No es extraño que algunas personas escuchen que las llaman por su nombre y al girarse, allí no hay nadie. Este es un fenómeno relativamente común. Así que tranquilidad.
Hay
muchas razones por las que es posible que escuches que te llaman por tu nombre.
La razón científica
Escuchar
tu nombre cuando no hay nadie es tan común que se ha llegado a estudiar
científicamente. Desde una perspectiva psicológica, no existe una correlación
directa entre esto y otros problemas de salud mental.
Psicológicamente,
escuchar tu nombre sin nadie alrededor es una especie de memoria auditiva que
se activa y se reproduce en tu cerebro.
La
memoria auditiva es uno de los procesos del cerebro para absorber la
información que se escucha (sonido, voz, audio) y almacenar esta información
hasta la próxima vez que se recuerde. Las personas que escuchan una canción y son
capaces de descubrir cómo tocarla en una guitarra, aun sin conocer los acordes,
tienen una excelente memoria auditiva. Los animales, como los loros, saben
decir "hola", por ejemplo, e imitan diferentes sonidos y ruidos debido
a su fuerte memoria auditiva.
La
memoria auditiva puede reproducir el sonido de la voz de alguien que dice hola
o dice tu nombre de una manera tan vívida que realmente se piensa por un
momento que hay una persona ahí.
Este
fuerte nivel de memoria auditiva se experimenta con mayor frecuencia cuando uno
se está quedando dormido o justo después de despertarse por la mañana. Este
estado entre la realidad de la vigilia y el mundo de los sueños se llama estado
hipnogógico, y es donde la mente consciente y subconsciente se encuentran e
interactúan.
La perspectiva metafísica
Aunque
existe una explicación científica para escuchar un nombre, gracias a la memoria
auditiva, también existe una conexión metafísica.
Profundicemos
en esto, comenzando con el por qué escucharías tu nombre.
Tu
nombre es una parte muy importante de tu identidad, pero ante todo, tu nombre
es un símbolo de tu identidad. Es un símbolo de quién eres dentro de este reino
físico.
Cuando
alguien te llama por tu nombre, no puedes evitar girarte para ver quién te está
llamando. Esta es la razón por la que los seres espirituales usarían tu nombre también
para llamarte, simplemente porque eso llama tu atención.
Entonces,
si escuchas que te llaman por tu nombre, la razón metafísica más común de esto
es que un ser espiritual, como un ser amado en el mundo del espíritu, un guía,
un ángel o incluso tu yo superior, requiere tu atención. Esto puede suceder
porque quieren que recibas un mensaje, con la guía y validación de que ese ser
en espíritu se halla junto a ti.
Cuando
esto te suceda de manera espontánea, debes saber que tienes la capacidad de
cambiar tu conciencia interna para poder profundizar en ello, para encontrar
ese espacio entre tus pensamientos y simplemente ser.
En
lugar de intentar que esto suceda de manera forzada, mantente abierto y
receptivo a cualquier otra cosa que pueda estar presente en los reinos del
espíritu y así poder sintonizar con ello.
Desde
una perspectiva metafísica, cuando escuchas tu nombre, esencialmente estás
entrando en el reino del espíritu a través de la clariaudiencia, a través del chakra
de la Garganta, el centro de energía que te permite escuchar en el mundo del espíritu
y recibir mensajes de guía.
El punto de entrada para
recibir orientación
Escuchar
tu nombre es el punto de entrada para recibir orientación, es una alerta
inicial, como un teléfono que te avisa que hay alguien al otro lado de la línea
que desea hablar contigo.
Cuando
escuches tu nombre no te asustes, solo permanece en un espacio tranquilo y
relajado, en el que puedas concentrarte en tu interior, de ese modo podrás sintonizar
mejor.
Este
estado receptivo ocurre con frecuencia cuando uno comienza a quedarse dormido y
justo cuando uno se despierta por la mañana. Nuevamente, este es el estado
hipnogógico, y cuando estás en él, la mente de tu ego está mucho más tranquila
y más receptiva a permitir que los mensajes del Espíritu fluyan hacia ti y se
filtren. Una parte de lo que hace la mente es enfocar la conciencia en el plano
físico, pero cuando el ego se encuentra medio dormido, los reinos espirituales
superiores obtienen una forma mucho más fácil y fluida de llegar a nosotros.
Si
escuchas tu nombre cuando aún estás acostado en la cama, antes de levantarte y
mirar a tu alrededor, toma un momento para relajarte y regresar a ese estado
hipnagógico, ese estado de estar casi dormido, y con los ojos cerrados, escanea
la energía alrededor de tu habitación para percibir alguna diferencia.
Tal
vez te des cuenta de una luz increíble. Sintoniza con ella. Así es como suelen
aparecer los ángeles en el ojo de tu mente. Los seres espirituales superiores
te alertarán de su presencia cuando comiences a buscarla. Su firma energética
es la de la luz, la alta frecuencia, la presencia tranquila y el amor
increíble.
Si
te sintonizas con la presencia de algo en tu espacio, pero lo sientes negativo,
pesado o extraño, incluso si te asusta, llama inmediatamente al Arcángel Miguel
para que te rodee con su luz, te proteja y te libere de todo lo negativo, ya
sean seres, apegos o energías terrestres negativas.
Puedes
pedir la ayuda del Arcángel Miguel, pero también a tus ángeles de la guarda, al
maestro Jesús, o con quien más cómodo te sientas. Siente su presencia entrar
mientras tu espacio se limpia y se llena de amor, luz y paz.
El
discernimiento es clave, pero si tu energía es clara y estás en un estado
relajado de calidez y amor, los seres con los que estarás en resonancia y
alineación serán tus ángeles personales, tus seres queridos en espíritu y tu yo
superior. Cuando estos seres se acercan a ti, llamándote por tu nombre, no solo
te recuerdan que están contigo, sino que también te piden atención y te brindan
orientación.
Piénsalo
de esta manera ... Si por ejemplo estás caminando por la calle y un amigo te ve
y grita tu nombre, ese no es el final de la conversación. Llamar por el nombre
solo se usa para llamar nuestra atención. Es la introducción o entrada a una
conversación más profunda.
Así,
después de escuchar tu nombre y para profundizar, el siguiente paso es aclarar la
mente, abrir el corazón y sintonizar con tu núcleo central de luz o el chakra
del corazón.
Conecta
con tu columna central de luz, alojada en paralelo a tu columna vertebral, y permite que tu mente se relaje y tu corazón se
abra. Simplemente observa y con la práctica, más guía, inspiración, perspicacia
y mensajes del espíritu podrán fluir para saludarte, porque cuando un espíritu te
está llamando por tu nombre, es una señal de que hay mucho más detrás de ese simple
gesto. Y el hecho de que hayas escuchado tu nombre, significa que tienes la
capacidad de escuchar y recibir una guía más profunda.
Recibir orientación: una
experiencia interna
El
resto de la guía que se recibe del Espíritu puede llegar de manera más interno.
Así que no te apegues a escuchar a tus ángeles de la misma manera externa que
escuchaste ser llamado por tu nombre. Es posible que escuches tu nombre
externamente, pero luego debes acceder a tu corazón para recibir el resto del
mensaje.
Ya
sea que recibas o no los mensajes más profundos disponibles para ti en ese
momento, debes saber que escuchar tu nombre es una conexión con algo que está más
allá de la realidad física y significa que realmente tienes la capacidad de
escuchar en los reinos superiores del espíritu.
Incluso
si escuchar tu nombre fue solo una respuesta de memoria auditiva, esa respuesta
fisiológica te llega exactamente de la misma manera que tus guías y ángeles
pueden usar para comunicarse contigo. Perfectamente puedes tomarlo como una
señal de que realmente tienes la capacidad para escuchar los mensajes del
espíritu, y solo necesitas abrir y desarrollar este sentido psíquico sutil.
La
forma en que se fortalece la comunicación con el Espíritu es a través de la
voluntad, manteniendo la calidez y la presencia en tu corazón.
Cuando
escuches tu nombre, es natural que enfoques toda tu atención en tu exterior en
lugar del interior, sin embargo, este enfoque externo no es útil para recibir
la guía del Espíritu y hace que el resto del mensaje sea mucho más difícil de percibir. Por esta razón es tan importante relajarse, despejar la mente, abrir
el corazón y permitir ser guiado.
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