Existen muchísimos mudras casi para solucionar cualquier cosa en esta vida. En esta ocasión, nos ocuparemos únicamente del mudra principal para reconectar con nuestro Ser Superior.
El mudra Anjali es un gesto de la mano que promueve la
activación, armonización y alineación de los flujos de energía de nuestros
cuerpos. Ayuda a enfocar y mantener la conciencia interna y el equilibrio, y también
a reconectarse con el Ser Superior, así como con la intuición.
Veamos antes qué es un mudra.
La palabra 'Mudra' puede traducirse como 'sello' o
'gesto'. Cuando hacemos un mudra, éste actúa como un sello o vínculo que alinea
todo nuestro cuerpo con la energía asociada a ese mudra en concreto.
Colocar las manos y las palmas de una forma particular,
como en un mudra, regula el flujo de energía y la redirige a una zona
particular del cuerpo, dependiendo del mudra asumido. Al conectar los dedos en
ciertas combinaciones, activamos los meridianos y dirigimos la energía a través
de todo el cuerpo. Las distintas posiciones de los dedos pueden cerrar o
limpiar los canales de energía. Además, al realizar uno u otro mudra, afectamos
los puntos biológicamente activos de las palmas y los dedos.
Los mudras nos ayudan a corregir la dirección de la
energía en el cuerpo, controlar el prana y mejorar el estado psicoemocional.
Además, con su ayuda, podemos eliminar problemas en el cuerpo y la mente
presionando puntos de acupuntura específicos.
Cada dedo de la mano se corresponde con cierta energía. Y
cada falange de cada dedo es responsable de una parte específica del cuerpo.
El dedo índice está asociado con el conocimiento, la
sabiduría y la confianza en uno mismo. Está conectado a nuestra fuerza vital.
El dedo medio es responsable de la paciencia y la
capacidad de controlar los sentimientos. Este dedo está conectado al corazón y
al chakra del corazón.
El dedo anular es responsable de la salud y la vitalidad.
Este dedo está conectado a los sistemas respiratorio y nervioso.
El meñique está asociado con el componente creativo de la
personalidad y la capacidad de ver la belleza. Este dedo es responsable de los
órganos pélvicos.
El pulgar es responsable del ego, la voluntad y la lógica.
Además, está asociado con la sabiduría, la mente y la consciencia.
Cada dedo está conectado con diferentes partes del cuerpo
y órganos internos. Por ejemplo, la falange superior del pulgar es una
“proyección” de la cabeza. Los dedos anular y medio corresponden al pie derecho
e izquierdo, y los dedos meñique e índice corresponden a la mano derecha e
izquierda.
Al realizar mudras con las manos, definitivamente se estimulan
aquellas partes del cuerpo y órganos que están directamente conectados a los
canales de energía que pasan a través de las palmas y los dedos.
5
dedos y 5 elementos
Cada uno de nuestros dedos está asociado a uno de los 5
elementos.
El pulgar representa el elemento Fuego.
El dedo índice está asociado con la energía del elemento
Aire.
El dedo medio es responsable del Éter.
El dedo anular nos conecta con la energía de la Tierra.
El dedo meñique representa el agua.
Dedos correspondientes a la imagen de los 5 Elementos
Al practicar el Anjali mudra, todos los dedos y sus
puntas entran en estrecho contacto entre sí, activando todos los elementos del
cuerpo. Practicado con regularidad, este mudra mantiene equilibrados todos los
elementos del cuerpo. Además de mantener energizado y sincronizado todo el
sistema físico y espiritual del cuerpo humano.
Qué
es el Anjali mudra??
Este es un mudra muy común en el inicio o final de una clase
de yoga e incluso de meditación. Para realizarlo se juntan las palmas de las
manos y se llevan delante del corazón.
Anjali significa "ofrenda" y por esta razón, a
menudo va acompañado de la palabra "namaste".
El Anjali mudra se utiliza como un gesto de regreso al
corazón cuando las personas se saludan o se despiden. Al juntar las manos en el
centro, estamos conectando los hemisferios derecho e izquierdo de nuestro
cerebro. En la visión yóguica del cuerpo, el corazón energético o espiritual se
visualiza como un loto en el centro del pecho. Así, el Anjali mudra está diseñado
para nutrir este corazón de flor de loto con conciencia, animándolo suavemente
a abrirse.
Por tanto, al practicar el Anjali mudra estamos abriendo
nuestros corazones espirituales y realizando ofrendas a lo divino.
Beneficios
Favorece la activación, armonización y alineamiento de
los flujos energéticos de nuestro cuerpo.
Ayuda a establecer contacto con tu ser superior, fuente divina
interior.
Proporciona flexibilidad a las muñecas y a las
articulaciones de los brazos.
Crea una sensación de armonía, equilibrio y paz.
Mejora la concentración.
Estimula el chakra del Corazón (Anahata).
Calma la mente.
Estimula el Chakra del Tercer Ojo (Ajna).
Aumenta la intuición y las habilidades psíquicas.
Mejora el enfoque durante la meditación.
Promueve la conciencia interior y la atención plena.
Aumenta la destreza de la memoria.
Conecta los hemisferios del cerebro, mejorando su
coordinación y funcionamiento.
Reúne la intuición y la lógica, femenina y masculina, y
la fuerza y las energías sensibles de
nuestro ser.
Equilibra las funciones glandulares.
Mejora la circulación de oxígeno en la sangre.
Equilibra los patrones de respiración.
Reduce la depresión, el estrés y la ansiedad.
Aumenta la inmunidad.
Cómo lo realizamos??
El Anjali mudra es el mudra más fácil de aprender. Comenzamos
sentándonos en una posición cómoda, aunque puede realizarse también de pie. Procuramos
mantener la columna vertebral lo más derecha posible sin perder comodidad.
Estiramos levemente la parte posterior del cuello y
dejamos caer la barbilla ligeramente hacia adentro.
Lentamente, juntamos las manos en el centro del pecho.
Las palmas se colocan suavemente una contra la otra frente al chakra del
corazón (Anahata) y los dedos apuntan hacia arriba.
Procuramos abrir el pecho.
Alineamos los codos con las muñecas y formamos una línea
recta.
Cerramos los ojos y enfocamos la atención en nuestro
interior. Al cabo de unos minutos notaremos como el centro de nuestro corazón se
convierte en un lugar de conexión. Simplemente debemos mantenernos centrados en
nuestro corazón y experimentar el equilibrio.
A partir de este punto se puede comenzar una meditación,
una práctica de yoga o cualquier otra práctica espiritual.
Al calmar la mente, mejorar el enfoque y promover la consciencia, el Anjali mudra nos ayuda a descubrir la paz interior y nuestra sincronización con la Creación. Cuando practicamos este hermoso mudra a diario, nos volvemos más equilibrados, más conectados con nuestro Ser Superior y más alineados con nuestra misión espiritual, reconectando con el plan Divino y transmutando nuestras mentes en formas superiores de consciencia.
En esta imagen vemos a unas preciosas niñas saludándonos con este mudra. Namasté también para ellas.
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