Todas las personas empáticas absorben fácilmente la energía emocional y física de las personas y cosas que de su entorno.
Como
empático de la tierra, la persona sintoniza con el mundo natural y los cambios
del propio planeta Tierra. Nos gusta imaginar que todo el mundo está conectado a
la Tierra de una forma u otra, sin embargo, como empático de la tierra, tu
conexión y emociones con ella son mucho más intensas que para las personas
corrientes.
En pocas
palabras, si la Tierra está feliz, un empático de la Tierra también se siente satisfecho.
Si la Tierra está triste o la están destruyendo, el empático sentirá la carga
emocional y, a veces, también física de esta tristeza.
Veamos algunas
señales que nos indican que cualquiera de nosotros puede ser un empático de la
Tierra.
1. Los cambios de tu cuerpo están
alineados con el entorno
Cuando un
empático de la tierra está en la naturaleza se siente mejor. Podrías ser uno si
te sientes energizado mientras estás en el bosque, cerca de una cascada o cerca
del océano. Estar en la naturaleza eleva siempre la vibración de alguien empático
con la tierra. Por el contrario, un empático de la tierra también puede
sentirse desconectado, enfermo y deprimido cuando se encuentra en lugares como por
ejemplo una ciudad contaminada. El efecto negativo de las actividades humanas
sobre el medio ambiente los enferma terriblemente.
Nunca elegirían
ir de vacaciones a visitar alguna capital preciosa, sin embargo, se sentirán atraídos
por cualquier lugar en el que la naturaleza sea virgen.
2. Estás profundamente conectado con
el Universo
Todos los
sonidos de la naturaleza a tu alrededor llaman tu atención. Te encanta
despertarte con el canto de los pájaros. No tienes necesidad de verlos porque solo
su canto te hace sentir tranquilo. Tampoco necesitas ver una preciosa cascada,
aunque su vista pueda atraparte por completo. Para ti, el sonido que el agua
produce te hace sentir relajado y conectado. En pocas palabras, te sientes
conectado con el universo en el más amplio sentido de la palabra.
3. Eres sensible a los cambios de
clima
Si tu
estado de ánimo se ve gravemente afectado por el clima, podrías ser un empático
con la tierra. Muchas personas se sienten melancólicas e inactivas en invierno
y eso sería normal. Sin embargo, como empático de la tierra, sientes mucho más
que eso. Sientes la melancolía invernal con una intensidad realmente severa. El
invierno te enferma y no puedes evitar pensar en el verano durante todo el
invierno. Por otro lado, te sientes alegre y lleno de energía en cuanto
comienza la primavera.
4. Puedes prever los desastres
naturales
Antes de
que ocurra un desastre natural, algo siempre parece estar mal para un empático
de la tierra. Puedes sentirlo cuando una tormenta está a punto de llegar.
Algunas personas pueden oler el aroma acre del ozono en el viento antes de una
tormenta. Otros están tan conectados a la Tierra que serán capaces de presentir
un terremoto o un tsunami. Algunos empáticos de la tierra también sienten los
cambios de tierra incluso mientras duermen.
5. Te gusta absorber la energía de
la Tierra
La
atmósfera afecta significativamente la energía y el estado de ánimo de un
empático terrestre. Si estás en la naturaleza, absorbes la energía para
recargarte. Te sientes más vivo porque puedes absorber la energía de la
naturaleza. Prefieres estar en la naturaleza antes que estar en casa o en la
oficina.
6. Reaccionas a las llamaradas solares
Una
llamarada solar es un estallido feroz de radiación solar que hace que el sol
brille más de lo habitual. La llamarada solar impacta los campos magnéticos de
la Tierra. Terremotos, tornados o actividades volcánicas a menudo ocurren
después de una erupción solar. Las erupciones solares pueden ser realmente intensas.
Como empático de la tierra, puedes reaccionar a esta dureza experimentando:
Ansiedad, palpitaciones
del corazón, cambios de humor, depresión, ataques de pánico.
Reaccionas
negativamente porque la Tierra también está respondiendo.
7. La tierra te cura
Como
empático de la tierra, la Tierra es tu medicina. Actividades simples en la
naturaleza como mirar la luna llena o las estrellas o incluso caminar descalzo por
la playa te hacen sentir tranquilo. La Tierra te hace sentir mejor mental y
emocionalmente. A veces, los empáticos de la tierra pueden darse cuenta de que
su conexión con ella ha curado parte de su dolor físico. Si la tierra cura tu
dolor mental y emocional, podrías ser empático con la tierra.
8. Te
encanta estar cerca de zonas con agua
Los
empáticos de la Tierra aman estar en la naturaleza en general. Sin embargo,
estar cerca de zonas con agua es muy relajante para ti. Un empático de la
tierra ama el sonido del agua en movimiento. Les hace sentir tranquilos y
seguros. También les encanta nadar en aguas naturales más que en piscinas.
Podrías ser empático de la tierra si amas los lagos, las cascadas, los arroyos
o los océanos.
9. Puedes sentir el dolor de la
Tierra
Todos se
entristecen cuando ocurre un desastre natural. Sin embargo, este tipo de
sucesos son una carga para un empático de la tierra. Otras cosas, como las
actividades humanas que afectan a la Tierra, te enferman; por ejemplo, ir al
océano y encontrarlo inundado de plástico es devastador para ti.
Además,
haces todo lo que puedes para tratar de salvar al planeta, aunque no es algo
que sientas como una responsabilidad tuya. Es natural que quieras hacer feliz
al planeta.
Por
ejemplo, la moda sostenible es algo natural para ti. Y no es porque alguien
hable de esto, sino porque entiendes cómo la moda rápida afecta negativamente al
planeta.
10. Tienes una fuerte necesidad de
conectarte con la Tierra constantemente
Si siempre
aprovechas todas las oportunidades para conectarte con la Tierra, puedes ser un
empático. Por ejemplo, elegirías trabajar en la naturaleza en lugar de elegir un
trabajo de oficina para conectarte con el planeta en cada oportunidad que
tengas. Si trabajas en una oficina o en casa, no puedes dejar de pensar en
cuándo saldrás a dar un paseo por el bosque. La necesidad de conectarte con la
naturaleza es muy fuerte y cada vez que tienes la oportunidad de hacerlo, nada
te lo puede impedir. Por ejemplo, te quitarás los zapatos y caminarás sobre la
hierba o te tumbarás en el suelo y disfrutarás de la conexión.
Un
empático de la tierra se siente uno con el planeta cuando está en la
naturaleza. Estar atrapados entre paredes los hace sentir inquietos. Lo bueno
de ser empático con la tierra es la conexión que se obtiene de ello. Conectarse
con el planeta tiene muchos beneficios, incluida la curación que aporta a
nuestro bienestar mental. Una forma segura de saber que uno es empático con la
tierra es querer aprovechar cualquier oportunidad para estar y conectarte con
la naturaleza.
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