Hoy en día, es bastante habitual ver el símbolo de la Flor de la Vida estampado en joyas, en distintas manifestaciones artísticas, en algunos altares, etc…, sin duda, la lista de aplicaciones es larga.
Este símbolo
es una ilustración geométrica bidimensional compuesta por 19 círculos
superpuestos del mismo tamaño. Los círculos superpuestos están perfectamente
dispuestos para formar lo que parecen los pétalos de varias flores superpuestas.
La imagen comienza con dos círculos superpuestos antes de agregar el resto.
Si fuera
posible imaginar la perfección, podría hacerse a través de la Flor de la Vida.
Es este símbolo el que representa a la perfección el mecanismo por el cual
funciona el universo.
Leonardo Da Vinci y La flor de la Vida
Este
símbolo ha fascinado a muchos artistas de la antigüedad. Uno cuyo interés y
obras se destacan es Leonardo Da Vinci, quien se interesó mayormente por sus
implicaciones matemáticas.
Leonardo
era un fanático de la geometría. No es difícil ver por qué quedó impresionado
por la Flor de la Vida, solía estar muy en línea con las cosas que le llamaban
la atención. La mayor parte de sus obras de arte también contienen aspectos de
geometría sagrada.
Una de las
obras más famosas de Da Vinci, el hombre de Vitruvio, se inspiró precisamente
en la Flor. En ella se muestra al hombre de Vitruvio con múltiples
extremidades, que se cree que imitan el patrón de la Flor de la Vida.
El significado de la flor de la vida
Cuando se
observa este símbolo en nuestras joyas o en algún tipo de arte, solemos quedar
impresionados por su belleza. Sin embargo, el significado de la Flor de la Vida
va más allá de su elegancia. Esta flor significa que todo se origina en una
fuente primaria. El patrón geométrico es sagrado y representa un profundo
crecimiento espiritual y también la iluminación.
Muchas
religiones se aferran a la creencia de que Dios creó la vida. Él es el Ser
Superior, el dador y el tomador de la vida. Para algunos, Dios es un ser divino,
mientras que para otros, Dios es el universo. Sin embargo, como muestran los 19
círculos de la Flor de la Vida que comienzan en un solo punto, Dios es la
fuente de la vida.
La Flor
también muestra cómo todos los aspectos de nuestras vidas están conectados. Su
patrón demuestra que todos los aspectos de la vida están enraizados en un plan
geométrico con origen en la naturaleza. Los 19 círculos de la Flor están
perfectamente dispuestos para crear una simetría séxtuple, lo que resulta en un
hipnótico límite. Muchos practicantes espirituales usan este patrón para su
meditación. Podrías pensar en probarlo en alguna de tus meditaciones.
La flor y el origen de la vida
El patrón
de la Flor de la Vida se puede ver en diferentes aspectos de la naturaleza como
pétalos de flores en tiempo real. Esta es evidencia de cuán intencionada fue su
creación. Muestra que todo se origina en un Ser Superior, tanto las personas
como la naturaleza.
La Flor
también muestra cómo todo se origina en una fuente y expande sus alas hacia el
universo. Si observamos el patrón detenidamente, veremos claramente la
repetición. Este aspecto representa la interconexión de la vida y la existencia
del planeta como un todo. Y para que ocurra esta repetición, antes debe existir
el primer círculo, que simboliza a la Fuente o Dios. En la vida real, la Fuente
es el creador Divino.
Símbolos
como el vésica piscis muestran esta repetitividad y el aspecto de fuente única.
Este símbolo evoluciona de la semilla de la vida, que al graduarse se convierte
en la Flor de la Vida. Estos son los pilares fundamentales de la vida y de toda
nuestra existencia.
La Flor es
universal. Incluso si no crees en los poderes superiores y seres o creadores
divinos, la Flor de la Vida aun es capaz de mostrar cómo está profundamente
arraigada en la biología y la ciencia.
Los beneficios
Muchas
civilizaciones antiguas, incluidas la egipcia y la antigua Roma, han aplicado
este símbolo de diferentes maneras. Siguen algunos de los beneficios que pueden
ayudar a transformar tu vida.
1. Nos recuerda la unidad
Se considera
a la Flor de la Vida como el símbolo más significativo de armonía y unidad.
Este símbolo no tiene principio ni fin, a diferencia de muchos otros símbolos.
Cuando nos
embarcamos en un viaje, a menudo olvidamos nuestros objetivos y a veces incluso
podemos retroceder. Por ejemplo, si comenzamos a hacer yoga hoy, aprovechar la
energía de la Flor de la Vida puede ayudarnos a mantener el ciclo en marcha.
Para lograr avanzar, necesitamos mantener la consistencia. El ciclo
interminable de la Flor de la Vida puede ayudarnos a seguir adelante incluso cuando
los obstáculos puedan volverse abrumadores.
2. Apoya nuestro espacio sagrado
Se puede
utilizar el símbolo para crear un espacio apacible con el fin de integrar cuerpo
y mente. La Flor de la vida nos ayudará a permanecer serenos por más tiempo, ya
que los círculos unificados nos recordarán la quietud contenida en el círculo
del amor y el éxito.
3. Se puede utilizar para la
meditación
Muchas
personas tienen problemas para enfocar su atención mientras intentan meditar. La
Flor de la Vida puede ayudar perfectamente a concentrarnos en el momento
presente y a llevar la práctica meditativa al siguiente nivel.
Una forma de
hacerlo es contemplar la imagen de la Flor de la Vida, ya sea colgando de una
pared o sobre el suelo frente a nosotros. Sin embargo, debemos asegurarnos de
estar totalmente relajados al observarlo. También es importante inspirar y exhalar
profundamente para asegurarnos de que la parte inferior de nuestros pulmones está
totalmente llena de aire. Esto suele ayudar a mantener a raya las distracciones.
Cuando uno se siente demasiado distraído, concentrarse en la Flor de la Vida
suele ayudar a centrarse.
Muchas
personas también han mejorado su enfoque al dibujar la Flor de la Vida. A esto
le podríamos llamar meditación en movimiento, ya que se mantiene la concentración
mientras se trazan las líneas sobre el papel.
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