ERES UN BUSCADOR ESPIRITUAL??

La vida es corta pero el universo no lo es. Pero, y nuestra realidad?? Podríamos decir que es infinita y, sin embargo, aquí estamos, pequeños fragmentos de conciencia latiendo entre lo infinitesimal de lo micro y la majestuosidad de lo macro, atrapados entre un pasado eterno y un futuro infinito.

Seres mortales fugaces contra un telón de fondo inmortal y, no obstante, esta abrumadora perspectiva es deliciosamente emocionante para los buscadores de la verdad y la belleza. Razón de más para sumergirse de inmediato y con valentía, y embarcarse en la aventura de la búsqueda, por fútil que ésta sea.

Para algunos, la vida es más plena cuando son capaces de conectar la finitud con el infinito. Florecen al encontrar puntos de apoyo a pesar de los tropiezos y fracasos, y acortar la brecha, o al menos intentarlo, es disfrutar de un viaje emocionante como poco.

La vida se vuelve más satisfactoria cuando somos capaces de triunfar sobre el escepticismo y la falta de sentido al comprometernos con nuestra propia angustia existencial y luego crear responsablemente significado a pesar de ello.

Tal compromiso y responsabilidad es, precisamente, el manto asumido por un buscador espiritual.

Veamos algunas señales que nos indican si somos o no buscadores espirituales.

1. Has reemplazado el dogma religioso con la apertura espiritual

Ya no pones todos los huevos en una canasta. El yugo dogmático con el que te criaron ha sido rápidamente cortado y enterrado, junto con tu ciega ingenuidad e ignorancia.

Ahora te enfrentas al abrumador universo con una valiente vulnerabilidad y apertura. Tu corazón es un gran interrogante que choca contra el interrogante más grande del cosmos.

Ya no eres simplemente un títere de las nociones obsoletas de la verdad que para ti se han vuelto toscas con el paso del tiempo. Por fin te has dado cuenta del grave error de la adoración ciega en el que están sumidas todas las religiones.

Y te has atrevido a ponerte de rodillas y enfrentar el Gran Misterio con valentía y amor en tu corazón. El universo ilimitado y el cosmos interdependiente son tu escenario y estás listo para bailar.

2. Tienes una sed insaciable de autoconocimiento

Cuestionarlo todo es el nombre de tu juego y el juego es infinito. Te das cuenta de que la madriguera del conejo es tan profunda que parece un agujero de gusano.

No importa dónde te encuentres en este ascenso o transmutación porque entiendes que cualquier explicación digna de las cosas siempre comenzará contigo mismo.

Así que no tienes miedo de convertir mil millones de versiones obsoletas de ti mismo en mil millones de versiones más actualizadas. Por cierto, tu juego de auto-superación es fuerte y tu sed de autoconocimiento es aún más fuerte. Como criatura social, te das cuenta del potencial de aprender de los errores y éxitos de otras personas.

Puedes subirte a hombros de gigantes y ver más lejos que ellos. Aplica ese conocimiento a un sentido cada vez más profundo de auto-conexión con el universo interconectado. El yo como cosmos y el cosmos como yo surgen para evitar que tu ego se salga de control.

3. Has escuchado "la llamada" y buscas formas creativas de atenderla

El destino ha pronunciado tu nombre y ahora estás atendiendo la llamada de tu propio viaje del héroe. Has transformado el miedo en valentía, haciendo posible la abrumadora empresa de este viaje.

Donde antes estabas enredado con las cadenas de los esclavos de la religión, ahora has desatado los nudos y has actualizado tu yo más libre y auténtico. Eres una escapatoria personificada, que personifica la necesidad humana de pensar fuera de la caja.

Te das cuenta de que un buscador espiritual no es como un bombero que apaga incendios para que las personas puedan vivir cómodamente en sus hogares en absoluto. Un buscador espiritual completamente comprometido es más como un pirómano, incendiando la comodidad de las personas y alimentando las llamas con coraje y amor. Y el juego comienza con prender fuego a la comodidad de su propio "hogar".

Pero tu creatividad es tanto más robusta debido a tu liberación. Eres capaz de manifestar una tensión creativa entre lo ideal y lo real, entre los sueños utópicos y la lucha del mundo despierto.

Tu energía es atractiva y funciona creativamente en torno a la tensión de los opuestos. Tu viaje es solo tuyo, pero te das cuenta de que todos los viajes se fusionan de maneras invisibles.

4. Has reemplazado la seriedad con la sinceridad

Entiendes que la importancia personal y el peso religioso obstaculizan la expresión espiritual auténtica. Ves cómo estar demasiado obsesionado con los ideales anticuados de los hombres de una época pasada paraliza la robustez del espíritu.

De este modo, has reemplazado la urgencia religiosa por la flexibilidad espiritual, obteniendo así la capacidad de dejar atrás lo insalubre y lo inmoral de todas las religiones. Eres capaz de absorber lo que es útil y desechar lo que no lo es tanto del conocimiento religioso como del espiritual.

Te das cuenta que la vida es demasiado corta para ser demasiado seria. Entiendes que la seriedad es la ruina de la creatividad y la flexibilidad, y paraliza el espíritu de búsqueda. Así, junto al yugo dogmático, también has enterrado tu seriedad como abono para que pueda convertirse en autenticidad.

Tu autenticidad espiritual atraviesa todas las cosas como un humor cósmico radiante que se erige como un faro de esperanza para aquellos buscadores que recién comienzan su viaje. Tu eres su espejo.

5. Practicas la no identificación y el desapego

El camino del buscador espiritual está plagado de vendedores de humo y embaucadores religiosos. A cada paso hay una "respuesta" esperando a que te apoyes en ella como si de una muleta se tratara y te sientas cómodo y complaciente, o un "libro sagrado" que seguir para que puedas dejar de cuestionar las cosas y permitir que otros piensen por ti.

Pero entiendes que un verdadero buscador espiritual no busca respuestas a las que su ego pueda apegarse, sino que busca las mejores preguntas para desprenderse del ego y comprometer su espíritu. Busca la presencia sagrada y la entrega al presente.

Busca la verdad desnuda, la verdad vulnerable. El tipo de verdad que no está envuelta en títulos rígidos, ni en "leyes" dogmáticas, ni en sagrados testamentos, sino que se desenvuelve dentro de una conexión interdependiente con todas las cosas. El tipo de verdad que toca el infinito y no puede ser encasillada por el alcance limitado del hombre.

6. Has reemplazado la apatía complaciente con empatía compasiva

Ves ahora cómo la complacencia inherente dentro de los círculos religiosos sofoca el florecimiento del alma. Así que has reemplazado esa vanidad estancada con compasión y empatía.

Entiendes que los seres humanos son animales sociales narradores que gustan de crecer dentro de las mitologías del aparato cultural que les rodea. El problema es que la religión atrapa a la persona en la rigidez de su propia mitología.

Ves cómo esto lleva a un condicionamiento cultural que debe ser reacondicionado para poder ser un auténtico buscador espiritual. Si no se reacondiciona a través de una autorreflexión profunda y un trabajo del alma aún más profundo, entonces la persona se estanca espiritualmente y cae en un estado de apatía hacia los demás.

Aunque su empatía es cálida y sincera, su honestidad es cortante en sus esfuerzos por liberar a la humanidad de las ataduras del ego que la atan a las religiones malsanas. No pretendes perdonar y tampoco tienes miedo de perder popularidad por decir la verdad.

7. Puedes alejarte de tu zona de confort para convertirte en parte del mundo

Has reemplazado la religiosidad co-dependiente con la espiritualidad interdependiente. Como tal, eres una gran expansión y ves el mundo exterior como una extensión de tu mundo interior.

A medida que tu zona de confort se expande, sientes que aumenta el dolor existencial. Aun así, tu búsqueda es inflexible y voraz incluso a través del dolor que proviene del nuevo conocimiento.

Aceptas este dolor como un remedio para la supuesta dicha de tu ignorancia anterior. Esto se debe a que eres lo suficientemente flexible como para expandirte en la dolorosa novedad de todo y luego retraerte en la comodidad familiar. Te vuelves más fuerte por ello, y también más espiritualmente robusto.

A medida que tu corazón buscador se expande, tu alma se agranda, y el coraje y el amor te impulsan. Hay mucha aventura por vivir, mucho por desplegar.

El infinito a tu alrededor late como el corazón del Gran Misterio, y tú eres una parte vital de todo ello, porque le das un significado que de otro modo no tendría.

"Lo que buscas te está buscando" ~ Rumi.