El déjà vu es una experiencia extrasensorial bastante común. Al realizar una acción, de pronto sentimos que aquella situación ya la hemos vivido antes.
A veces
esto sucede, no porque realmente hayamos vivido esa situación en concreto, sino
porque la hemos soñado a través de un sueño precognitivo. Esto suele ser una
señal de que se está en el camino correcto.
La
expresión Déjà vu se deriva del francés, que significa "ya visto".
Es
correcto describirlo como experimentar el pasado en el presente, aunque quizás se
describa mejor como algo extrañamente familiar cuando sucede. La lógica nos
dice que la situación en la que nos encuentras está sucediendo por primera vez,
pero algún otro sentido indica que ya hemos estado allí, que ya hemos
pronunciado esas mismas palabras o que ya hemos visto algo antes.
El
déjà vu puede suceder tanto en adultos como en niños; de hecho, más del 70% de las
personas informan haber experimentado un déjà vu en algún momento de su vida.
El dájà vu se puede activar a través de cualquiera de nuestros sentidos,
incluidos el gusto, el olfato, el sonido y el tacto. Tal vez sea una voz en
particular, una visión familiar o un sonido determinado lo que dispara nuestra
memoria y conforma la experiencia del dájà vu.
Algunos
ejemplos:
Conocer
a alguien por primera vez pero sabiendo que se le ha conocido antes.
Hablar
con alguien y sentir que ha dicho exactamente las mismas palabras
anteriormente.
Escuchar
una canción que recuerda a personas o lugares que no reconocemos pero que nos
resultan familiares.
Experimentar
una situación y de repente saber que ya la hemos pasado.
Visitar
un lugar por primera vez y recordar que hemos estado allí antes.
El
déjà vu podría describirse como un vistazo milagroso y hermoso a las profundidades
del alma y un indicador de una vida anterior o experiencia precognitiva.
Cuando
sucede, es sin duda una señal de que debemos prestar atención porque algo
importante está sucediendo. Ya sea que el déjà vu desencadene el recuerdo de
una vida pasada, nos recuerde un sueño precognitivo, signifique un cambio en la
línea de tiempo o transmita un mensaje directo de nuestro yo divino más
elevado.
Quizás
se nos está dando la oportunidad de aprender una lección clave, de experimentar
la finalización de alguna manera o de cambiar a una mayor alineación con nuestra
luz más elevada. Por supuesto, es necesario ser lo suficientemente consciente
para darnos cuenta.
Cuando
se comienzas a prestar atención al déjà vu como un mensaje de nuestro yo
divino, hay una gran cantidad de sanación emocional que puede suceder. Nuestro
subconsciente transmite mensajes a nuestra mente consciente en forma de estos
momentos o recuerdos "ya vistos". Es fácil descartarlos como una
coincidencia, pero cuando lo hacemos se pierde su significado espiritual.
La
próxima vez que experimentes un déjà vu, detente y considere que la
sincronicidad de ese momento es extraña y, por lo tanto, especial. Es un
sentimiento de familiaridad que nos hace saber que estamos exactamente donde debemos
estar. Piensa en el déjà vu como una señal de que estamos en el camino
espiritual correcto.
El
propósito del Déjà vu es servir como marcador entre vidas pasadas o
premoniciones y nuestra vida actual. Los marcadores son recordatorios que
pueden indicar muchas cosas:
Puedes
estar repitiendo una acción de una vida pasada.
Hay
experiencias de vidas pasadas y aspectos del alma que ahora puedes sanar e
integrar.
Tienes
experiencia con lo que sea que esté sucediendo en este momento.
Estás
en el lugar correcto, en el momento correcto y con las personas adecuadas.
Acabas
de experimentar un cambio en la cronología de tu vida.
Tienes
el apoyo de tu equipo espiritual y ángeles, así como la sabiduría y el
conocimiento necesarios para estar en la Tierra ahora.
Es
tu responsabilidad interpretar el mensaje en el momento del déjà vu. Puedes preguntarte
si se trata de un marcador de cambio en tu vida, o ver si se trata de la validación
de la dirección a la que te diriges.
Solo
recuerda que tu plan de alma en este momento de repetición solo es para ti. Lo
divino te está apoyando y quiere que decodifiques el mensaje. El simple hecho
de tener conciencia de un recuerdo pasado puede abrir una ventana a tu yo
superior.
Cada
experiencia de déjà vu es una oportunidad para aumentar nuestra comprensión y
conexión con una conciencia superior. En pocas palabras, es nuestra alma la que
se conecta con nuestro ser físico en un nivel más profundo. A menudo, el déjà
vu nos ayuda a ver la vida con más claridad. Incluso puede guiar nuestras
decisiones, curar heridas emocionales y desbloquear patrones.
Al
igual que aprendemos de nuestra historia, por qué no aprender de la historia de
una vida pasada? La señal del déjà vu proviene de nuestros ángeles, antepasados y guías.
Lo han elegido para nosotros, ahora, en esta vida, para guiarnos y apoyarnos.
Incluso
si nunca se ha experimentado un déjà vu, no significa que esta sea una primera
vida. Cada uno de nosotros ha experimentado ya numerosas vidas aquí en la
Tierra y en el reino espiritual. Si nunca se ha experimentado un déjà vu, podemos
determinar que los ángeles y guías no han organizado este tipo de recordatorio
o marcador durante esta vida en particular, al menos no todavía.
Es
interesante que estas señales puedan convertirse en nuestra motivación para
mirar hacia las áreas de donde provienen. Debemos tener la seguridad de que
ningún ser está aquí solo. Todos tenemos un equipo espiritual dedicado al viaje
de nuestra alma, que nos habla de muchas formas distintas. De hecho, si te
detienes ahora y piensas, es probable que te des cuenta de dónde provienen tus
marcadores o señales. Quizás algunas coincidencias, sincronicidades, eventos que
cambian la vida y momentos aha.
Nuestro espíritu no conoce fronteras, aunque nuestro cuerpo físico las tenga. Por ello, nuestro espíritu puede experimentar tantas cosas simultáneamente y en tantos niveles diferentes. La mente no siempre puede captar esto, de ahí ese sentimiento extraño. Experimentar con el déjà vu puede ser muy interesante. Permite que sea una ventana a este espacio sin fronteras que es tu fuente.
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