Este
es un sencillo ritual con muchos siglos de antigüedad, que ha sido utilizado
por jóvenes de toda condición en su búsqueda del amor. Es realmente muy
efectivo pero, no te confundas, su sencillez no mengua su poder…
Ingredientes
1
Rosa roja fresca y fragante
2
Velas rojas
Elaboración
Antes
de consagrar la rosa y las velas, deberás observar a qué hora sale el sol a la
mañana siguiente. El día anterior, coloca la rosa y las velas en un altar. La
rosa en el centro y las velas a sus costados. Si deseas colocar también algún
talismán personal, cristal o piedra, mucho mejor.
A
la mañana siguiente, justo a la hora en la que amanece, tomas la rosa y la
sacas al exterior, la hueles profundamente y la sostienes en tus manos frente a
ti. Seguidamente, te enfocas en la flor y repites:
Flor de
amor, por favor permite
Que el amor
verdadero llegue a mí.
Que así sea
y que a nadie ello dañe.
Una
vez pronunciada la invocación, coloca la rosa entre las dos velas y prende
éstas con una cerilla de madera. Enfócate en la llama y visualiza el amor
verdadero ardiendo en el corazón de quien desees atraer. Si no tienes a nadie
en concreto en mente, visualiza al prototipo de persona que desearías o que te
parezca atractiv@ en algún sentido.
Mantén
las velas ardiendo hasta que la rosa pierda la frescura. Seguidamente, apagas
las velas y entierras la flor en el jardín. Si no tienes jardín puedes dejarla entre
las páginas de un libro de poesía, por ejemplo, o dentro de un libro que relate
una bonita historia de amor con final feliz.
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