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miércoles, 27 de diciembre de 2023

EL EFECTO TRIANGULO - TECNICA

Probablemente os habéis fijado que algunas personas poseen un poder oculto que les permite seducir a otras sin necesidad de pronunciar una sola palabra, creando un aire de atracción casi imperceptible. Esto no es magia ni control mental, sino una técnica sutil conocida como Método del Efecto Triángulo.

El método es una técnica fascinante que tiene sus raíces en la psicología, y que utiliza nuestro lenguaje corporal natural para transmitir sutilmente interés y profundizar conexiones. Básicamente, se trata de dirigir la mirada formando un patrón triangular entre los dos ojos de la otra persona y sus labios.

El método del efecto triángulo en la psicología

Nuestros ojos no son sólo para ver sino que también son una potente herramienta de comunicación. Según algunas investigaciones, mantener el contacto visual puede crear una profunda sensación de intimidad y comprensión mutua, y demuestra que se está presente, atento e interesado en la otra persona.

Cambiar la mirada entre los ojos crea una sensación de compromiso, casi como una conversación no verbal. Ayuda a construir una conexión y fomenta una sensación de cercanía. Entonces, cuando dejamos que nuestra mirada se desvíe hacia los labios, es donde las cosas se vuelven un poco más interesantes.

Los labios pueden percibirse como una zona erógena, y mover la mirada hacia esa zona puede sugerir un potencial interés romántico o íntimo, incluso si es a nivel subconsciente.

El método del efecto triángulo no se trata únicamente de hacia dónde miramos, sino también del mensaje que enviamos con la mirada. Es una suave danza de ojos y labios que, utilizada con respeto y autenticidad, puede crear una conexión poderosa y tácita.

Cómo utilizar el método del efecto triángulo

Paso 1. Establecer la conexión

Sentar las bases para el método del efecto triángulo comienza mucho antes de que nuestros ojos comiencen a bailar. Empieza con el establecimiento de una conexión a través del diálogo, compartiendo experiencias y descubriendo intereses mutuos.

Se trata de garantizar que la otra persona se sienta cómoda con nosotros y receptiva a una conexión más profunda. Una base sólida basada en la simpatía y el confort mutuo prepara el escenario para que se desarrolle una comunicación no verbal más íntima.

No estamos simplemente saltando, sino que estamos estableciendo el contexto adecuado y creando un espacio que se sienta seguro y acogedor.

Paso 2. M mantener el contacto visual

Ahora pasamos al contacto visual. Este no es un concurso de miradas, se trata de una mirada suave y firme a uno de sus ojos. La elección del ojo no importa, elegimos el que nos parezca natural.

Lo que hacemos es sentar las bases para una conexión más profunda e íntima. Estamos indicando nuestro interés y concentración, y demostrando que estamos presentes en la interacción. Nuestra mirada debe ser cómoda y relajada, insinuando intimidad pero sin llegar a la incomodidad.

Paso 3. Cambiar de ojo

Una vez que hayamos mantenido la mirada por un momento, es hora de desviar sutilmente nuestra atención hacia el otro ojo. Este cambio, pequeño pero significativo, mantiene el compromiso activo y dinámico.

Es como pasar la página de un libro: avanzas en el diálogo sin decir una sola palabra. Es un pequeño guiño a su atención e interés, manteniendo la conexión fresca y dinámica.

Paso 4. Mirar los labios

Después de haber atraído ambos ojos, dejamos que nuestra mirada baje hasta los labios de la otra persona. Este cambio es una parte crucial del Método del Efecto Triángulo, ya que introduce un indicio de atracción o interés más profundo. Pero es importante recordar que la sutileza es la clave.

No debe ser una mirada dura, sino fugaz y gentil que sugiera más de lo que revela.

Paso 5. Repetir el triángulo

Habiendo completado el triángulo por primera vez, toca hacerlo de nuevo. Volvemos nuestra mirada al ojo inicial y repetimos el proceso a medida que se desarrolla la conversación.

La clave es mantener las transiciones naturales y no forzarlas. No hay que seguir un horario estricto, sino permitir que el ritmo de la conversación y la conexión guíen nuestra mirada.

Paso 6. Medir la reacción

Al utilizar el método del efecto triángulo, estaremos siempre atentos a las reacciones de la otra persona. ¿Están cómodos y comprometidos, coincidiendo con el contacto visual, o parecen un poco incómodos o retraídos? Leer sus señales con precisión es crucial.

Deberemos repetir este patrón triangular varias veces durante la interacción con la otra persona. Y es clave recordar que la sutileza es la clave. Y si en algún momento surge alguna incomodidad, será el momento de dar un poco de espacio.

Esta es solo una pequeña forma ciertamente astuta de agregar algo de chispa a nuestras interacciones con los demás y señalar nuestro interés sin decir una sola palabra. Es una manera de expresar interés y atracción de forma respetuosa y genuina.

En caso de querer utilizar este método para una conexión a nivel profesional, localizaremos el triangulo en la zona de los ojos igualmente pero cambiaremos los labios por la frente. Los pasos seran los mismos, pero en este caso aumentaremos nuestro poder de seducción a nivel profesional o laboral. 

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