar en que el universo se encargará del resto.
Esta técnica tan simple nos muestra que manifestar no tiene por qué ser extenuante ni desafiante; puede ser tan fácil como preguntar: "¿No sería bueno si...?" Y quien sabe lo que puede suceder. El universo puede sorprendernos con un rotundo "Sí" y además rápidamente.
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