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sábado, 22 de julio de 2017

LA ADIVINACION POR LA ARENA O GEOMANCIA - TECNICAS

La ciencia de las arenas, la adivinación por la arena o geomancia, como se la conoce en nuestros días, es una de las más antiguas  y exactas ciencias de adivinación conocidas. Vamos a ver varios métodos de utilización. Espero que os agrade y sea de utilidad.

Proveniente del oriente más lejano, era conocida y muy utilizada por egipcios, babilonios, persas, caldeos y chinos, milenios antes de nuestra era.


La adivinación por la arena es una ciencia basada en la astronomía u observación de los astros y la detección de las corrientes de energía vital existentes bajo la tierra y comúnmente llamadas líneas ley.

En sus inicios se utilizó básicamente para la orientación y el emplazamiento de ciudades, fortificaciones, edificios emblemáticos y de culto sobretodo. En la actualidad, se sabe a ciencia cierta que los más importantes centros de culto a nivel mundial están emplazados sobre el cruce de las líneas Ley más poderosas y fuertes que existen en el globo terráqueo, lo que confiere al edificio en cuestión una fortaleza energética importantísima. Esta es la razón principal por la cual una mayoría de la gente se siente sobrecogida y abrumada al entrar en la mezquita de Santa Sofía, en Turquía, o en el Monasterio de Montserrat, muy cerca de donde yo resido, o en cualquiera de los miles de puntos en los que se encuentran maravillosos y milenarios edificios de culto.

Pero volvamos a lo que nos ha traído hasta aquí. El conocimiento de estas influencias celestes y terrestres, que por supuesto son una expresión de concepción metafísica del Universo inherente a la sabiduría de los antiguos, fue por mucho tiempo privilegio de las clases sacerdotales y de los iniciados únicamente.

Por supuesto, si hoy en día tuviéramos que observar el cielo casi a ojo desnudo, para ser capaces de detectar ciertos aspectos astronómicos, sería totalmente imposible debido a la importante contaminación lumínica que padece una gran parte de la humanidad, algo que afortunadamente aún no ha llegado a muchos de los países africanos, por ejemplo. En tiempos remotos, ni siquiera se conocía la electricidad, por lo que la observación del cielo nocturno debía ser como un maravilloso sueño plagado de estrellas y constelaciones, permitiendo estudiar con facilidad y sin instrumentos el movimiento, la ubicación y por supuesto los múltiples fenómenos celestes.

Así, era muy habitual que, tanto las gentes con mayor poder adquisitivo como los más humildes, consultaran con la vasta cúpula celeste y también con la madre Tierra antes de tomar una decisión importante en su vida. De esta forma obtenían señales de procedencia divina o esto es lo que ellos creían.

A través de ciertos ritos, desconocidos en la actualidad, y ayudados de una vara, se trazaban sobre la arena una cierta cantidad de marcas, correspondientes al número y a la situación de las estrellas que, reducidos del excedente de paridad e imparidad, formaban figuras geométricas de las cuales se podían extraer predicciones, consejo y guía.

Al llegar la Ciencia de las Arenas a occidente, donde no era permitida la observación celeste, se conservaron las dieciséis figuras geománticas y el método transmitido por los antiguos, basado en una ciencia de observación, se convirtió pronto en una ciencia de adivinación, cuyo fundamento es el alma o nuestro Sol Microcósmico.

Este arte adivinatorio está íntimamente emparentado con la astrología, la numerología, el tarot y por supuesto la magia, especialmente la Enokiana, la elaboración de talismanes y tablillas parpadeantes. Se trata de una ciencia muy rigurosa y estricta, a la vez que intuitiva. 

MÉTODO 1

Este es el método más sencillo que conozco y, aunque es muy básico, también puede aportar información muy fiable. No obstante, no hay que llevarse a engaño, ya que para poder realizar un buen trabajo, será necesario mantener la calma y la serenidad, a todos los niveles. Yo aconsejaría, sin ninguna duda, realizar una breve meditación u oración profunda antes de comenzar el ejercicio. 

Para comenzar, necesitaremos arena, no tierra, sino arena de playa o de rio, o incluso la que se utiliza en las obras que se encuentra en varios calibres. 

La arena deberá estar completamente seca y sin rastro de humedad para que los trazos puedan ejecutarse de manera clara. Si notas humedad en ella, puedes dejarla al sol hasta que se evapore o incluso meterla en el horno o dejarla unos minutos cerca de una estufa.

Cuando la arena esté en óptimas condiciones de uso, deberás traspasarla a una bandeja o recipiente, situado sobre una superfície plana y estable como una mesa, por ejemplo, y procurando obtener una altura mínima de 7 centímetros de arena. 

A continuación, deberás tomar un lápiz común o una varita de madera con tu mano y, en posición vertical, situar la punta justo en el centro de la superficie de arena, clavándola en ella apenas unos milímetros. Seguidamente, cierras tus ojos y realizas unas cuantas respiraciones bien profundas, hasta que te sientas por completo relajad@. Una vez llegado este punto, ya puedes formular tu pregunta o aquello que te inquieta y para lo que deseas una respuesta clara. A continuación, deberás permitir que la punta del lápiz se desplace hacia donde quiera y forme los dibujos o formas que desee, como si tuviera vida propia. Esta es una técnica muy parecida a la radiestesia, en la que para trabajar es preciso mantener los pensamientos alejados de nuestra mente y permitir que el péndulo trace la dirección que desee, ofreciendo así las mejores respuestas. 

A continuación, permite que el lápiz transforme la arena en distintas formas que darán respuesta a tu pregunta inicial. Es importante que el tiempo de exposición no rebaje los 3 o 4 minutos, para obtener los mejores resultados. Por supuesto, es probable que la primera vez el tiempo sea más corto, pero no te preocupes, nadie nació enseñado y todo necesita su tiempo de práctica. Así que paciencia, que es la madre de la ciencia. 

Una vez transcurrido este corto pero intenso periodo de tiempo, levanta el lápiz de la arena y comprueba las señales que ha dejado en su superficie. No busques palabras, solo observa detenidamente las marcas que ha dejado en la superfície de la arena. Podría haber una letra legible que para ti significara algo en concreto. También puedes pactar con la arena que una marca concreta o simplemente una S pueda significar un Sí, por ejemplo. Y hacer lo mismo con la N para un No, o una Q para un quizás. El sistema ya depende de cada uno y de la forma de trabajo o aprendizaje que quiera adoptar. Es exactamente lo mismo que se hace al calibrar un péndulo. Por supuesto, cualquier pacto inicial se puede cambiar con el paso del tiempo y la experiencia. 

Sigue una pequeña lista de los trazos más comunes. No obstante, es una lista personal a la que se pueden añadir o quitar trazos, e incluso modificar los originales. 

Círculo grande. Infortunios.

Círculo pequeño. Noticias, especialmente relacionadas con el trabajo.

Corazón. Amor, relaciones, amistades.

Corazón roto o desigual. Separaciones.

Cuadrado. Obstáculos.

Flor. Inicio de un romance.

Línea corta. Un visitante.

Línea larga. Un viaje.

Línea ondulante. Dificultades.

N. No.

Q. Quizás.

S. Sí.

Triángulo. Éxito.

MÉTODO 2 

Sin ninguna duda, éste es el MÉTODO por excelencia. El que se utilizaba en la antigüedad y se sigue usando en muchos países de África y oriente medio y lejano aún a día de hoy. Como veréis, tiene una complejidad de la que no goza el primer método, pero os aseguro que merece la pena el esfuerzo para conseguir lecturas maravillosas y totalmente fiables. 

Con un conjunto total de dieciséis claves o figuras basadas en la polaridad, y expandiéndose en el cuaternario polarizado, las figuras simbolizan la transformación continua del lugar de donde proceden los acontecimientos y fenómenos en su totalidad.

Dieciséis es el único número entero que responde a la ecuación Xy= Yx/24= 42= 16. Con esta fórmula, la Ciencia de las Arenas o Geomancia nos ofrece 65.536 temas posibles.

En sus orígenes, un estudio geomántico comenzaba por un dibujo sobre la arena pero, por ser un medio inestable, podía en algunos casos ser reproducido o incluso trazado directamente sobre papiros. A través de la tierra o arena, la geomancia expresa los vaticinios de los espíritus de la tierra o los genios subterráneos.

Hoy en día, la Ciencia de las Arenas se sigue practicando en oriente y para ello se utiliza arena o polvo de arcilla roja que se vuelva sobre una bandeja llamada Almadel o Armadel, y que es consagrada especialmente para su uso mágico adivinatorio. Esta pieza se graba con palabras mágicas, y con sellos y pentáculos protectores. Además de la utilización de otros objetos igualmente consagrados, como pueden ser la vara de poder, la daga, la copa, el pentáculo, candelabros, cirios, sahumadores, túnica, joyas, y hasta un espejo que, según algún@s, es indispensable para la Geomancia Ritual.

Se conoce que este tipo de magia debe realizarse siempre en sábado y en la medianoche, hora en la que domina la Tierra, estando el magnetismo solar en su punto más bajo, y es cuando el Sol pasa al cuarto sector astrológico propicio para la revelación de los misterios. Los geomantes más tradicionales, trabajan sobre una piel de vaca o tigre, con el fin de aislarse de la tierra ordinaria que para ellos es impura.

En África, la geomancia o ciencia de las Arenas es un arte adivinatorio esencial, en el que aun se utiliza el Almadel ornamentado con ideogramas, aunque se ha acabado sustituyendo la arena por granos de arena grandes o incluso guijarros. Una campanilla rematada por un Genio Protector marca el instante decisivo de la consulta del Fa que acompaña al hombre durante su vida y lo guía al más allá.

En Europa y más precisamente en la edad media, se reemplazó el almadel por papel, tinta y pluma de cuervo, para trazar las líneas y pluma de oca para dibujar los pentáculos.
Hoy en día, en occidente se siguen enseñando estos conocimientos, que para algunos son tan importantes como el mismo tarot en la adivinación.
  
Figuras Geománticas

Las Figuras de la Geomancia consisten en diversos agrupamientos de un número par o impar de puntos dispuestos en cuatro líneas. El número máximo de combinaciones es dieciséis. Por tanto, las dieciséis figuras geománticas son las dieciséis combinaciones posibles de un número par o impar de puntos dispuestos en cuatro líneas. Estas figuras se clasifican según los Elementos, los signos del zodiaco y sus planetas regentes.

Se atribuyen dos figuras a cada uno de los siete planetas, y dos restantes que se atribuyen a Caput y Cauda Draconis, Cabeza y Cola de Dragón, conocidos como Nodo Norte y Nodo Sur de la Luna. Además, y en base a la relación de las figuras geománticas con cada elemento, planeta y signo, se atribuyen también ciertos genios.

En este ENLACE a mi Biblioteca encontraréis todos los documentos sobre esta técnica (Geomancia). 

En este ENLACE encontraréis las dieciséis figuras, el escudo geomántico y el mapa de casas, en formato pdf. 

Espero que con todo ello podáis iniciar un intructivo y apasionante camino. 


La Adivinación con Arena - Método original

Vamos a ver, a continuación, el método de adivinación geomántica original, que tiene como base la obtención de doce de las dieciséis figuras que se pueden lograr. En una operación geomántica se obtienen cuatro figuras a las que llamaremos Madres. La primera se atribuye al Sur, la segunda al Este, la tercera al Norte y la cuarta al Oeste.

De estas cuatro Madres se derivan las cuatro Hijas.

La primera Hija está constituida por los puntos superiores de las cuatro Madres, en la dirección de la primera a la cuarta. La segunda Hija está formada con los segundos puntos de las Madres. La tercera Hija se forma con los terceros puntos de las Madres. Y la cuarta Hija con los cuartos puntos de las Madres.

A partir de estas ocho figuras se calculan otras cuatro llamadas Resultantes.

La novena figura se forma comparando los puntos de las figuras primera y segunda, es decir, las Madres primera y segunda.

La décima figura se forma comparando las figuras tercera y cuarta, es decir, las Madres tercera y cuarta.

La undécima figura se forma comparando las figuras quinta y sexta, es decir, las Hijas primera y segunda.

Finalmente, se forma la duodécima figura comparando las figuras séptima y octava, es decir, la tercera y la cuarta Hija.

De esta forma se completan las doce figuras básicas de una operación geomántica.

Estas figuras ocuparán doce posiciones llamadas las Doce Casas del Cielo, que tienen una relacion estrecha con las doce Casas Astrológicas, usadas en la proyección e interpretación de un tema astrológico.


Las doce Casas del Cielo:

Casa 1. Identidad: yo, identidad, nacimiento, apariencia física. Vida, Salud, el Consultante en ese momento, ciertos rasgos de su personalidad.

Casa 2. Valores: consolidación del yo, mundo material, lo que tenemos y valoramos. Dinero, Propiedades, Riqueza personal, Bienes.

Casa 3. Mente concreta: ambiente cercano, desarrollo del lenguaje. Hermanos, Hermanas, Noticias, Viajes Cortos, Medio Ambiente, relaciones con conocidos y Vecinos.

Casa 4. Centro emocional: casa, hogar, familia, seguridad emocional. Padre, Propiedades inmuebles, Herencias, la Tumba, el final de la cuestión.

Casa 5.  Autoexpresión, creatividad: hijos, romances, placer, riesgos, fiestas, especulación.

Casa 6. Selectividad: actitud hacia el trabajo, salud, servicio. Sirvientes, Enfermedades, Tíos y Tías, animales domésticos, relacion con personal en el trabajo.

Casa 7. Relaciones de compromiso: pareja, matrimonio, socio. Amor, Sociedades y Asociaciones, Enemigos Públicos, Litigios Legales.

Casa 8. Depuraciones y renovación: muerte, sexualidad, bienes y valores del otro. Testamentos, Herencias, Dolor, Ansiedad, Patrimonio del Difunto.

Casa 9. Búsqueda de la verdad: universidad, viajes largos, extranjero, maestros. Ciencia, Religión, Arte, Visiones y Adivinaciones.

Casa 10. Integración del yo: profesión, vocación, carrera, estatus social. Madre, Rango y Honor, Oficio o Profesión, Autoridad, empleo y posición social en general.

Casa 11. Identificación con un ideal: objetivos, metas, amigos, grupos. Esperanzas y Deseos.

Casa 12. Introspección: regreso al estado inicial. Karma. Penas, Miedos, Castigos, Enemigos Secretos, Instituciones, peligros insospechados, Restricción.

Las doce figuras calculadas se colocarán en las Doce Casas del Cielo siguiendo el siguiente Mapa de Casas:


La Primera Figura va en la Décima Casa
La Segunda Figura va en la Primera Casa
La Tercera Figura va en la Cuarta casa
La Cuarta Figura va en la Séptima Casa
La Quinta Figura va en la Undécima Casa
La Sexta Figura va en la Segunda Casa
La Séptima Figura va en la Quinta Casa
La Octava Figura va en la Octava Casa
La Novena Figura va en la Doceava Casa
La Decima Figura va en la Tercera Casa
La Undécima Figura va en la Sexta Casa
La Duodécima Figura va en la Novena Casa

Hay quien prefiere trabajar con la obtención de una lista de dieciséis figuras, por lo que utilizan todas las figuras geománticas.

En el caso de trabajar con este método, a las doce figuras básicas se les sumaran dos llamadas el Testigo de la Derecha y el Testigo de la Izquierda, una figura llamada Juez y una última llamada Reconciliador.

Los dos testigos carecen de significado, y solo sirven para que a través de ellos se genere la figura número quince, el Juez, que es de vital importancia para la operación adivinatoria.

El testigo de la derecha se obtiene comparando las figuras novena y décima, y el Testigo de la Izquierda comparando las undécima y la duodécima.

La figura del Juez se conforma a partir de la comparación de los testigos anteriormente obtenidos.

El resultado favorable o desfavorable de la operación dependerá de si el Juez es positivo o negativo.

La decimosexta y última figura es llamada el Reconciliador, que en ciertos casos se utiliza para asistir en el Juicio. Se obtiene comparando la figura del Juez con la figura de la casa particular que es significativa para el tema de la operación.

La Geomancia no deja de lado todos aquellos temas que la astrología posee como las aspectaciones, regencias, caídas, detrimentos, fuertes, exaltaciones; como también los grados elementales de los planetas y signos, las posiciones del cielo cardinales, fijas y mutables, y todas aquellas relaciones que generan una lectura e interpretación mucho más profunda y certera. Sin ninguna duda, esta es una de las ciencias más perfectas como forma de adivinación.

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