Este es un remedio muy antiguo, sencillo y humilde, que forma parte de la metafísica, se aprende en un momento y es verdaderamente útil.
En el
lenguaje metafísico se conoce como el Latido
Universal, aunque muchos han oído hablar de él como el remedio Cúralo-Todo.
Se nombra de esta forma porque es capaz de curar o sanar cualquier mal que nos
aflija, ya sea una enfermedad, una circunstancia, una situación complicada, una
relación, etc… Lo cierto es que no importa de qué se trate, el cúralo-todo
tiene la capacidad de ponerlo en orden.
Veamos cómo
llevarlo a cabo.
PRIMER PASO
En el
mismo instante en que te sientas mal o en el mismo instante en que se manifieste
un problema en tu vida o en el mismo instante en que lo veas en otro tómate
el pulso. Esto se hace colocando la yema de uno de tus dos dedos, tal como
se ve en la imagen, sobre la muñeca del brazo opuesto. Como lo haría un médico,
y aunque él sería mucho más concreto en el punto, a nosotros no nos hace falta.
Solo queremos sentir nuestro corazón sin contar pulsaciones ni averiguar si va
despacio o demasiado deprisa. En este momento esto no es importante.
A continuación,
nos quedamos sintiendo los latidos de nuestro corazón durante unos instantes,
simplemente porque es agradable y nos hace sentir bien.
SEGUNDO PASO
Ahora nos
formulamos dos preguntas: De dónde viene ese latido?? Qué lo produce?? Aunque si lo deseas puedes únicamente seguir enfocándote en el latido unos minutos más.
Si te has decantado por la primera opción, intenta ahora responder
a las dos preguntas, fijándote que no estás atado a ningún otro
ser, ni estás enchufado a la electricidad, ni estás sembrado en el jardín. Eres
libre e independiente y si estuvieras suspendido en el espacio, seguirías sintiendo el latido de tu corazón.
TERCER PASO
Ahora vamos
a decir en voz alta lo siguiente, independientemente de si pertenecemos o no a
una religión o sea cual sea a la que pertenezcamos:
"PADRE
NUESTRO, YO TE INVOCO A LA ACCIÓN (3 veces). GRACIAS PADRE QUE ME HAS
OÍDO".
O...
DIOS, YO TE INVOCO A LA ACCIÓN (3 veces). GRACIAS DIOS QUE ME HAS OÍDO".
Puedes cambiar la palabra Dios por cualquier otra que para ti defina lo que es la Fuente.
A continuación
te olvidas de lo que acabas de hacer, tampoco pienses más en la enfermedad o en
el problema que acucia tu vida.
Se deberá
repetir el latido universal o remedio cúralo-todo tres veces al día como si fuera una prescripción
médica. Ya ves que no es difícil y tampoco se invierte demasiado tiempo.
Por supuesto, no es
necesario que me creas, solo pruébalo y confía en mí porque esto tiene una base
espiritual muy firme, quizás la más firme de todas.
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