Hace
un tiempo que la era del Despertar está con nosotros. La gente en todas partes
está despertando al hambre de conocimiento y ahora más que nunca lo sentimos en
nuestras vidas.
Existe
mucho más en la vida de lo que la mayoría de la gente está viviendo cada día.
Hay mucho más en la vida que un trabajo con un horario fijo. Más allá de
nuestra percepción existen mundos y realidades, y muchas personas tienen hambre
de este conocimiento. Sin embargo, no todo conocimiento es conocimiento útil y
verdadero. Existe mucha desinformación al respecto, y sobre todo en las redes,
donde encontramos variopintas explicaciones que a menudo nos quieren conducir
por caminos un tanto extraños o poco creíbles.
A raíz
de tanta información como encontramos en la web, aprendemos a discernir mucho
mejor, a veces después de algunos intentos y errores, pero al final,
aprendemos. En una época de tanto engaño, es de suma importancia tener
discernimiento. Si nuestro discernimiento no es lo suficientemente fuerte y
presente, podemos llegar a pensar que estamos despiertos, pero en realidad solo
estamos dormidos, soñando estar despiertos. Entonces, qué significa estar
realmente despierto??
Contrariamente
a las creencias populares, este estado despierto no es un sentimiento constante
de exaltación o éxtasis (aunque es cierto que en algunas ocasiones esto puede
suceder), ni es un sentimiento de amor o felicidad continuada. Realmente
trasciende todo lo que solemos experimentar en los estados de conciencia
ordinarios que están relacionados con las emociones y los sentimientos. En
última instancia, trasciende la dualidad del dolor y el placer, la felicidad y
el sufrimiento. Se trata de una satisfacción más profunda y silenciosa, una
calma arraigada y una sensación de paz, que no depende de ninguna circunstancia
externa, una sensación de desaceleración y simplificación de todo.
Es
ese lugar donde encontramos la verdadera libertad. Los pensamientos pueden todavía
llegar e intentar adherirse a nosotros, pero es más fácil desprenderse de ellos,
dejar de creer en ellos o identificarse con ellos. Sin embargo, esta sensación
de desapego no es una forma intelectual de disociación, sino un reconocimiento
encarnado de la verdadera naturaleza de uno en contraste con la ilusión del
pensamiento y quiénes "pensamos" que somos.
Uno
reconoce que la mente es solo una herramienta, un sirviente, pero no debe
considerarse como el amo y mucho menos el guía. No se trata de demonizar al
intelecto, por supuesto, ya que debemos ser conscientes que éste también necesita
pasar por su propia transmutación para convertirse en un instrumento de lo
Divino, accediendo al conocimiento superior. Así que aún nos es útil y práctico
para continuar con nuestras rutinas diarias.
Despertar a los mundos
interiores
El
mundo se crea de dentro hacia fuera. El movimiento primario comienza dentro y
se mueve hacia fuera para crear lo que llamamos vida. El mundo interior del
hombre es infinito; el mundo del pensamiento, el mundo de las emociones, el
mundo de los sueños y el mundo que estamos seguros que existe, pero muchos aún
no saben lo qué es. Luego está la respiración, donde todo se conecta, donde
todos los mundos comienzan y todos los mundos terminan.
Nuestro
mundo interior determina lo que co-creamos en nuestro mundo exterior. Esta es
la razón por la que nosotros, como especie, necesitamos familiarizarnos con
nuestro mundo interior y ser dueños de él, conociéndolo en profundidad. A otro
nivel, la guerra, la pobreza, el abuso que vemos a escala global, son solo
proyecciones de lo que está sucediendo en nuestro mundo interior.
Mundo interior - Realidad
exterior
A
medida que cada persona vaya despertando a su mundo interior, comience el
trabajo interior, la sanación y asuma la responsabilidad de lo que co-crea,
veremos un cambio en el mundo exterior. Este camino empieza dentro y comienza
con uno de nosotros.
Llevar
a cabo el trabajo interior implica muchas cosas y es único para cada persona,
ya que todos tenemos diferentes lecciones que aprender y nuestro propio
propósito y camino único del alma. Para verlo de forma objetiva, despertar a
nuestro mundo interior significa auto-observación y una auto-investigación
sincera basada en esa auto-observación.
¿Por
qué estoy pensando esto? ¿Qué hay debajo de este pensamiento? ¿Dónde se origina
este pensamiento? ¿Qué emociones provocan estos pensamientos? ¿Qué heridas hay
debajo de estas emociones? Es trabajo, algunos dicen que es "el gran
trabajo", ya que no es fácil porque requiere de una profunda vigilancia y
al mismo tiempo también de una profunda entrega.
Así,
a medida que indagamos y llegamos a la raíz de las cosas, es cuando comenzamos
a sanar. Comenzamos a sentir cuál es la causa raíz de nuestro sufrimiento y a medida
que comenzamos a sentir es cuando comenzamos a sanar. Un hombre sabio dijo una
vez, sentir es curar. A medida que comenzamos a sanar, también comenzamos a
asumir la responsabilidad de todo lo que co-creamos con nuestro yo superior,
entre nosotros y con las fuerzas más grandes de la vida.
Despertar al mundo exterior
Sabemos
que el movimiento de nuestro paisaje interior determina lo que co-creamos en el
exterior. Aunque, eso no es todo, como ya imagináis.
La
frase "Todo está en nuestro interior" puede ser a veces un poco engañosa o incluso un desvío espiritual. El mundo interior y exterior están conectados profundamente como dos
amantes. Ser consciente del mundo interior no es suficiente, aunque es una
parte extremadamente vital del despertar, y estará incompleto sino despertamos
a lo que está sucediendo también en el mundo exterior.
Esto
es porque el Despertar también significa una impecable habilidad de un
individuo para responder al mundo que lo rodea. ¿Cómo respondes al mundo? ¿A
los eventos que tienen lugar en el mundo? ¿Cómo respondes en el día a día, a
tus seres queridos, a los animales y a ti mismo? ¿Cómo respondes al sufrimiento
del mundo? ¿Lo juzgas o huyes de él? ¿Lo analizas intelectualmente? ¿O eres
capaz de ofrecer tu presencia total y completa a este mundo dolorido?
Una
vez que nos damos cuenta de cuán profundamente están conectados nuestros mundos
interno y externo, podemos comenzar a asumir una responsabilidad propia radical,
sin jugar al juego de la culpa y la vergüenza. Entonces es cuando comenzamos a
conectarnos y a mostrarnos auténticamente a nosotros y al mundo.
Bypass espiritual
El
ingrediente principal: un compromiso incansable con la verdad. Este es el
secreto. Un secreto que, una vez conocido, pondrá el mundo patas arriba y unirá
el alma a nuestro cuerpo. Muchos están despertando y es realmente algo hermoso
de presenciar y experimentar. El camino de cada persona es único y diferente
según las heridas, lecciones, habilidades y dones de cada uno, ya que todos
tenemos diferentes potenciales y propósitos. Pero hay una cosa que nos une y
esa es la Verdad objetiva. En tiempos de caos absoluto, lo único que puede
arraigarnos es una pregunta que deberíamos hacernos a nosotros mismos: ¿cuál es
la verdad?? 'Quiero saber la verdad' porque sufrimos cuando estamos lejos de
ella y cedemos a las ilusiones. En el momento en que se conoce la verdad, todo
sufrimiento cesa y sentimos que hemos vuelto a nosotros mismos, a la verdad única
y real.
Incluso
en el viaje, y también en la comunidad espiritual, es fácil perderse en los
juegos del ego. Despertar no se trata solo de hacer ejercicios de yoga, ir a
festivales y meditar, estos son aspectos hermosos sin duda, pero en un nivel
más profundo, despertar se trata de despertar a las mentiras que nos decimos a
nosotros mismos y a las mentiras que hemos estado viviendo, individual y
colectivamente.
Y
como los sabios dijeron una vez, las mentiras que nos decimos a nosotros mismos
son las más difíciles de detectar y aquí es donde las cosas pueden complicarse,
y si somos lo suficientemente sinceros en nuestra búsqueda y anhelo de
despertar, aquí es exactamente donde las cosas comienzan a ser más reales y
tangibles. ¿Y no es eso lo que realmente anhela nuestra alma: ser real, ser
auténtica y ser verdad?
Una
vez que nace y se fortalece dentro de nosotros un compromiso incansable con la
verdad objetiva, el fuego de nuestro interior se enciende. Esto requiere de mucho
coraje porque nuestro primer compromiso es con la verdad. El viaje luego va más
allá, mucho más allá.
No
se trata de ti o de mí, se trata de la Verdad y es entonces cuando empezamos a
ponernos verdaderamente al servicio de algo más grande que nuestro ego. Aquí es
cuando realmente comenzamos a volver a casa y a ser humildes, porque la verdad
tiene la capacidad de destruir todas las mentiras internas y cuando eso sucede,
lo único que queda es la verdad eterna y nuestro brillo particular.
Una
vez que nos comprometemos con nada más que la verdad, nuestro mundo comienza a
romperse y abrirse. Y en esta ruptura y apertura, la verdadera luz entra en
nuestro corazón y por primera vez experimentamos el verdadero amor que se basa
en el conocimiento y en la verdad.
El
amor no es un comportamiento, una actitud o una manera. No es una etiqueta. No
es una convención. El amor puede expresarse de muchas formas diferentes, suave
o forzosamente. El amor puede parecer manso y también puede parecer fuerte. El
amor puede desafiarte. El amor puede criticarte, puede exponer tus ilusiones,
tus fantasías y tu autoengaño. El amor no es lo que la gente realmente quiere
decir cuando habla de amor, en casi todas las circunstancias. El verdadero amor
emana del Conocimiento. En esencia, es la expresión del Conocimiento. Solo el
Conocimiento puede llevarte hasta allí. El conocimiento puede unir a dos
personas de extremos opuestos del mundo para un propósito mayor. Ese es el
poder del Gran Amor. Y el Gran Amor es lo que el mundo necesita ahora.
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