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lunes, 6 de febrero de 2023

EL COMPLEJO DE VICTIMA

Probablemente alguna vez nos hemos encontrado con alguien que piensa que todo le sale mal o que la vida no es justa. 

Si prestamos atención a este tipo de caracteres durante una conversación, con frecuencia se pintan a sí mismos como víctimas en un mundo que continuamente se aprovecha de ellos.

Cuando hablan de sus problemas, a menudo culpan a otras personas y evitan asumir responsabilidades personales. Las personas que se quejan con frecuencia y se menosprecian a sí mismas pueden tener lo que llamamos un complejo de víctima.

El complejo de víctima es una condición en la que una persona se siente como una víctima, incluso cuando no hay una razón obvia para pensar que lo es. Esto puede conducir a la tendencia de culpar a los demás por cosas que no son culpa suya y a sentir que el mundo los persigue. Esto puede hacer que sea difícil tener una relación saludable con este tipo de persona.

Qué es la victimización?

Tener un complejo de víctima significa sentir que uno es una víctima constantemente en sus relaciones y experiencias en la vida. Hace que una persona sienta que todo le sucede, invente excusas cuando las cosas van mal y sienta una falta de control en su vida. Si bien la mayoría de nosotros experimentamos esto en algún momento, aquellos con complejos de víctima se sienten victimizados con más frecuencia y más severamente que una persona promedio.

Es importante comprender que tener un complejo de víctima es distinto de ser una víctima real o experimentar un trauma. Los supervivientes de eventos traumáticos, en general, no poseen el rasgo de victimismo. Los supervivientes de un trauma no suelen sentir que su tragedia los define, ni se ven a sí mismos como parte de sus experiencias desagradables.

Alguien con un complejo de víctima puede generalizar incorrectamente que el mundo está en su contra, pero las injusticias sociales reales son muy diferentes. Las personas pertenecientes a grupos marginados y oprimidos son conscientes del hecho de que todo su grupo está siendo oprimido y no solo ellos, en contraste con aquellos con complejo de víctima que suelen resistirse al cambio. Las personas que han sido sistemáticamente oprimidas comparten sus experiencias personales para conseguir un cambio, a diferencia de quienes tienen complejo un de víctima, que a menudo son reacios al cambio.

Las personas con complejo de víctima son incapaces de asumir la responsabilidad de sus propias contribuciones a las dificultades o disputas. Se preocupan exclusivamente de sí mismos y de sus propios problemas.

Tener una mentalidad de víctima se define por la creencia de que la vida te controla a ti en lugar de tú controlar tu vida.

Estas son algunas señales que nos indican quien puede tener un complejo de víctima:

1. Se obsesionan con los sucesos negativos

Las personas con complejo de víctima a menudo tienen dificultad para recordar los momentos positivos y productivos. En lugar de recordar momentos productivos y positivos, suelen centrarse en recuerdos que les causaron daño, temor o angustia, y los reproducen de manera continuada. Este hábito los mantiene atascados en un patrón de pensamiento inútil y poco saludable que los mantiene atados al pasado.

2. Ponen excusas por sus errores

Cuando las cosas van mal, no asumen la responsabilidad de su parte. Como regla general, culparán a otros o pondrán excusas de por qué no fueron responsables de lo que sucedió. Cuando vuelven a contar la historia o mencionan a otros, a menudo se presentan a sí mismos como individuos indefensos con las mejores intenciones y a todos los demás como maliciosos.

3. Nunca tienen la culpa de nada

Por lo general, es difícil para alguien con complejo de víctima hacerse cargo de su propia vida, lo que perpetúa su victimización. Invariablemente, todo les sale mal y normalmente es culpa de otra persona.

Culpan a su jefe de todo lo que sale mal en el trabajo, o se quejan de su ex durante mucho tiempo después de una ruptura. Se ven a sí mismos como la víctima indefensa y a todos los demás como los malhechores.

4. Rara vez se hacen responsables de algo

Ya sea que estén recibiendo comentarios en el trabajo o peleando con un amigo, las víctimas son incapaces de reconocer cómo pueden haber contribuido en la situación. Se enfocan en lo que se les hizo negativamente, independientemente de la situación. Siempre se trata del otro individuo y de cómo intentan lastimarlo.

5. Dominan la discusión

Cuando se habla con una persona con complejo de víctima, la mayor parte de la conversación discurre sobre la vida de la víctima y lo que está experimentando. La víctima puede estar tan concentrada en sus propios problemas que es incapaz de preocuparse o simpatizar con los de los demás, lo que da como resultado una relación desequilibrada y unilateral.

6. Siempre quieren tener la razón

Es difícil que alguien esté completamente en lo correcto o incorrecto en un conflicto porque la vida rara vez se nos muestra en blanco y negro. Siempre hay aprendizaje y áreas grises para navegar en ambos lados.

Las personas con complejo de víctima no pueden ver las sutiles distinciones en ciertas situaciones porque están demasiado centradas en su perspectiva. Por lo general, se ven a sí mismos como 'buenos', 'justos', 'muy conscientes y espirituales', o 'cariñosos y amables' y ven a los demás individuos como 'malvados', 'negativos', 'inconscientes', 'no espirituales' o 'desagradecidos'.

Pase lo que pase en una situación, la víctima fue empujada a lo que fuera o fuese. Los roles, expectativas y emociones de las personas se sienten absolutos.

7. Son tercos

Si alguien tiene complejo de víctima no podrá reconocer el dolor de los demás o cómo sus acciones han afectado negativamente a otros. Sin embargo, ser capaz de dejar ir una situación con gratitud, paz y aceptación requiere ver la situación por lo que es y reconocer cómo se puede hacer mejor en el futuro.

8. Son extremadamente desconfiados

Una mentalidad de víctima se caracteriza por el egoísmo, la desconfianza social y la paranoia sobre las dinámicas interpersonales y sociales, lo que los hace ansiosos por ver la injusticia en casi cualquier situación.

9. No buscan soluciones para avanzar

Cuando se intenta hablar con ellos sobre sus problemas, no están interesados en solucionarlos ni en encontrar una salida a su mentalidad de víctima. Se quejan de su situación porque perciben pocas posibilidades de alterarla, como si no tuvieran control sobre ella.

Para ellos también es vital informar a quienes les quieran escuchar, la forma en que han sido explotados o aprovechados. Dado que la víctima se identifica fuertemente con el rol de víctima, rara vez toma una postura de empoderamiento por su comportamiento o distorsiones cognitivas.

Cuál es la raíz del complejo de víctima?

Puede ser una opción atractiva para aquellos que no quieren ser culpados por su comportamiento si se convierten en víctimas, a nivel general.

Un complejo de víctima es el resultado de soportar ciertas dificultades, pero las personas que tienen este complejo también han desarrollado un profundo nivel de sensibilidad hacia el sufrimiento de los demás. Según una investigación publicada en 2015, hay cinco factores que contribuyen a esta mentalidad de víctima.

1. Ser victimizado desde el principio

Un complejo de víctima puede ser el resultado de haber sido criado en un entorno disfuncional en el que se estuvo sometido a abuso emocional, físico, a alguna traición o al rechazo social. Esto afectó negativamente al desarrollo del comportamiento social y a la capacidad para crear conexiones amorosas. Al ser incapaz de ver la integridad y la benevolencia inherentes en otras personas, quedó afectada negativamente la visión del mundo.

2. Perder la confianza de alguien

No pudieron vivir en un mundo donde las personas pudieran ser vistas como honestas, fiables y estables. Desde la infancia, las personas con complejo de víctima han sido violentadas y por lo tanto incapaces de poder confiar. Se volvieron profundamente conscientes de los sentimientos de impotencia, ira, desilusión y rabia, y como resultado se defendieron contra la explotación y el control. La ira es pasajera para algunas personas, pero aquellos que son sensibles a la victimización la sienten durante mucho tiempo.

3. El deseo de ser lastimado

A menudo, el complejo de víctima se convierte en un mecanismo para afrontar o evitar situaciones difíciles y mantenerlas alejadas. Debido a que se anticipa la falta de cooperación de los demás, se entra en situaciones sin cooperar y se está menos dispuesto a ayudar a otros que puedan estar necesitados de ayuda. También se ha descubierto que las personas con complejo de víctima son más propensas a fomentar sentimientos de celos y envidia, y están menos dispuestas a aceptar las disculpas de sus parejas.

4. El miedo a que se aprovechen de uno

Ver a alguien actuar injustamente o comportarse de manera egoísta puede ser desalentador. Observar a una persona actuar de manera agresiva o destructiva en respuesta a las señales de explotación es tan aversivo, que probablemente las personas con sensibilidad de víctima se acaben comportando de la misma manera. Sus acciones son reaccionarias para evitar así ser victimizados.

5. Tener un monólogo interno negativo

Tener un sentido firme e inquebrantable de uno mismo le permite moverse por la vida con facilidad. Una persona con complejo de víctima a menudo se asocia con una autopercepción negativa. A menudo se consideran frágiles, desafortunados, hipersensibles, víctimas fáciles de los acosadores o presas del mal comportamiento, por citar algunos ejemplos.

6. Rasgo de personalidad

El complejo de víctima puede ser un rasgo de personalidad, un elemento central de la identidad de una persona, ya que se sustenta en sus procesos evolutivos y cognitivos.

Cómo comportarse con las personas con complejo de víctima?

Hay varias formas de manejar a las personas con complejo de víctima:

1. Asegurarse de establecer límites firmes

Establecer límites saludables en las interacciones con las personas con complejo de víctima es importante, al mismo tiempo que se les recuerda su propio poder, se les apoya y se cree en ellos para manejar una situación.

2. Prestar atención a cómo se interactúa con ellos

Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que no se debe prestar demasiada atención y simpatía a las víctimas. Si bien se debe estar allí para ellos, también es importante evitar crear codependencia o fomentar el pensamiento en blanco y negro, donde hay un villano claro y una víctima impotente.

3. Contarles sobre sus propias habilidades

El complejo de víctima comienza porque fundamentalmente se desconfía del mundo. Es importante asegurarse de que busquen y vean el lado positivo de las situaciones para devolver la ligereza y la dulzura a la forma en que ven las cosas. Hay personas maravillosas y compasivas en el mundo, así como personas negativas.

Ayudarles a reconocer que las personas tienen control sobre cómo se desarrollan las situaciones y ayudarles a considerar la posibilidad de que las cosas también pueden salir bien.

En resumidas cuentas, es importante:

Mantener una mente abierta

Establecer conversaciones simples y enfocadas

Saber escuchar

No dejarse arrastrar a una discusión

Ser compasivo y paciente

No tomarse las cosas personalmente

Ser tolerante con las opiniones de los demás

No hacer suposiciones

Ser reflexivo

No apresurarse a sacar conclusiones

Ser un buen comunicador

No siempre es sencillo mantener una relación con alguien que sufre el complejo de víctima. Ciertamente, se le puede ayudar a construir una perspectiva más equilibrada al establecer límites. Sin embargo, sólo depende de él seguir adelante, dejando atrás los viejos recuerdos.

La autoconciencia es el primer paso hacia un cambio positivo. Al liberarse de la compulsión de verse a uno mismo como limitado, es posible desarrollar la compasión, la confianza en uno mismo y la amabilidad necesarios para recuperar una vida en paz.

 


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