Por favor, cierra los ojos un momento e imagina que te despiertas mañana con la certeza absoluta de que todo en tu vida va a funcionar a la perfección.
No porque
tengas todas las respuestas o porque puedas ver el futuro, sino porque has
tomado una decisión fundamental sobre cómo te presentas al mundo. Has decidido
actuar como si todo saliera bien, siempre. Puedo asegurarte que, cuando tomas
esta decisión, cuando encarnas esta energía y te conviertes en esa versión de
ti mismo, la magia empieza a suceder de maneras que nunca creíste posibles.
Ahora
mismo, hay millones de personas en el mundo viviendo con miedo, paralizadas por
la incertidumbre, atrapadas en patrones de pensamiento que las mantienen
pequeñas, seguras y exactamente donde están. Pero tú estás aquí, leyendo estas
palabras, y eso me dice algo de ti: estás listo para algo diferente. Estás
listo para dejar de operar desde el miedo y empezar a hacerlo desde la fe en el
proceso de la vida misma.
Nuestras
creencias moldean la realidad y la energía con la que nos movemos por la vida
determina las experiencias que atraemos hasta nosotros.
El enfoque de los que triunfan
Las
personas más exitosas, las más felices, las que parecen tener esa habilidad
mágica para convertir en oportunidad todo lo que tocan, comparten un rasgo
común: actúan como si todo saliera bien, incluso cuando no pueden ver cómo.
Piensa en la última vez que algo no salió según lo planeado. Quizás no
conseguiste el trabajo que querías, una relación terminó inesperadamente o un
negocio fracasó. En ese momento, tenías dos opciones. Podrías haberte hundido
en el victimismo, contándote historias sobre lo injusta que es la vida y cómo
estás destinado a sufrir, o podrías haber adoptado un enfoque diferente.
Podrías haberte preguntado: "¿Y si esto es exactamente lo que debe ocurrir
para que yo llegue hasta donde se supone que debo estar?"
No hablo
de pensamiento positivo ni de pretender que los desafíos no existen, sino de
algo mucho más poderoso: el desarrollo de una creencia inquebrantable en la
inteligencia de la vida. Cuando comprendes de verdad que cada experiencia, cada
contratiempo y cada giro inesperado forman parte de un patrón mayor que siempre
está actuando a tu favor, todo cambia. Tu estrés se reduce, tu toma de
decisiones mejora, tu creatividad se dispara, tus relaciones se transforman y
tu vida entera se convierte en una aventura en lugar de una lucha.
La inteligencia de la vida
La mayoría
de las personas se equivocan al pensar que actuar como si todo saliera bien
significa sentarse y esperar que la vida les entregue sus sueños en bandeja de
plata. No se trata a eso. Me refiero a tomar acción desde un lugar de
confianza, en lugar de hacerlo desde la desesperación. Cuando actúas así, te
presentas al mundo de una forma diferente: asumes riesgos que otros no
tomarían, persistes cuando otros se rinden, y ves oportunidades donde los demás
solo ven obstáculos.
Cada cosa
que hoy etiquetas como un fracaso en tu vida, en realidad te ha estado
redirigiendo hacia algo mejor. Aquel trabajo que no conseguiste te llevó al que
tienes ahora, esa relación que terminó hizo espacio para la que está por
llegar, aquel negocio que fracasó te enseñó lecciones que necesitabas aprender
antes de que el siguiente tuviera éxito, y aquel susto de salud te motivó a
cuidarte mejor. Todo lo que parece un revés es en realidad una preparación para
algo más grande.
Imagina
por un momento que tienes un asistente personal increíblemente inteligente, con
acceso a información que tú no posees, que puede ver lo que tú no puedes, y
cuyo único trabajo es orquestar tu vida de forma que te lleve a tu mayor bien.
A veces, lo que parece un error o un desvío es en realidad tu asistente despejando
el camino para algo mucho mejor. Así es exactamente cómo funciona la vida.
Cuando actúas como si todo saliera bien, empiezas a ver la inteligencia detrás
del aparente caos, empiezas a confiar en que hay un panorama más amplio que no
estás viendo y empiezas a relajarte en el flujo de tu vida en lugar de nadar
constantemente a contracorriente.
La práctica del co-creador
Probablemente,
en este momento estás pensando: "Suena genial en teoría, pero no conoces
mi situación, no sabes lo mal que están las cosas". Y tienes razón. No
conozco los detalles, pero hay algo que sí sé: cada persona que ha logrado algo
significativo ha enfrentado momentos en los que todo parecía imposible. La
diferencia entre quienes superan las barreras y quienes se derrumban no es la
ausencia de desafíos.
Cuando
actúas como si todo saliera bien, desarrollas lo que podríamos llamar capacidad
de respuesta. No en el sentido de culpa, sino en el de la habilidad para
responder con poder, sin importar lo que ocurra a tu alrededor. Dejas de ser
una víctima de las circunstancias para convertirte en un creador de
experiencias. Dejas de preguntarte por qué me pasa esto a mí y empiezas a
preguntarte cómo está pasando esto para mí. Este cambio de perspectiva tiene
efectos reales en tu biología, tu psicología y tu capacidad para rendir al
máximo nivel.
Actuar
como si todo saliera bien no es un destino, es una práctica. Es algo que debes
elegir una y otra vez, especialmente cuando las circunstancias externas
sugieren lo contrario. Es fácil confiar en el proceso cuando las cosas van
bien. La verdadera prueba llega en medio de la incertidumbre. En esos momentos,
es cuando descubres de qué estás hecho. Recuerdo un momento en mi vida, y no
hace tanto, en el que todo se derrumbó a la vez. Tenía dos opciones: hundirme
en la desesperación o duplicar mi fe en que todo saldría exactamente como
debía. Elegí lo segundo, y esa elección lo cambió todo. Los mismos desafíos que
parecían que iban a destruirme se convirtieron en el cimiento de mi siguiente
nivel de vida.
Las
personas que logran cosas extraordinarias no son las que nunca enfrentan
obstáculos, sino las que los enfrentan con la creencia inquebrantable de que,
de alguna manera, todo saldrá bien. Comprenden que cada "no" les
acerca a un "sí", que cada fracaso es una lección y que cada revés es
una preparación para un regreso. Esta creencia no significa optimismo ingenuo, sino
una elección estratégica basada en la profunda comprensión de cómo funciona la
vida.
Actuar
como si todo saliera bien te alinea con la inteligencia superior. Te vuelves
magnético para las personas, las circunstancias y los recursos que pueden
ayudarte a lograr tus metas. Y esta es la clave: tienes que encarnar esta
energía incluso cuando no la sientes, actuar como si todo saliera bien incluso
cuando la evidencia sugiera lo contrario. No se trata de sentirte bien todo el
tiempo, sino de elegir tu respuesta sin importar cómo te sientas.
Además, caminar
por la vida creyendo que todo saldrá bien es contagioso. Cuando entras en una
habitación con esa energía, los demás lo sienten. Se sienten atraídos por tu
confianza, inspirados por tu certeza. Y, quizás lo más importante, es que te
das a ti mismo permiso para soñar más grande, para desear más y para creer en
posibilidades que parecen imposibles desde tu punto de vista actual. No se
trata de ser poco realista, sino de estar abierto a realidades que son más
grandes que tu experiencia actual.
La elección que lo cambia todo
Piensa en
toda la energía que gastas preocupándote por lo que podría salir mal, en toda
la capacidad mental que empleas repasando los peores escenarios y en toda la
energía emocional que inviertes en el miedo, la duda y el estrés. ¿Qué pasaría
si redirigieras toda esa energía a creer en lo que podría salir bien? Si la
invirtieras en actuar como si todo saliera siempre a tu favor.
La
pregunta es, ¿estás listo para hacer este cambio? ¿Estás listo para soltar las
historias que te han mantenido pequeño, para liberar la necesidad de
controlarlo todo y para confiar en la inteligencia superior que orquesta tu
vida? No necesitas tener todas las respuestas antes de dar el primer paso. Solo
necesitas estar dispuesto a experimentar con una forma diferente de ser.
¿Qué
pasaría si te despertaras mañana y decidieras pasar todo el día actuando como
si todo en tu vida estuviera funcionando a la perfección? ¿Qué harías
diferente? ¿Qué riesgos asumirías? ¿Qué proyectos empezarías? La única cosa que
se interpone entre tú y esa versión de ti mismo es una decisión: la decisión de
actuar como si todo saliera bien, de confiar en el proceso incluso cuando no
puedes ver el resultado y de creer en posibilidades que parecen imposibles
desde donde estás ahora.
Texto de la imagen: Todo va a estar bien al final. Y si no está bien, es que no es el final. Proverbio irlandés.

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